Las cifras no mienten, aunque la Registraduría despierta muchas suspicacias, y nadie ha podido demostrar la confiabilidad al 100% de sus guarismos electorales.
Los resultados son claros: Iván Duque obtuvo 7´569.693 votos, que equivalen al 39,14% del total, con una ventaja cercana a los tres millones de votos sobre Petro, quien sumó 4´850.497 votos. es decir, el 25,08%. Les siguieron: Fajardo, con 4´589.696: el 23,73%; Vargas Lleras con 1.407.502, el 7.28% y De la Calle, con 399.109, el 2.06%
La distancia porcentual de más de 14 puntos sobre Petro, se esperaba, dada la radicalización y el odio de clases que infecta su discurso; el apoyo repudiable de los dineros de las FARC y el haber sido asesor de Chávez en el modelo económico de expropiaciones, que arruinó a Venezuela y quiere implementarnos.
Sorprendió Fajardo por su victoria en Bogotá, que era el fortín de Petro, de quien quedó a solo 260.800 votos y pudo haberle ganado, porque los bogotanos, martirizados por su pésima administración, lo castigaron y lo seguirán castigando en las urnas, dejando claro que están arrepentidos de haberlo elegido. Esos bogotanos Fajardistas, jamás votarán por quien les estropeó la ciudad, así Fajardo se los pida. Porque los votos de opinión no se endosan, como los de la mermelada.
Ganó Colombia en cabeza de Iván Duque, quien se metió en el corazón nacional, gracias a su ecuanimidad, a sus posiciones claras y alejadas de sectarismos y a su capacidad y preparación intelectual.
No le ha sido fácil, porque es cero politiquería y cero corrupción y antes de ser candidato debió sortear muchas dificultades y obtener victorias consecutivas.
Iván Duque era el mejor senador, pero para lanzarse a la presidencia no tenía más respaldo que el de Luigi Echeverri, de Alicia Arango, de Gloriza Ramírez y de un grupo de amigos, entre quienes me cuento, y por eso doy fe del paso a paso, para ganar, primero, a los precandidatos del CD y conseguir el apoyo de Uribe; luego vencer en la consulta interpartidista a Martha Lucía y Ordóñez y finalmente ganar las elecciones nacionales.
La victoria de Duque deja experiencias inéditas en la historia electoral: colombiana la primera es la derrota vergonzosa a Santos en cabeza de Vargas Lleras, diabético de mermelada y la segunda, fue la humillación, que esta victoria significa para gobernadores, alcaldes, diputados, concejales, congresistas y contratistas del Estado, en fin, para toda la clase política, derribando el mito de que son ellos quienes mueven los votos, y dando la razón a Luigi Echeverri, quien se negó a recibirlos, afirmando que solo representan el 15% del electorado, y son los que pudren la política, con sus clientelismos y ambiciones.
Ya Fajardo, de La Calle y Petro, anunciaron alianza contra Duque y esto pronostica que la segunda vuelta será entre la Cubazuela socialista y la democracia a lo Duque, centrada en la generación de capital con responsabilidad social, para que todos tengan sin quitarle a nadie; con respeto a la inversión y propiedad privada; con un Estado fuerte, pero no intruso ni corrupto; con devolución de la dignidad a las Fuerzas armadas; con seguridad y justicia sin impunidad y con sometimiento a los criminales; con garantías pensionales y con una educación formadora, que incluya la Cátedra de la paz, que mezcla saberes locales con derechos humanos y en fin, un país que retorne al rumbo de la moralidad, del respeto y de la prosperidad.
Duque presidente. Para que Colombia vuelva a ganar el 17 de junio.
Ganó Colombia con Duque
Mar, 29/05/2018 - 05:41
Las cifras no mienten, aunque la Registraduría despierta muchas suspicacias, y nadie ha podido demostrar la confiabilidad al 100% de sus guarismos electorales.
Los resultados son claros: Iván Duq
Los resultados son claros: Iván Duq