El contrato de basuras huele mal

Nuevas denuncias sobre la controvertida debacle de la implementación del nuevo esquema de basuras en Bogotá son parte de la temática a la cual intentaremos ponerle lupa a continuación en términos de plazo; monto, importación y su ilegalidad, falta de selección entre varias propuestas.

Nuevas denuncias sobre basuras en Bogotá Como lo recogieron varios medios de comunicación, radicamos unas denuncias y quejas respecto de las nuevas irregularidades advertidas respecto de la contratación de camiones compactadores para la recolección de basuras en la ciudad. El precio no es correcto Los mismos camiones usados habían sido ofertados  en venta por idéntico precio; 27 millones de pesos,  prácticamente  por el que terminó arrendándolos mensualmente: 21 millones de pesos, elevando su precio por tanto en más de un 500%.  Dicha oferta de venta se habría presentado  por  Óscar Salazar Franco, directivo de la firma Corpo-Aseo Tota, a su vez integrante de la Unión Temporal Districapital, la cual  arrendó finalmente los camiones importados usados a Aguas Bogotá. El que mucho escoge… Más aún, se habrían presentado otras varias ofertas para proveer dichos rodantes compactadores existentes en el país, sin necesidad de importarlos,  e incluso a precios más económicos, pues los arrendados no incluyen el costo de operación que incluye operarios, mantenimiento  y seguros, entre otros. Palabras sensatas… oídos sordos Incluso la Junta Directiva  de Aguas Bogotá se opuso a la importación de camiones usados para la recolección de basura por ser esta ilegal. Peor aún, la importación la terminó haciendo Aguas Bogotá, y no el contratista por lo que ésta debe reexportarla y asumir los costos. Mas allá  del mal La vigencia del contrato se extendió hasta junio de 2013, a sabiendas que los nuevos compactadores serían entregados y puestos en operación dos meses antes, en abril próximo, con lo que el contratista tendrá derecho en mayo y junio al pago de varios miles de millones de pesos de arriendo sin haber utilizado dichos compactadores usados. El problema de las basuras en Bogotá no es nuevo. De administraciones anteriores se venía aplazando la contratación, y al amparo de las decisiones dilatorias de la Corte Constitucional en favor de los recicladores, la ciudad entera transitó por varias urgencias manifiestas para mantener a los mediocres prestadores del servicio de aseo que ha tenido la ciudad. Pero el cambio de modelo aunque logró una disminución de la tarifa – como lo solicitamos a la Alcaldía– no termina resolviendo el tema de la transparencia en su ejecución, ni las graves deficiencias en calidad del servicio todavía, las cuales pasan por el reciclaje y el respeto tanto del Patrimonio Público como del medio ambiente. @pablobustossanc