Uribe y Cepeda en La Habana

Mié, 24/09/2014 - 10:40
Mientras sigo a la espera de que se cumplan mis pronósticos sobre Pachito, imagino un escenario en el que Uribe y Cepeda se encuentren en La Habana, para debatir sobre paz y no sobre guerra.

El pa
Mientras sigo a la espera de que se cumplan mis pronósticos sobre Pachito, imagino un escenario en el que Uribe y Cepeda se encuentren en La Habana, para debatir sobre paz y no sobre guerra. El pasado debate de Control Político al ex presidente Álvaro Uribe, propuesto por el congresista del partido Polo Democrático Alternativo, Iván Cepeda, estuvo cargado de fuertes frases que conmosionaron a los colombianos que presenciaron el encuentro. Empecemos porque no se debió haber transmitido por Señal Institucional en ese horario. Los niños de Colombia merecen poder ver la televisión sin la necesaria compañía de un adulto responsable que les explique el por qué de las groserías, las muecas y la gritería de los más altos y prestigiosos representantes de la madre Patria, eso sin contar las evasivas para ir a tomar tinto con los de la Corte. De repente, no se porque estaba esperando el momento en el que Mónica Rodríguez apareciera en el Canal del Congreso, para narrar la historia con la misma voz que utiliza para hacerlo en Mujeres al Límite.  Que telenovela tan larga. El drama fue la principal característica. Entre acusaciones, insultos, autobiografías, réplicas, y algarabía en general, los senadores dabatieron, o intentaron hacerlo. Lo más curioso fue la primera salida de Uribe. Colombia estaba ansiosa de saber si el valiente y berraco ex presidente Álvaro Uribe Vélez (me coloco de pie), conocido por su papel protagónico en "le voy a dar en la cara marica", así como por responder acusaciones desde la silla de montar de sus finos caballos, asistiría o no a deliberar. Pues si llegó, efectivamente dio la cara. Pero no se quedó por mucho tiempo, con el argumento de ir a presentar a la Corte Suprema de Justicia, pruebas que concluirían la participación de las FARC como ente motivador de la iniciativa, y la amplia cobertura de medios de Comunicación "serviles del terrorismo" como Telesur y Canal Capital al debate. Después de la larga intervención de Cepeda, el senador del Centro Democrático regresó para replicar y exponer su defensa, que se convirtió en más acusaciones en contra de otros funcionarios públicos, que de funcionar para el público no tienen ni los pelos que se quitó Roy barreras de la cabeza para ponérselos en la barba. Uribe respondió y cuando finalizó se retiró, y detrás de él sus mansas ovejas. Zuluaga era una de ellas, hace rato no se le veía en los medios de Comunicación, pero no ha cambiado mucho. El sigue siendo el mejor ministro de Hacienda, y persiste con la irritante maña de  mover la boca como si masticara chicle igual que lo hacía en los debates preelectorales, antes de hablar. Además, parece que va por los mismos caminos de Roy, en cuanto a corte de cabello se refiera. Raro que su presencia en el video del escándalo del hacker haya pasado desapercibida entre los colombianos, pero este es el país indignado por un día. Ahora, los congresistas del Centro Democrático quieren hacer un debate similar al acontecido, esta vez por farcpolítica, y la verdad es que me parece muy pertinente que este se lleve a cabo. A veces los ciudadanos nos enfrascamos en acusar al paramilitarismo y al narcotráfico como los principales precursores de las atrocidades más grandes de este país, pero no podemos olvidarnos de que la guerrilla ha cometido actos tan repudiables como los de los paramilitares en compañía del Estado. Uno de ellos, el asesinato de los policías en Córdoba en los últimos días. En fin, yo seguiré pretendiendo con los más ilusorios deseos que un día Uribe y Cepeda se encuentren en La Habana para hablar de paz y no de guerra, al fin y al cabo los dos son víctimas de los dos peores actores armados que han podido parir estas tierras. Los dos representan una gran parte de la historia de Colombia, y los dos son absolutamente necesarios para dejar de odiar y estrechar la mano. Nota: Es despreciable la poca presencia de los congresistas en el debate. Parece que no se tomaran en serio su papel de trabajadores del Estado y mucho menos los casi 20 millones de pesos que reciben mes a mes del bolsillo de los colombianos por primas, bonificaciones, subsidios y más primas. ¡Más cumplimiento! @Santiagoangel66
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