No ha llegado tan lejos como Enilse López, la famosa “gata” costeña, multimillonaria con sus empresas de chance y sus relaciones con el narcotráfico, pero tienen un parecido enorme en sus garras e instintos felinos. Y una vida doble: mitad doméstica, mitad salvaje.
Cielo González Villa es más sofisticada y resulta casi tierna. Con ese antifaz trastornó al entonces presidente Uribe que la alzó a la categoría de heroína, mientras saqueaba las pobres arcas de Neiva y convertía en caja menor el dinero que la alcaldía trasladaba a borbotones a las Empresas Públicas.
Pasó de ser el manso animalito de casa a convertirse en la fiera que el Huila conoce, de insaciable apetito, capaz de derribar toda clase de escrúpulos en beneficio propio y de los suyos, su entorno familiar y un pequeño sector que opera como la mafia siciliana, donde manda un “don”, que en este caso es la doña. Su hermano, Carlos Julio –como lo he dicho- siempre ha tenido un desempeño rosadito. Celiano (el otro hermano) es misterioso, sombrío, tétrico. El padre es un viejo paticaliente.
Convirtió el fango de la corrupción en la piscina de su casa, y cada día se sintió más a gusto, protegida por la impunidad que se compra con el dinero robado y los jueces corruptos. La cultura del atajo la llevó a las más altas posiciones burocráticas, en una sociedad que mira atónita o celebra el éxito del bandido.
A lo largo de varios años he venido denunciando el atraco, pero ha sido como el agua que pasa por una manguera. No de otra manera, hizo tránsito de la alcaldía a la gobernación, oronda, con sus enormes ojos turbios y sus garras de gata furiosa, cercada por la sospecha, haciendo de pajarito sorprendido.
No me extraña, en consecuencia, que tenga un pie en la cárcel ¡por fin! Pero me preocupa la eventualidad de un gobierno de su hermano, fórmula que han venido publicitando como el “2X1”. A él lo eligen porque ella está inhabilitada, pero impondrá su voluntad como la doña, inclusive desde la prisión.
“La gata” Enilse López también hizo elegir a sus hijos a la alcaldía y al Congreso. Y siguió delinquiendo desde su lecho de enferma, convertida hoy –como leí sobre otra víbora- en una vieja asquerosa después de haber sido una joven malvada.
Lope de Vega, que publicó “La Gatomaquia”, estableció que existe una clara afinidad entre algunas mujeres y las gatas, y no solamente en asuntos eróticos. Y este par de gatas (no chillan, forcejean en silencio) se parecen mucho en su voracidad política desbocada y apego feroz a la corrupción.
Y si la seguimos engordando (a la gata huilense), estaremos afilando el puñal que nos mate.
@artunduaga_
Cielo González, “la gata” del Huila
Lun, 03/08/2015 - 14:25
No ha llegado tan lejos como Enilse López, la famosa “gata” costeña, multimillonaria con sus empresas de chance y sus relaciones con el narcotráfico, pero tienen un parecido enorme en sus garra