El fiscal general, Néstor Humberto Martínez, rompió el largo silencio (estuvo hospitalizado por una fractura lumbar) sobre el caso del fiscal corrupto Gustavo Moreno detenido después de seguimiento que le hizo la justicia norteamericana para comprobar que presionaba por dinero al exgobernador Lyons de Córdoba, encartado por varios hechos de corrupción.
Martínez habló con la revista Semana y dijo que fue la Fiscalía colombiana la que descubrió los hechos.
Y explicó: “Empezamos a recibir anónimos, informaciones que hicieron alentar las tareas de indagación y luego se consolidó la línea investigativa gracias al aporte del abogado del señor Lyons, quien se reunió con el fiscal y la vicefiscal general de la Nación el 12 de mayo. Cuando existió la evidencia de que había exigencias de dinero a Lyons, ese mismo día se abrió una investigación que delegué por escrito en cabeza del director de la Unidad de Fiscales Delegados ante la Corte Suprema.
¿Cuándo se involucró Estados Unidos en el caso?
En la medida en que la investigación fue avanzando y fuimos estableciendo que había un viaje de Moreno a Estados Unidos que estaba coordinando el abogado Pinilla, alias Porcino, llamamos inmediatamente al Departamento de Justicia porque era necesario tener la prueba del pago. Y les solicitamos formalmente cooperación. Ellos, de inmediato, sin pensarlo, porque son un socio estratégico maravilloso, ofrecieron que harían la cooperación internacional. Y eso implicaba que ellos inmediatamente tomaran contacto con Lyons para que el operativo fuera eficaz.
El exgobernador les manifestó a los agentes norteamericanos que desde el mes de noviembre Moreno lo había abordado, llegado hasta su apartamento en Bogotá. Le pidió salir del apartamento, lo montó en su propio carro, y empezó a hablar de cómo se podía colaborar en el caso de él al amparo de unas exigencias materiales y económicas.
Nadie lo recomendó
¿Qué falló con este nombramiento?, le pregunta el mismo medio. Y Martínez se desmontó de una eventual ligereza en la designación:
-Mirándolo en retrospectiva, hay que ver qué falló. Resulta que su hoja de vida se acompasaba con los requerimientos del cargo, daba cuenta de un académico que se movía en las universidades, autor de muchos libros y conocedor del sistema penal. Se hizo un estudio de seguridad, también pruebas psicológicas. Además, como es un cargo estratégico que trabaja mucho con la cooperación norteamericana, le solicitamos a la DEA que hiciera el polígrafo. Y pasó esa prueba adecuadamente. De lo contrario, los estadounidenses nunca hubieran trabajado con el director de la Unidad Anticorrupción. Luego sí hubo debida diligencia para el nombramiento.
Pero se ha dicho que el magistrado José Luis Barceló le advirtió que Moreno no era de fiar.
Yo creo que el magistrado Barceló jamás ha dicho eso porque él ha hablado conmigo después de mi posesión solamente en una oportunidad en la Corte Suprema y acerca de unos informes de Policía Judicial para una investigación, que estaban en mora. El magistrado Barceló jamás me tocó el tema Moreno.
¿No cree usted que le corresponde cierta responsabilidad política por ese nombramiento?
La responsabilidad al frente de entidades como la Fiscalía no es solamente respecto a la selección, sino también por la vigilancia de los funcionarios, una responsabilidad in vigilando. Y ella no falló. Aseguramos la integridad de las investigaciones. Porque advertimos a tiempo lo que estaba ocurriendo.
La investigación, según los mismos aliados del Departamento de Investigación de Estados Unidos, es la más rápida que se ha hecho en el sur de la Florida en décadas. ¡En apenas tres semanas! Mover el aparato de Justicia estadounidense no es tan fácil. Tenemos horas de evidencia, videos, audios de lo que estaba ocurriendo. Y fue tan oprobioso lo que allí sucedió, que después de conocer el caso el gobierno norteamericano tomó interés en judicializar allá también. La lucha anticorrupción empieza por dentro. Son muchas las investigaciones en curso y no nos detendremos hasta que la casa esté limpia, esa es una tarea inaplazable.
Las investigaciones a cargo de Moreno
Ya que está demostrado que Moreno era un corrupto, cuéntenos cuáles casos importantes pasaron por las manos de él.
Las investigaciones más importantes como Reficar u Odebrecht, que son las macroinvestigaciones en curso, nada tuvieron que ver con Moreno. Él no coordinaba ninguna de ellas. El caso de Bioenergy sí está adscrito a esa unidad, pero por encima de Moreno hay un director, Álvaro Osorio, quien coordina esa investigación.
Bueno, pero algo tuvo que haber pasado por sus manos aunque no sean los expedientes que usted acaba de mencionar. Si se probó que recibió un soborno, pudo haber recibido otros. ¿Qué pasa con esos casos?
Moreno no era fiscal de casos, pero sí coordinaba las investigaciones regionales y unas investigaciones en las cuales tiene mucho interés la Fiscalía, son los casos de corrupción a nivel nacional por los Planes de Ordenamiento Territorial, los llamados POT. A esas investigaciones yo mismo les he estado haciendo seguimiento y van por muy buen rumbo. Pronto veremos serias determinaciones.
¿Se afectó el programa Bolsillos de Cristal con lo que pasó con Moreno?
Para nada. Ahora está más fuerte que nunca. Nos fortalece nuestra autoridad moral para seguir investigando por toda Colombia.
El fiscal Martínez habla del fiscal corrupto
Dom, 09/07/2017 - 16:15
El fiscal general, Néstor Humberto Martínez, rompió el largo silencio (estuvo hospitalizado por una fractura lumbar) sobre el caso del fiscal corrupto Gustavo Moreno detenido después de seguimient