El 78% de la población de Colombia vive en áreas urbanas y esa dinámica de crecimiento de las ciudades se mantendrá en las siguientes tres décadas. En el año 2050 seremos alrededor de 52 millones de colombianos los que viviremos en todo tipo de ciudades. De hecho, hoy ya más de 47 centros urbanos tienen más de 100 mil habitantes y generan alrededor del 76% del producto interno bruto del país.
La urbanización genera beneficios económicos, a mayor tasa de crecimiento de las ciudades en un país se presentan mayores niveles de ingreso y menores niveles de pobreza.
En Colombia ha venido surgiendo realmente un sistema de ciudades metropolitanas. En donde una ciudad principal genera relaciones económicas, sociales y ambientales con los municipios de su entorno. Son áreas vibrantes para el comercio, las industrias, el desarrollo de viviendas, pero a la vez han comenzado a enfrentar serios problemas de crimen, congestión y contaminación. Tal es el caso de Bogotá y los municipios de la Sabana o Medellín y toda su área metropolitana. Pero también lo son las capitales intermedias del eje cafetero o el anillo caribe con Barranquilla, Cartagena y Santamarta.
Ante esa nueva realidad urbana es fundamental que el nuevo Presidente tenga una visión y un programa para que las ciudades colombianas tengan un futuro sostenible.
Duque propone un programa que se centra en desarrollar ciudades verdes, creativas, seguras, conectadas y con equidad. Su apuesta principal es por un crecimiento organizado y planeado de las ciudades y áreas metropolitanas. En donde se incremente el pie de fuerza de la policía, se use la tecnología con cámaras de seguridad y detección.
Propone que en el año 2040 toda la movilidad de las ciudades sea eléctrica. Lo cuál redundará en una transformación vital de los sistemas de transporte masivo e innovaciones para reducir la grave situación de congestión que tanto afecta la calidad de vida de todas las familias. El impulso a las zonas libres wi-fi en parques y espacios púbicos permitirá también un avance en el acceso más democrático a la tecnología.
Su bandera de la creatividad, con una economía urbana que impulsa el emprendimiento será esencial para que nuestras ciudades sean más vibrantes en su desarrollo económico y se abran miles de oportunidades para el talento de los jóvenes; se potencie la capacidad de las micro, pequeñas y medianas empresas. La ley de economía naranja impulsada por Duque, comenzará a tomar forma en los municipios, como comenzó a pasar en Bogotá. Veremos Distritos Creativos donde se integren emprendedores, inversionistas y universidades. Allí los jóvenes podrán crear su futuro a partir de iniciativas empresariales alrededor de la cultura, la gastronomía, el desarrollo de software, los videojuegos. Ciudades que crecen a partir de la creatividad y la innovación.
Los centros SACUDETE (Salud, Cultura, Emprendimiento y Tecnología) serán la gran apuesta para que en las localidades y barrios más vulnerables, los jóvenes puedan progresar, al mismo tiempo, una forma para usar el tiempo libre de forma creativa y evitar que sigan a merced de los riesgos del microtráfico, del consumo de drogas y las pocas oportunidades para ser actores de la ciudad. Allí serán ellos los que se apropien y transformen sus barrios.
Ha puesto Duque en la agenda urbana temas esenciales de sostenibilidad; La calidad del agua, del aire y el manejo de sus basuras. Impulsará mejores sistemas de control y monitoreo de la calidad el aire, incluyendo estrictos sistemas de vigilancia y control para contaminadores. En materia de desechos propone el impulso al reciclaje y el uso de tecnologías como el plasma para convertir la basura en energía y mas bien comenzar a pensar en terminar con los rellenos sanitarios.
Como Bogotano me gusta que Duque este comprometido a terminar la primera línea del Metro con las troncales alimentadoras nuevas de Transmilenio y a asegurar la construcción de la avenida ALO para el beneficio de los ciudadanos de Bosa, Kennedy, Fontibón, Engativá y Suba.
Duque y Martha Lucia son una dupla que ha demostrado su carácter, su preparación, su talante democrático. Representan a una nueva generación de la política, que cree en el mérito, que con humildad recorrieron el país, oyeron a sus ciudades y han recogido en su visión y programa, una apuesta para que construyamos un país con oportunidades..
Un país de ciudades requiere un presidente actuante y presente. En la Colombia del siglo XXI, el Presidente debe tener en su visión a las ciudades con sus realidades y debe actuar para que en ellas se construya un futuro para todos.
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