Con motivo del anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, el presidente Barack Obama dijo: “En particular quiero dar las gracias a Francisco, cuyo ejemplo moral nos muestra la importancia de perseguir el mundo como debería ser en lugar de simplemente conformarse con el mundo tal como es”.
Como podrán suponer Francisco es el Papa, el Santo Padre, el Sumo Pontífice, quien con su ejemplo, pero también con el de Obama y -¿por qué no?- el de Raúl Castro, nos pretenden imponer un mundo como debería ser. Para ellos el mundo no debería ser como es sino de otra forma, pero no de cualquiera, a su medida. Con su ejemplo podemos atisbar cuál es el mundo que nos proponen cuando, en un gesto histórico, este trío de personalidades que detectan un inmenso poder, deciden que la dictadura funesta de los Castro, tal y como es, de ahora en adelante hace parte del “mundo como debería ser”.
¡Qué tal que ahora se les ocurra incluir a otro ‘iluminado’! Me refiero a Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, quien es experto también en llevar conversaciones a espaldas del “mundo tal como es”, es decir de todos nosotros, simples humanos, que hacemos parte de ese mundo, y entre ellos nos construyan un país como consideran que debería ser.
No es coincidencia que estos cuatro personajes no asistieran el domingo pasado a la gran manifestación en París contra el terrorismo. Me imagino que siendo Cuba promotora de grupos terroristas no valía la pena llamar a suspicacias, dejando en evidencia que entre ellos se cuidan las espaldas.
Como parte esencial de la política impuesta por Fidel Castro se incluye el patrocinio de grupos terroristas. Colombia la ha padecido desde hace más de cinco décadas con dos tenebrosos grupos, Las FARC y el ELN, hijos del plan de expansión del comunismo castrista.
Con el respeto que se merece Su Santidad, no deja de ser sospechosa su manera de actuar. Que los Papas actúen a escondidas hace parte del misterio que rodea al Vaticano, pero creíamos que era cosa del pasado. Año y medio de conversaciones secretas en un mundo globalizado y ocupándose en ellas de asuntos que afectan seriamente la geopolítica, es por demás extraño. Nadie se enteró, ni siquiera las redes de espionaje cibernético, cuando son constantes las denuncias de infiltración en los asuntos más custodiados de cada país.
Que se hayan llevado a cabo esas conversaciones en Canadá no deja de ser curioso y que no se hayan filtrado cuando, por ejemplo, en Colombia nos enteramos de las gestiones de Juan Manuel Santos con las FARC, a espaldas del país, por las denuncias hechas por la oposición, deja muchas preguntas en el aire, entre ellas la de cómo pudieron mantener conversaciones secretas personajes de esa talla, en lugares tan visibles y tratando un tema tan crucial
Aparte de su ausencia en la marcha en París estos cuatro personajes tienen otras cosas en común. Resalta su afán de querer hacer historia -construir el “mundo como debería ser”- y su interés por pasar a la historia. Como tienen predecesores que realmente hicieron historia, de la buena o de la mala eso poco importa con tal de satisfacer la vanidad de ególatras con poder, los ha llevado a distorsionar la percepción de los acontecimientos intentando hacerlos aparecer como no son.
Con el fin de lograr “saborear con alegría algunos frutos de paz”, palabras del Papa Francisco con las que demostraba satisfacción por haber contribuido a “poner fin a un silencio recíproco que ha durado medio siglo”, estos mandatarios han encontrado el camino para llegar a la posteridad, alcanzar ‘la paz’, cueste lo que cueste.
Tener que superar a Juan Pablo II en el caso del Papa Francisco, a Kennedy en el de Obama, a su hermano Fidel en el de Raúl y a Uribe en el de Santos, los ha puesto en verdaderos aprietos que los conducen a decisiones con las que el mundo como es, y no el que ellos pretenden, no ve con buenos ojos.
El mundo como debería ser y el mundo como es
Jue, 15/01/2015 - 04:35
Con motivo del anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, el presidente Barack Obama dijo: “En particular quiero dar las gracias a Francisco, cuyo ejem