Mucha agua ha pasado por debajo del puente desde 1.922, cuando osados y visionarios cineastas Colombianos se lanzaron a la aventura de rodar la primera película nacional: “María” recreada en “El Paraiso”, del Valle del Cauca, lugar dónde fue escrita la historia del amor eterno de María por Efraín. Esta película se constituyó en el primer largometraje argumental mudo y marcó el inicio de éste arte en el país que tuvo una pausa larga hasta hace unos diez años, cuando a raíz de la aprobación de la ley del Cine nacional por parte del Ministerio de la Cultura, floreció y está dando frutos apetecidos en numerosos e importantes Festivales de la especialidad en el mundo. Incluso el apetecido “Premio Oscar” de Hollywood contando con los Cannes Franceses, los Goya Españoles y otros menos nombrados pero atractivos a la hora de la figuración y poder de convocatoria.
En el intermedio han figurado algunos largometrajes dignos de ser tenidos en cuenta a la hora de contar la historia de nuestro cine, pero han estado solitarios en su representación. Rodrigo D, no futuro, abrió el mercado internacional en Cannes por lo escabrosa de su temática y la presencia de sus actores naturales en la hermosa ciudad encabezados por la protagonista, la niña en ese momento Lady Tabares con una historia triste tras de sí. Apenas la punta de iceberg del problema del comercio de la droga en Colombia.
Es verdaderamente motivante ver como desde l.922 hasta el 2017, las cosas han ido cambiando para bien de la industria y hoy tenemos los “Premios Macondo” que serán entregados el 14 de diciembre de 2017 en el recuperado y emblemático Teatro Faenza, allá en la calle 22 entre carreras 6 y 7 del Centro de Bogotá, en elegante y nutrida ceremonia con alfombra roja incluida, por la cual desfilarán los miembros de la Academia de Cine Colombiana y los actores y actrices de los elencos de cada una de las películas competidoras en los diferentes renglones premiados por los miembros de la Academia. Labor nada fácil para ellos. Son 27 películas inscritas, 18 categorías y muchos, pero muchos invitados.
Para los neófitos muchos de los títulos no dicen nada. Sin embargo son historias nacionales, amables unas, divertidas las otras, dramáticas las de más allá, pero todas cotidianas de nuestra diaria realidad. Entre ellas “Pariente” postulada por Colombia para representarnos en los Premios Oscar 2018. Igualmente encontramos “Oscuro animal”; “Los Nadie”; “X500”; “Sin mover los labios”. Actrices reconocidas como Verónica Orozco; Angélica Blandón; Luisa Vides; María Angélica Puerta. Actores como Luis Fernando Hoyos; Alejandro Aguilar; Manuel Sarmiento; Bernardo Garnica desfilarán la noche del 14 de diciembre próximo vistiendo sus mejores galas.
Valga la pena resaltar la dedicación, empeño, disciplina, lucha de los gestores de la Ley del Cine, aprobada por el Congreso como “La ley Pepé Sánchez” quienes han estado al frente del cañon para no dejar morir el movimiento cineasta en el país. Entre ellos está Mario Ribero y obviamente el hoy fallecido Pepe Sánchez, de ahí el nombre del premio. Es el mejor reconocimiento a su labor como cineasta y lobista del aprobado proyecto que originó el premio al cual nos referimos en esta columna y tendrá su punto culminante el día de la entrega de los galardones a la nueva generación de Colombianos empeñados en mostrarle al mundo que el cine Colombiano tiene muchísimo para mostrar sin mayor aspavientos.
Ahora la labor queda en manos de las grandes distribuidoras quienes deben abrir un espacio más amplio y equitativo para nuestras producciones y contribuir a la divulgación y fortalecimiento de la Industria que no es tan incipiente como muchos creen. Tiene historia, casi cien años que ahora se ven en la pantalla grande y debe ser conocida por la juventud nacional no importa que no sean un dechado de efectos especiales como las descrestantes americanas. Las nuestras son historias de vida valiosas, hermosas, positivas, de raigambre Colombiana, retratos actuales del Macondo de Gabriel García Márquez que merecen ser vistas.
