La Sabana de Bogotá se ha caracterizado por el paisaje de humedales, la presencia hermosas especies de flora y fauna, y por ser un lugar de descanso para los habitantes de la región. Sin embargo, esta riqueza natural ha sido afectada desde los primeros registros que se tienen del hombre, particularmente del español, que a punta de engaños convenció a los indígenas de la región que dichos cuerpos de agua eran inútiles y no tenía sentido rendirles culto. Por eso, lo mejor era desaparecerlos o sacarles algún tipo de provecho, como secarlos para la agricultura hace cuatro siglos, o para la construcción de hoy en día.
Por ejemplo, el caso del Humedal Córdoba, en el noroccidente de Bogotá, cuya cauce presenta la turbiedad de la mugre y en sus orillas se botan toda clase de desperdicios: desde simples envolturas plásticas de papas fritas, llantas de automóviles, muebles, electrodomésticos inservibles, hasta cadáveres de animales y humanos. El olor en los alrededores es insoportable y crea una atmósfera triste y grisácea. Panorama que nos debería llevar a la reflexión. por otro lado, el caso del Humedal Jaboque, ubicado en plena zona popular de Suba, además d ebasurero seha convertido por arte de la burocracia y la corrupción, en lugar de construcciones piratas (los apellidos nefastos Forero Fetecua o Mariano Porras).
En Bosa se encuentra otro humedal, que está en su etapa de inicio, llamado Libélula, registrado en diarios como El Tiempo (Nuevo Humedal en Bogotá DC – 26 de abril de 2012). En dicho artículo, se expresaba la preocupación porque los intereses políticos provenientes de todas las vertientes, han intervenido en el humedal y amenazan con echar al traste los esfuerzo de su protección. En la esta columna se preguntaba "Y es aquí donde puede realizarse un trabajo de recuperación comunitaria y en armonía con el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible; aparte de Protecho, se encuentran en sus cercanías los barrios Redentor, Arborizadora Baja y Casalinda.¿Qué esperarán las autoridades, en cabeza de la Secretaria del Medio Ambiente, Susana Mahmad y del Gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, Alberto Molano para hacer algo?".
Dicho interrogante se puede aplicar en todos los casos mencionados.
Otros casos muy conocidos son el Humedal Juán Amarillo, hoy en día sufre los problemas de los barrios circunvecinos: inseguridad, desaseo, lugar preferido para la venta y consumo de estupefacientes, construcciones piratas. Basta con dar una caminada por su alrededor, para sentir en carne viva el alma ambiental muerta que circunda, la indiferencia de la gente. Vaya desgracia. Cerca de éste está La Conejera, otro caso con los mismos problemas y características que hacen urgente su recuperación y protección por el bien y el futuro de la capital del país.
Pero como no todo son noticias malas, existe un grupo de personas encabezados por Jorge Escobar, quienes han venido trabajando en medio de las limitaciones económicas y técnicas, así como el nulo apoyo gubernamental, en darle ese colorido y alegría a los humedales.
¿Qué sucede con los humedales de Bogotá?
Jue, 11/04/2013 - 03:31
La Sabana de Bogotá se ha caracterizado por el paisaje de humedales, la presencia hermosas especies de flora y fauna, y por ser un lugar de descanso para los habitantes de la región. Sin embargo, es