La televisión es un medio de comunicación, utilizado en su mayor parte para entretener mas no informar. En la actualidad los canales de televisión trasmiten gran variedad de opciones –novelas, programas de concurso: trasmisiones matutinas- ; lo negativo es que muchos de esos programas no están hechos para afianzar el conocimiento como es la apropiación cultural; sino todo lo contrario, son productos que tiene como fin crear un desconocimiento entre sus televidentes.
Con respecto, al entretenimiento de amas de casa y el desahogo de muchos después de terminar su jornada laboral; así es, como se define la función que poseen las novelas entre los consumidores de este tipo de programas. ¿Pero qué aporte tiene este disipador de pensamientos? Además de entretener, y crear un mundo de fantasía –hombre monetaria-mente cómodo, se enamora de una joven que no posee esos beneficios; familiar del joven que se opone a esta relación- donde todo es posible; que presenta una sobre valoración por las masas. Sin dejar a un lado, la iniciativa que han tomado las programadoras en brindar un culto a personas que han dado mucho de qué hablar –Narcotraficantes, Músicos y actrices-; si bien, las novelas son los productos televisivos más consumidos, mas no contribuyen de ninguna forma posible a la opinión verídica que necesita la actual situación pública del país.
Si bien, las novelas son los principales programas de esparcimiento cotidiano, los “reality shows” tienden a hacer los productos con mayor beneficio económico para las programadores; Además de mostrar los instintos humanos sin ningún embellecimiento –amor, ira, dolor, tristeza y traición-, poseen la capacidad disfrazar la realidad a la semejanza que más les parezca a los productores, o mejor, de la forma en la que el público se apropie del programa y de sus protagonistas. De cierta forma, este tipo de entretenimiento televisivo comprende la necesidad de los ciudadanos promedios en buscar “desconexión” en un devenir de 24 horas continuas, de las que son en su gran parte consumidas por el deterioro producido por la vida laboral, y la emoción que produce ver una obra de teatro basada en engaños, si así se le puede decir a los “reality shows”.
En referente a lo anterior, el uso que se le da a este medio de comunicación no es el más adecuado para una sociedad en vía de globalización; que necesita poder entender que sucede a su alrededor frente a los temas que resuenan con mayor intensidad –política, economía y cultural-. La importancia de enfatizar en las cuestiones con mayor importancia en el desarrollo, es el crear una opinión colectiva de las problemáticas que padece la sociedad; asimismo, obtener una solución para dichas circunstancias. Algo que no será posible hasta cuando se comience a obtener conciencia crítica de lo que se ve y se oye.
La televisión es un medio de comunicación, utilizado en su mayor parte para entretener mas no informar. En la actualidad los canales de televisión trasmiten gran variedad de opciones –novelas, programas de concurso: trasmisiones matutinas- ; lo negativo es que muchos de esos programas no están hechos para afianzar el conocimiento como es la apropiación cultural; sino todo lo contrario, son productos que tiene como fin crear un desconocimiento entre sus televidentes.
Con respecto, al entretenimiento de amas de casa y el desahogo de muchos después de terminar su jornada laboral; así es, como se define la función que poseen las novelas entre los consumidores de este tipo de programas. ¿Pero qué aporte tiene este disipador de pensamientos? Además de entretener, y crear un mundo de fantasía –hombre monetaria-mente cómodo, se enamora de una joven que no posee esos beneficios; familiar del joven que se opone a esta relación- donde todo es posible; que presenta una sobre valoración por las masas. Sin dejar a un lado, la iniciativa que han tomado las programadoras en brindar un culto a personas que han dado mucho de qué hablar –Narcotraficantes, Músicos y actrices-; si bien, las novelas son los productos televisivos más consumidos, mas no contribuyen de ninguna forma posible a la opinión verídica que necesita la actual situación pública del país.
Si bien, las novelas son los principales programas de esparcimiento cotidiano, los “reality shows” tienden a hacer los productos con mayor beneficio económico para las programadores; Además de mostrar los instintos humanos sin ningún embellecimiento –amor, ira, dolor, tristeza y traición-, poseen la capacidad disfrazar la realidad a la semejanza que más les parezca a los productores, o mejor, de la forma en la que el público se apropie del programa y de sus protagonistas. De cierta forma, este tipo de entretenimiento televisivo comprende la necesidad de los ciudadanos promedios en buscar “desconexión” en un devenir de 24 horas continuas, de las que son en su gran parte consumidas por el deterioro producido por la vida laboral, y la emoción que produce ver una obra de teatro basada en engaños, si así se le puede decir a los “reality shows”.
En referente a lo anterior, el uso que se le da a este medio de comunicación no es el más adecuado para una sociedad en vía de globalización; que necesita poder entender que sucede a su alrededor frente a los temas que resuenan con mayor intensidad –política, economía y cultural-. La importancia de enfatizar en las cuestiones con mayor importancia en el desarrollo, es el crear una opinión colectiva de las problemáticas que padece la sociedad; asimismo, obtener una solución para dichas circunstancias. Algo que no será posible hasta cuando se comience a obtener conciencia crítica de lo que se ve y se oye.
