Es un año de elecciones en España, con un nuevo movimiento (“Podemos”) que irrumpe con fuerza y rompe hegemonías, en un marco de recriminaciones mutuas y hechos de corrupción que han tocado hasta la Casa Real, con la Infanta Cristina en el banquillo. “La Fiscalía ve indicios de delitos en todos los partidos”.
España comienza lentamente a recuperar el empleo, después de 7 años, y a levantarse de una crisis profunda. Un policía es arrollado por el tren, empujado por un extranjero. Un loco desocupa en Madrid la estación Atocha, amenazando con inmolarse.
El Real Madrid frena su racha ganadora y pierde en Valencia, en tanto que el Barcelona perdió el arrojo goleador. Torres se estrena en el Atlético.
Todo pasa en “la madre patria” pero el mayor consumo -hablando de medios- es el relato de las historias privadas, ya no solo en la prensa del corazón sino en los grandes periódicos.
Tema central, por ejemplo, es la separación “no tan amistosa”, que vienen acordando hace meses, Sergio Alvarez (29 años, jinete de profesión) y Marta Ortega (30), la hija del dueño de Zara y el emporio Inditex (la tercera fortuna del mundo).
El periódico El Mundo pone la historia en primera página y le dedica separata. “Las fiestas de fin de año las pasaron cada uno por su lado. Y Amancio, el hijo de casi dos años, que tiene el mismo nombre de su abuelo magnate, ha debido repartir el tiempo entre las dos familias”.
Hubo esfuerzos por silenciar el rompimiento. “Marta Ortega se dejaba besar y abrazar por su marido, seria, rígida, con cara de preocupación y desgano, como si estuviera interpretando un papel asignado por quien dirigía la campaña de todos felices, aquí no ha pasado nada”.
El modus operandi habitual de comunicación del grupo textil suele consistir en un mutismo absoluto, en negar las evidencias, en escurrir el bulto en aras de una discreción que es norma habitual en la familia de Amancio Ortega.
Mal trago (enrostra El Mundo) para la revista ¡Hola!, que ha tenido que recoger la noticia que contradice todo lo que habían publicado hasta ahora, con fotos exclusivas de la puesta en escena de los arrumacos de la pareja, imágenes con las que la publicación contó con la complicidad de la familia. Como la portada del último número de Vanity Fair en la que Marta Ortega posa perfectamente maquillada junto a su caballo en un reportaje cuyo mensaje es de fueron felices y comieron perdices.
Se separa la hija del dueño de Zara
Lun, 05/01/2015 - 14:59
Es un año de elecciones en España, con un nuevo movimiento (“Podemos”) que irrumpe con fuerza y rompe hegemonías, en un marco de recriminaciones mutuas y hechos de corrupción que han tocado ha