Romain Gary el célebre escritor francés dijo en un reportaje poco antes de su suicidio en 1980: “Aquello que la gente hacen cuando se quitan los pantalones, no tiene en verdad ninguna importancia. La gente se viste siempre para cometer los verdaderos crímenes”. Afirmación que expresa una verdad llana en los tantos miles de años de existencia de la raza humana: el comportamiento sexual no debe ser un criterio para distinguir el bien del mal; para llegar a tener la distinción de “hijosdeputa” se hace necesario que no solo actuemos de tal manera, es indispensable estar bien vestidos; nunca es trascendental para un pícaro la persona con quien se haya acostado la noche anterior: hombres, mujeres o travestis; o simplemente haber ofrecido su voto de castidad al señor. De igual manera cuantos hombres probos y rectos, mujeres diligentes, jueces celosos de la rectitud de sus juicios, periodistas acuciosos de buscar la verdad, buenos futbolistas, excelentes educadores y hasta admirables actores del séptimo arte, tras cerrar las puertas de su hogar, sus camas son calentadas por miembros de diferente o igual género sexual.
En Colombia, la rama política en cabeza del señor presidente gritó en saco y corbata que el TLCera: ” el tratado más importante que hemos firmado en nuestra historia”. Entendiendo angustiados, pero negando después, que: “! Aun no estamos preparados.!” Nunca los hemos estado. Desde las épocas ( y muy de seguro desde mucho antes) en que un, ahora ex presidente también en corbata, nos daba la bienvenida al futuro, nuestros campesinos latifundistas y peones agrarios no han recibido la educación ni asistencia técnica necesaria para competir con la producción agrícola de los países desarrollados. Un campo abandonado donde las consecuencias nefastas del tratado llegarán en primer lugar, es el mismo campo donde han nacido todas la violencias colombianas, guerrillas y paramilitares, en sus tanta combinaciones de lucha.
De Corbata el poderoso Augusto López Valencia, en conversación con María Jimena Duzán para la revista Semana, No 1537, en perorata sobre las bondades de las mayorías de las empresas mineras canadienses nos recuerda que: “y si hay algún país que tenga normas bien estrictas sobre la conservación del medio ambiente es Canadá.” Bien estrictas sí, pero dentro de su territorio; porque es una empresa canadiense la que lideraba el proyecto minero de Santurban en el paramo santandereano. La minería legal e ilegal envenena las
aguas por igual. El proyecto minero artesanal del Choco que produce el oro verde: Amicihoco, es una muestra que nuestros campesinos asesorados si pueden trabajar de la mano del medio ambiente; aunque para el señor López se hace necesaria la presencia de la poderosas mineras industriales canadienses porque ellas van a : “ forzar a que estos mineros no formales se legalicen, les van a enseñar a que no envenenen las aguas, a que adopten medidas ambientales”. ¿Forzar?; siempre los extranjeros forzan, nunca enseñan.
En su vestido rosa que nos recuerda a la muy simpática Dolores Umbridge de Harry Potter, la Ministra de Educación: María Fernanda Ocampo nos habla sobre la reforma a la ley 30 de la educación. Desde los años setenta en que los campos de la Universidad Nacional fueron ocupados por la policía nacional a la juventud universitaria se le ha enrostrado su falta de serenidad y de juicio, cuando se ha demostrado que son los mayores quienes con su infalibilidad, distorsionan y estigmatizan el movimiento. Radicalizados en su posición de elevar la cobertura de la educación a un 50% en cuatro años , el gobierno olvida que no sólo es permitir el ingreso y la graduación,( entra de nuevo el fantasma del TLC, donde en su capítulo 11 permite que haya centros educativos con ánimo de lucro y que juega con la posibilidad de crear instituciones mixtas en las que gobernaciones y distritos especiales podrían asociarse con los privados para darles vida; articulo ambiguo de la polémica reforma); se debe garantizar, también, una excelente educación con excelentes profesores biecontratados, bien remunerados y bien educados.
Ecuanimidad y serenidad son las ambiciones y objetivos que se traduce de leer las obras y escritos del único doble ganador del premio Goncourt: el señor Gary. Un hombre que en el mismo reportaje nos recordaba también que “El éxito en la vida no significa seguridad material. Por el contrario, si uno ha sido feliz con una persona o con un perro, si uno ha vivido en la casa o en la tierra que ama ha triunfado". Y para lograr esto o para alcanzar la frase final de su nota suicida: " Me divertí muchísimo", sí que no es importante lo que llevemos puesto.
Alberto Salazar
saalzarycastellanostecomunica@hotmail.com
"Me divertí muchísmo"
Mar, 01/11/2011 - 10:39
Romain Gary el célebre escritor francés dijo en un reportaje poco antes de su suicidio en 1980: “Aquello que la gente hacen cuando se quitan los pantalones, no