Una diseñadora de modas muy recatada, una prostituta de La Piscina, un secretario inglés, un publicista pelirrojo, un profesor famoso, un artista muy pálido, una literata brillante, un diseñador industrial muy arrecho, un arquitecto adicto al sexo, un artista a quien no le emociona el sexo, una relacionista pública que en sus horas libre es hada madrina, un ingeniero con acento costeño y una gran sonrisa, una estudiante con rulos y un cráneo chiquito para la capacidad del cerebro, una abogada muy brava con entradas gratis a unos baños turcos, una bióloga que fue dominatriz en cuyo culo se puede tomar el té, una escritora con dos dálmatas y dos ojos electrocutantes, una psiquiatra que además es poeta, una profesora nigeriana con cara de muñeca, un politólogo con tetas, una diseñadora de modas con pelo de revista, una diseñadora gráfica, pintora y trompetista… heterosexuales, bisexuales, homosexuales y transexuales.
“Un buen polvo es cuando no tienes que dirigir y te vienes. Cuando quedas corto de aire y queriendo un cigarrillo, aunque no fumes cigarrillos.”
“Una buena follada debe empezar bien y terminar mejor. …de hecho, a veces es más rico bluyinear que follar.”
“Un buen polvo es salvaje, animal, tierno y sensual…”
“…El buen sexo se desea más que el mismo sueño. Se te olvidan tus inseguridades. Es la droga perfecta con la persona perfecta.”
“…el éxito de un buen polvo está en el engranaje, que un cuerpo encaje en el otro.”
“El buen sexo huele, se suda, es coordinado, como una danza pero sin coreografía, espontáneo, salvaje, creativo. El buen sexo sorprende… Un buen polvo no se olvida y genera adicción. Un buen polvo deja cicatrices de guerra.”
“Generosidad y egoísmo al mismo tiempo…”
“(alguien que es buen polvo) tiene iniciativa, se deja hacer de todo, no se acompleja de su cuerpo, no es penoso, si quiere más, hace lo que tiene que hacer para tener más, no dice mentiras, no pregunta si te gustó o no, no se viste después de tirar.”
“La cadera es un factor importante. Si se mueve bien la cadera… Más pasión menos técnica.”
“…ser un buen polvo es saber dar placer y también es saber recibirlo. La gente que es buen polvo se transforma, se deja llevar por el deseo.”
“Tiene que ser intrigante, no puede ser alguien que de una se pare en la nariz y haga el Kamasutra. Tiene que tener sus elementos de inseguridad y naiveté. …Si los besos son malos, es mal polvo.”
“Para mí, los mejores polvos son cuando me conecto tanto con la otra persona que me olvido de mí, del otro y de las circunstancias…”
“Buen polvo es mancha que NO quita.”
Un buen polvo no tiene reglas.
Muchas veces me han preguntado por qué escribo sobre sexo. Algunos de los escritores a quienes admiro o respeto preguntan por qué se escribe tanto sobre sexo. No se escribe mucho sobre sexo, no más que de política nacional y asuntos internacionales, o de moda, cocina, viajes, crimen… Yo escribo sobre sexo –cuando escribo sobre sexo- porque soy una arrecha y estoy arrecha. Yo me provoco a mi misma. Escribo sobre sexo porque el Marqués de Sade, Nabokov y Bukowski me dejaron con ganas de más.
Todo el mundo quiere saber qué tal polvo es todo el mundo. Todo el mundo pregunta, todo el tiempo. Yo misma pregunto, ¿Qué tal el polvorete? Y de pronto me he puesto a pensar, ¿qué es un buen polvo? Definir un buen polvo…
Me doy por bien follada cuando me queda fácil quedarme dormida, desnuda, después de un polvo. Cuando no me acuerdo que grité cuando me vine. Cuando me vengo yo y la otra persona también (lo que no quiere decir que si no me vengo, no fue un buen polvo). En un mundo ideal, nos venimos al mismo tiempo, pero, qué coordinación! Y, realmente, no es necesario. Para mí no es mejor polvo el hombre que la mujer, o viceversa. Depende de la persona, y depende de mí. Yo no necesito confiar en alguien para follar bueno, y puedo follar bueno cuando tengo mucha confianza. No necesito invertir el alma para tener un orgasmo.
Un buen polvo se disfruta, disfrutamos ambos. Un polvo exitoso depende de cada uno y de los dos juntos. La buena follada no tiene reglas, para todos es diferente y el éxito del polvo radica en encontrar a alguien que combine con uno. La magia está en detectar a esa persona, de ahí en adelante es montaña rusa con las piernas colgado y en ácido (el que no quiera ácido, no tome ácido). El buen sexo es una canción. No es cliché, todo lo bueno se siente como una canción. Un buen libro, un buen beso, una buena crème brulée, un buen partido, una buena noche.
El buen sexo es inconsciente, instintivo, primitivo, atemporal, indefinido. Mojado. El buen sexo es tembloroso. Emborracha. Me doy por bien follada cuando me siento sexy, cuando más poderosas son mis curvas y mis excesos. Con un buen polvo no pasa el tiempo, no se oye llover, ni se oyen alarmas. Un buen polvorete es sudoroso y pegajoso, o seco y peligroso. En una buena follada me siento magnánima y poderosa, me siento en control y completamente subyugada. El buen sexo es un juego de roles, el buen sexo no perdona. El buen sexo siempre tiene consecuencias. El buen polvo, el polvazo, no tiene palabras, ni tiene números. Indefinible, personal e intransferible. El buen polvo es lotería, anomalía, un regalo, el buen polvo es un tesoro.
…
¿Qué me faltó, una cita de Simone de Beauvoir? Algún borracho lo dijo mejor: A follar, que el mundo se va a acabar. A follar bueno, no engañen y no se engañen. Yo me atrevo a afirmar que el gran secreto al final del arcoíris es, relájate y disfruta.
TWITTER: @Virginia_Mayer