El castigo del error, es un error que castiga

Dom, 07/01/2018 - 03:48
Carga pesada la que se lleva a cuestas cuando el error fue castigado.
Carga que trasciende entre generaciones cuando el error se sigue ca

Carga pesada la que se lleva a cuestas cuando el error fue castigado.

Carga que trasciende entre generaciones cuando el error se sigue castigando.

Carga que contamina el cuerpo con sensaciones, dolores y toda clase de somatizaciones.

Carga que paraliza, enceguece y entorpece.

Que carga tan pesada, ¿Sabia usted que puede ser uno de esos seres humanos que ha llevado a sus espaldas la carga del error castigado?

Y de esta carga, ¿Usted sabía que el error castigado es un error que castiga?

Las culpas y la frustración que se generan en un niño, cuando el error es castigado, vicia poco a poco su autoestima y la posibilidad de explorar y crear libremente. Los aprendizajes requieren practica y a través de la practica, necesariamente hay desaciertos y/o errores, que disminuyen y desparecen en la medida que aumentan el conocimiento, la practica y las habilidades.

Entonces: ¿Por qué carga pesada? ¿Por qué es un error, castigar el error? ¿Por qué puede castigar un error?

Porque el impacto ocasionado por el error castigado, se va impregnando en el ser humano, desde sus primeros años, hasta los últimos días de su vida.

Porque la vida es un navegar por diferentes aprendizajes. Cuando se esta conociendo, cuando se está aprendiendo, necesariamente hay desaciertos, equivocaciones o a los que se les llama errores. Por lo tanto, cuando el aprendizaje no fluye libremente, interferido por castigos ante los errores naturales, la persona aprende erróneamente que no se puede equivocar:

¿Y entonces cómo aprende?

Aprende durante su vida, con un juez implacable permanente, que sale de su memoria de niño, diciendo:

“Prohibidas las equivocaciones, no se pueden cometer errores”.

Es entonces cuando el error se vuelve un castigo por si solo “Es el error que castiga”, es esa carga pesada del día a día, que se transforma en culpas, estrés y angustias, cuando las cosas no salen bien. El error es creer que errar es un error, el error es castigarlo o juzgarlo, el error es cargarlo.

Ahora, desde hoy y para cada uno de los momentos de su vida, en los que usted seguirá teniendo el privilegio de crecer a través de sus aprendizajes, encárguese del “Error que castiga”. Disfrute de cada nuevo aprendizaje, aproveche los errores para conocerse, acéptese con ellos y goce al ver y sentir sus logros y progresos, gracias a los errores del camino.

“Rompa la cadena del castigo del error y libérese y libere del error que castiga”
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