El Relleno Sanitario Doña Juana en Bogotá hoy por hoy se constituye quizás en la mayor amenaza ambiental de la ciudad; no solo por el vertimiento de lixiviados que realiza diariamente al río Tunjuelo, sino también por el impacto que causa en su entorno la liberación de grandes cantidades de gases de efecto invernadero.
Y es que en la actualidad se producen diariamente 1.300 m3 de lixiviados, líquidos contaminantes que en esa cantidad corresponden a 3 piscinas semi-olímpicas, y que luego de pasar por la Planta de Tratamiento terminan siendo arrojados al río Tunjuelo.
El operador del relleno (CGR) no cuenta con un permiso de vertimientos autorizado por la CAR. No obstante, desde 2002, maneja la Planta de Tratamiento de Lixiviados (PTL), la cual opera hoy con un caudal de líquidos muy superior para el que fue diseñado (8 l/s frente a 19,5 l/s, respectivamente). En otras palabras, la planta se encuentra sobrecargada.
Esta acumulación de lixiviados y el deficiente sistema de evacuación han sido causa de contingencias, y desde el 2006, cuando se habilitó la Zona VI para almacenar lixiviados que no estaba siendo evacuados, se vienen presentando al interior del relleno anomalías en sus mediciones de presión, lo que ha llevado a suspender operaciones en varias zonas de disposición de basuras.
En consecuencia, desde julio de 2018, el Operador CGR inició la disposición de residuos en la Zona de Biosólidos, la única con licencia ambiental vigente, pero cuya vida útil alcanzaría su fin en el año 2023.
Frente a este panorama, no podemos perder de vista los datos ofrecidos por la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP), según la cual los bogotanos producimos un mayor volumen de residuos, principalmente de materiales reutilizables, lo cual no favorece la ampliación de la vida útil del Relleno. Entre el 2012 y el 2017 aumentaron los deshechos de plástico en un 111%, los de textiles en un 168% y los de vidrio en un 133%.
Gas metano desaprovechado
Por otro lado, debemos recordar que en el Relleno Sanitario Doña Juana existe una planta de Biogás apta para procesar el gas metano producido por los residuos. Sin embargo, de los 22 mil m3 de gas que se podrían aprovechar, solo se están usando 7.000 m3 por la deficiencia en infraestructura, y en parte también por la falta de apoyo del Grupo de Energía de Bogotá, que no encuentra rentabilidad en el proyecto.
La Planta de Biogás genera hoy energía para abastecer 4 mil hogares diarios, una cifra que, aunque positiva, deja sobre el tintero el desaprovechamiento del 90% del gas metano que produce el relleno.
¿Qué está haciendo el Distrito?
Desde el 2010, la administración, operación y mantenimiento del Relleno Sanitario Doña Juana le ha costado a la ciudad cerca de 240 mil millones de pesos. Pero, como es evidente, las acciones de CGR han sido deficientes, especialmente en los últimos 3 años. Sin embargo, y pese a esto, sólo fue hasta mayo de 2018 que la Superintendencia de Servicios suscribió un Acuerdo de Gestión con CGR con el fin de subsanar deficiencias técnicas y financieras.
Como nuevas alternativas surge también un estudio reciente del Banco Mundial que ofrece 3 panoramas para el actual manejo de residuos en Bogotá, basados en los requerimientos de espacio, tecnología, impactos ambientales, características de los residuos, costos de inversión y operación. No obstante, ninguno de los escenarios propuestos es financieramente viable para el Distrito, exceptuando un panorama que contemple un incremento en las tarifas de disposición final y subsidios adicionales.
Reducción de volúmenes, compromiso ineludible de la siguiente Alcaldía
A 2050 se espera que las toneladas que ingresan diariamente al relleno sean hasta 3 veces más de las producidas actualmente, lo que equivale a cerca de 7 millones de toneladas al año. Es así como el nuevo POT propone aprovechar el 40% (3.600 Ton.) de los residuos a 2032, y la estrategia consiste en aumentar el reciclaje e incorporar un modelo de solución tecnológica para el tratamiento, valorización y disposición final de los residuos sólidos.
Mientras tanto, a corto plazo la administración propone habilitar una zona de 150 hectáreas de antiguos depósitos de residuos sólidos que aumentarían la capacidad de almacenamiento en la ciudad por 34 años más, es decir hasta el año 2057.
Así las cosas, los grandes retos del relleno están hoy relacionados con la falta de infraestructura para el manejo de residuos, la carencia de un marco regulatorio para tecnologías distintas a las ya utilizadas, y la necesidad de una mayor capacidad institucional para el desarrollo de programas para el tratamiento y aprovechamiento.
Es por esto que la próxima administración distrital debe prever, sin duda, la situación que va a recibir en materia de lixiviados, teniendo en cuenta cada detalle de las obras de ampliación y optimización de la planta para un mejor tratamiento de estos líquidos contaminantes; además de ponerle la lupa a las ampliaciones de la planta de biogás y pensar con mayor claridad técnica la posibilidad de extender la vida útil del relleno en los próximos años. Pero, especialmente, la próxima administración deberá convocar a la ciudadanía a un compromiso serio en relación con el reciclaje, si de verdad queremos reducir la cantidad de residuos como un compromiso real con Bogotá, con nosotros mismos y sobre todo con el medio ambiente.
Doña Juana ¿hay solución?
Jue, 04/04/2019 - 09:11
El Relleno Sanitario Doña Juana en Bogotá hoy por hoy se constituye quizás en la mayor amenaza ambiental de la ciudad; no solo por el vertimiento de lixiviados que realiza diariamente al río Tunju