Esta es la historia de un mico chicanero con bombo y platillas públicas. La ley anticorrupción de 2011 ordenó, a todas las entidades nacionales y territoriales, reducir en un treinta por ciento los rubros para publicidad o difusión de campañas institucionales. Además estableció que una vez practicada la reducción inicial, el incremento anual podría ser máximo en el índice de precios al consumidor.
Esa norma la demandaron invocando que dicho recorte al gasto de dineros públicos en publicidad oficial era un elemento ajeno a la temática de la lucha contra la corrupción, es decir, que violaba la unidad de materia de las leyes. También esgrimieron que la austeridad tenía vicios de trámite en su formación por no haber sido aprobada en los cuatro debates. Sin embargo, la Corte Constitucional mediante la sentencia C-357 de 11 de julio de 2012 la declaró ajustada a la Carta.
Si la demanda de inconstitucionalidad hubiera sido la única acción para exterminar dichas restricciones al uso de los impuestos pagados por los ciudadanos, habría seguido rigiendo el límite al derroche en autobombo. Pero resulta que de manera paralela a la táctica jurídica, por si no triunfaban con la demanda, se adelantó con urgencia una maniobra política para que el Congreso desapareciera la restricción al derroche publicitario del ejecutivo.
El tejemaneje del gobierno, interesado en desaparecer el recorte al presupuesto para gastos en publicidad oficial, consistió en hacer aprobar por los congresistas una derogatoria, esa sí muy discreta, y sin mayor discusión, así que la camuflaron en el último artículo, que corresponde a la vigencia, de una ley sobre el régimen de los municipios, que no tiene ninguna relación con propaganda estatal. Dicha derogatoria es un mico. Esa ley fue firmada por el Presidente de la República, doctor Juan Manuel Santos, el 6 de julio de 2012, es decir, tan solo cinco días antes de la sentencia de la Corte Constitucional.
De esa manera, el gobierno nacional logró derogar el límite al gasto en esa publicidad tan hostigante por lo omnipresente, y tan desafiante por lo desconectada de la realidad, para darle vía libre al mico chicanero con bombo y platillas públicas.
Mico chicanero
Sáb, 24/08/2013 - 16:38
Esta es la historia de un mico chicanero con bombo y platillas públicas. La ley anticorrupción de 2011 ordenó, a todas las entidades nacionales y territoriales, reducir en un treinta por ciento lo