Cuando dos autoridades de la Fiscalía y del INML coinciden en decir que la violencia sexual contra niñas y niños es una epidemia, el tema debe preocuparnos y tenemos la obligación de actuar de inmediato. No solo como institucionalidad sino como familias y sociedad, porque trabajar por la erradicación de este delito es responsabilidad de todas y de todos.
La problemática empieza en la casa, con la violencia intrafamiliar, con el irrespeto, la intolerancia, con la cultura patriarcal y el machismo que cree que los más vulnerables tienen como rol en el hogar aguantar humillaciones, malos tratos, cosificaciones, de forma que terminan siendo víctimas de diversas formas de violencias, entre ellas, la violencia sexual.
Las cifras de Medicina Legal nos hablan del hogar como el lugar más peligroso para las niñas, niños y adolescentes del país, es difícil entender porque el espacio que debería ser el entorno donde deberíamos estar más seguros, donde deberíamos recibir el ejemplo de respeto y resolución de conflictos, termina siendo un lugar de pesadilla, de dolor, donde no se quiere estar, donde se impone la ley del silencio y donde se guardan muchos secretos.
Y este es el drama de muchas de las víctimas de la violencia sexual, condenados a llevar en silencio y soledad este insoportable daño, que se convierte en un lacerante secreto. Cómo entender que una persona en quien se confía o se quiere te puede llegar hacer daño, cómo entender que tu propio padre, abuelo o tío te violentan sexualmente, o que tu profesor o guía espiritual abusa de ti. ¿cómo una víctima puede asimilar esto?
No es fácil, y entonces está la confusión, el miedo y muchos otros factores que no permiten que las víctimas puedan contar o denunciar, además, cuando lo hacen no se les creé, no reciben apoyo o acompañamiento. Somos una sociedad que juzga y abandona a las víctimas de la violencia sexual, y aún más doloroso sabiendo que en su gran mayoría son niñas y niños menores de 14 años, según Medicina Legal representa más del 70 % de las víctimas de este delito.
Los invito a trabajar desde cualquier espacio para devolverles el derecho a la palabra a todas las niñas, niños, adolescentes, mujeres, e incluso hombres, que son y que fueron víctimas de la violencia sexual. Somos corresponsables y tenemos una deuda como sociedad, es tiempo de que se les crea , que sientan que no están solas o solos, no importa si el hecho acaba de ocurrir o sucedió hace 40 años, las víctimas tienen derecho a contar, a denunciar, a no ser señaladas o estigmatizadas.
Este es un tema urgente, retomo la idea de que la violencia sexual es una epidemia que se ha mantenido silenciosa por años, dañando y afectando a muchas generaciones, es tiempo de parar, de detener y romper las cadenas del abuso. Todas y todos tenemos la responsabilidad de cuidar y proteger a las niñas y niños, no más silencio, no le demos más la espalda a esta tragedia.
Martha Ordóñez.
Fiscalía y Medicina Legal califican violencia sexual infantil como una epidemia
Mar, 30/10/2018 - 04:56
Cuando dos autoridades de la Fiscalía y del INML coinciden en decir que la violencia sexual contra niñas y niños es una epidemia, el tema debe preocuparnos y tenemos la obligación de ac