Cerca de $ 162 mil millones se gastaron en 2012 en Estados Unidos en capacitación corporativa, en lo que Michael Beer, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard, llama "el gran robo de entrenamiento". Si el dinero se inyecta en el liderazgo y la capacitación de la gerencia generalmente no rinde el retorno de la inversión en una mejor eficacia organizacional y el rendimiento que las empresas esperan.
"Es una gran cantidad, y parte de eso funciona, y mucho no", dice Beer, citando el ejemplo de una compañía petrolera que construyó una instalación de entrenamiento de seguridad de $ 20 millones pero que a pesar de ello sufrió varios accidentes fatales.
Algunos estudios han demostrado que solo el 10% de la capacitación corporativa es efectiva, dice. No es que el contenido de los programas de entrenamiento sea necesariamente malo; más bien, es que las empresas no están sentando las bases adecuadas para sacar el máximo provecho de lo que se enseña.
Durante décadas, Beer, Magnus Finnstrom y Derek Schrader estuvieron estudiando sobre la eficacia de la capacitación y la práctica de la misma en las empresas. Ellos encontraron que la mayoría de los programas de capacitación se enfocan en desarrollar desde la superficie las verdaderas problemáticas y cambiar el comportamiento de individuos y equipos. Beer y sus colegas dicen que el problema necesita ser examinado a través de una lente más amplia, y muchos consultores o agencias a veces solo se enfocan en entregar información más no en solucionar verdaderas necesidades.
Además, otra de las razones por la cual se desperdicia dinero en estas capacitaciones se debe a que existen muchas agencias o consultores que se venden como expertos en ciertos temas, cuando en realidad estas personas lo que venden es humo.
Según una investigación que hizo Kellog Schoolf of Management sobre “Expertos vs. Charlatanes”, dice el Dr. Jonathan Weinstein y el Dr. Alvaro Sandroni, indican que “los charlatanes dan una excelente impresión de experiencia cuando no hay nada más que ignorancia”. Hoy en día muchas empresas han perdido bastante dinero al ser víctimas de estos vendedores de humo que venden ciertas tendencias que están de moda, clichés como el neuro-boom, cuando en realidad no tienen experiencia en el tema, menos las credenciales académicas o de otras autoridades que avalen lo que venden, como también nulo conocimiento a profundidad.
Volviendo a los estudios de Harvard, ellos indican que las capacitación de las buenas empresas y consultores junto con la aplicabilidad de lo aprendido por parte de las empresas, deben anidarse en un cambio organizacional y ser impulsado por el equipo directivo. Sólo así es que las capacitaciones pasan a ser efectivas y así las empresas no malgastan su plata.
Las transformaciones organizativas en todo el mundo serían más rápidas y rentables si las empresas hicieran la tarea de investigar a profundidad a las empresas o consultores que contratan, como también de que los ejecutivos de las empresas estuvieran dispuestos a crear el contexto para una capacitación eficaz en administración, comenzando con conversaciones honestas sobre el sistema y cambiándolo primero.
Por ello para finalizar les dejo a las empresas tres tips esenciales para que dejen de malagastr presupuesto en cierto tipo de consultores:
- Investigue:
- Sus estudio
- Su experiencia
- Pida referencias a profundidad de los talleres con los clientes con quien ha trabajado y verifique la validez de sus servicios.
- De Falsos Señuelos
- Mida su conocimiento