Sin materia prima para el dolor

Jue, 24/10/2013 - 13:01
La semana pasada escribí sobre una buena manifes

La semana pasada escribí sobre una buena manifestación del Estado. Reconoció que las víctimas del narco paramilitarismo son víctimas del “conflicto armado interno”; eso ha debido pasar hace bastantes años. Llevamos 24 años de impunidad en la masacre Avianca.

Este es un país tan gallardo y corajudo que soporta hasta las deleznables manifestaciones de impunidad. Nuestras víctimas van a pasar a la historia como las más aguantadoras. Soportamos gobiernos de toda clase. Algunos juzgan por derecha; otros por izquierda. Con dificultad alguno levanta la mano y dice “estoy en la mitad”. Inclusive no lo dice con contundencia por miedo.

Sería fácil escribir esto con cifras. De hecho sería un informe y no un editorial, aunque ciertas veces lo he hecho, sin que estas líneas pierdan su esencia porque ahí no me quedo. Este es un país de víctimas. Esa realidad desgraciadamente no cesa. Algunas organizaciones de la sociedad civil apoyan a las víctimas, pero casi la mayoría no hace lo que tendría que hacer. Me gusta traer a mis líneas ciertos refranes que ilustran realidades. Por ejemplo: nadie sabe con la sed que otro bebe. En el oficio de defender los Derechos Humanos se aprende más de lo que se enseña. Los bandidos pensarán que se bebe mucho más de la sed de otros. Definitivamente la indolencia y la falta de solidaridad de algunos colombianos ha hecho que el país se haya convertido en un pueblo insensible. El sábado pasado Michelle Dayana de dos años murió por una tapa de alcantarilla que no estaba. Ese no es el punto. Michelle se murió por falta de prevención de un Distrito Capital que se jacta de tener los mejores indicadores de prevención. No más marchas promoviendo aberraciones. Y este es solo un ejemplo. Los valores no existen hoy para la administración; es mucho más importante andar promoviendo la “Bogotá Humana” que pensando en prevenir si algún niño como Michelle de dos años o un anciano pueda morir por la desidia administrativa. Ya no hay materia prima para el dolor. Les vale huevo. Igual matan 107 y no pasa nada y no les importa una trampa asesina para que ahí caigan a su paso todas las víctimas fatales. Ya veo venir la marcha del señor alcalde en memoria de la niña víctima del DC; su discurso que ya casi nadie atiende y claro; el apoyo de una movilización paga. Los representantes de la Administración dejan por el suelo los derechos de una nación. Hoy ya ni siquiera hay materia prima para el dolor, porque se han encargado de que los ciudadanos se vuelvan insensibles, corruptibles y fáciles de manejar. Queda por ahí volando el amor. Como cuando cierto sujeto trata de cazar mariposas en pleno vuelo, por más herida que una de sus presas quede –pero viva- se incorpora con fortaleza del corazón. Así nos sentimos quienes hoy encontramos un camino conjunto hacia la reconciliación; esa de la que tanto se habla en Cuba. Esa que para mi gusto esta horrendamente oculta para las víctimas. Esa que tanto daño le hace a la democracia. La materia prima para el dolor ya hasta se perdió. Queda la convicción, queda la ilusión de saber de que cuando se unen la fe, la esperanza y el coraje: se logra! Por esto positivamente propongo pensar que aunque se vea todo perdido…ojalá no exista materia prima para el dolor.  Abrazo cálido. @colconmemoria Presidencia@colombiaconmemoria.org
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