Juan Fernando Cristo no resistió la tentación de estar en el abanico de los presidenciables y renunciará en estos días, antes del 1 de junio, tiempo señalado para no inhabilitarse. En su reemplazo llegaría a la cartera del Interior (antiguo ministerio de gobierno) el exsenador Camilo Sánchez, con una larga carrera en el Congreso y, además, especialista en temas económicos.
Sánchez decidió un día no postularse al Senado, sin dar explicaciones distintas a que estaba cansado del duro trajín político. Surgieron distintas especulaciones pero ninguna tomó fuerza o fue comentada por el jefe liberal de Cundinamarca, donde tenía su mayor cauda electoral.
Camilo es hijo de Julio César Sánchez, exalcalde de Bogotá y exgobernador de Cundinamarca, excongresista, personaje muy cercano al entonces presidente Virgilio Barco.
Un segundo nombre que suena para ocupar el cargo es el hoy viceministro Guillermo Rivera Flórez, ex Representante a la Cámara por el departamento del Putumayo, quien ha venido vinculado al gobierno Santos en su segundo mandato y ha sido encargado en varias oportunidades del ministerio del interior.
Gómez a Mindefensa
Conocido el distanciamiento entre el Presidente y su ministro de defensa, Luis Carlos Villegas (no desmentido), se da por seguro su retiro inminente. En su reemplazo sería nombrado Alfonso Gómez Méndez, quien ejerció como ministro de Justicia en este gobierno.
Gómez Méndez ha sido congresista, procurador y fiscal. Su cercanía es fuerte con el Jefe del Estado, desde sus tiempos de periodista en El Tiempo. Al decir de personas cercanas, Santos lo estima y respeta por su condición de jurista y hombre de pensamiento liberal.
A propósito: tanto Sánchez como Gómez Méndez son liberales y, al parecer, el presidente viene consolidando su relación con ese partido al que perteneció antes de pertenecer al partido de la U, el que creó Uribe y después el que pasó a liderar.
Es posible que el relevo ministerial incluya a por lo menos cinco o seis titulares, y será el equipo con el que Santos termine sus dos períodos de gobierno. Acertar es decisivo para mejorar su imagen hoy desgastada por diversas razones, que incluyen una situación económica difícil y un proceso de paz en dificultades, en tanto que problemas de orden público que no se resuelven satisfactoriamente.
