Los huilenses de bien (los que trabajan y no se dedican a robar) se sorprendieron por el descaro. El expresidente Álvaro Uribe y la corrupta y destituida gobernadora Cielo González Villa compartieron la mesa principal con los candidatos del Puro Centro Democrático, en la visita que todos hicieron este fin de semana.
La funcionaria fue retirada del cargo –por la Procuraduría- después de tres sanciones disciplinarias. Y la Fiscalía y otros organismos la investigan por el saqueo a Neiva (en sus tiempos de alcaldesa), que va desde asalto a las Empresas Públicas, que convirtió en su caja menor, hasta la construcción de un reservorio inservible hasta la fecha, no obstante la inversión de más de $30 mil millones.
Sabiendo todo, el partido de la U le concedió el aval en su aspiración a la gobernación, que ganó comprando concejales, líderes y jefes políticos de todos los partidos. Se calcula que en el año que duró en la administración, dilapidó recursos del departamento para “recuperar lo invertido”.
La señora González me ha demandado unas diez veces y siempre le he ganado ante los jueces, demostrando que robó a Neiva. El Tribunal del Huila precisó que el buen nombre de un funcionario público no es un derecho automático, sino que debe corresponder al comportamiento y ejecuciones de la persona. La Contraloría General de la Nación demostró más de 300 ilícitos en contratos.
Todo esto lo conocen el senador Juan Lozano, expresidente de la U y Uribe que un día la llamó “heroína”. Sin embargo, no sólo compartió la mesa principal en Neiva sino que después se paseó con ella por el Huila. Existe la versión de que Carlos Julio, hermano de Cielo, aspirará al Senado en las listas de Uribe, después de una mediocre legislatura como congresista liberal.
Es posible que Uribe, como en anterior ocasión –siendo Presidente de la República- piense que mientras no la metan a la cárcel, toda compañía es valida, todo voto es bienvenido, porque Cielo –como también otros maleantes que estuvieron en su gobierno- es una buena muchacha.
EL POBRE JUAN GABRIEL
Los primeros minutos fueron de rechifla para el cantante Juan Gabriel, en su presentación en Bogotá y en el ocaso de su carrera.
No por lo rollizo y mofletudo. Tampoco por la pantomima que hacían los músicos conseguidos en la ciudad. Muchos menos por su amaneramiento de siempre. La verdad es que Juan Gabriel apareció como una vieja señorona y –lo peor- destemplada.
Se cuidó de poner otras imágenes en la pantalla principal y sólo salió en las pequeñas, que casi lo ocultaban. Desafinado y con un mal sonido, Juan Gabriel espantó a buena parte de la audiencia, que no se declaró robada después de ver –minutos antes- un excelente show de Marc Anthony. Y a un cantante vallenato, que se lució bailando con su hijo, arrunchados.
Difícil eso de decidir el retiro. Casos tristes hemos visto en Colombia, como el de Pacheco, marginado de la televisión, de correría por el país con un grupito musical, implorando aplausos. Y el de la popular Claudia de Colombia, pidiendo –por estos días- un grammy, en una entrevista en Miami.
Duro es admitirlo, pero acertado el que se retira antes de hacer el ridículo. O termina uno como el “viejo paticaliente” de Neiva, detrás de jovencitas de 15, ofreciendo puestos en la alcaldía de la hija.
El descaro de Uribe - Cielo y ocaso de Juan Gabriel
Mar, 20/08/2013 - 01:05
Los huilenses de bien (los que trabajan y no se dedican a robar) se sorprendieron por el descaro. El expresidente Álvaro Uribe y la corrupta y destituida gobernadora Cielo González Villa compartiero