Joey Ramone es considerado el padre del Punk, con sus canciones explosivas y sencillas cargadas de energía expresada con guitarra, bajo y batería cambiaron el curso del rock and roll en el mundo.
Jeffrey Ross Hyman, como era su nombre real, nació el 19 de mayo de 1951 en Forest Hills, Queens, Nueva York. Con el tiempo aprendió a tocar batería con un redoblante que su madre Charlotte decidió comprarle al reunir volantes.
Su aspecto era de un joven alto, blanco y con una cabellera negra que se dejaba escurrir por el rostro, quizá como una barrera en la que escondía su timidez. Aparte de siempre sentarse encorvado y hablar poco, sufría de un trastorno obsesivo compulsivo por los primeros.
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Ese aspecto le impidió continuar en la primera banda de rock en la que participó, llamada Sniper. Aunque hizo parte un tiempo, su compañeros lo sacaron porque su aspecto no era muy ‘rockero’.
Continuó saliendo con sus amigos del instituto, Douglas Colvin, Tommy Erdélyi y John Cummings quienes solían reunirse en la casa de Colvin para beber y esconderse del resto. Erdélyi insistía en crear una banda y para formar unidad, decidieron crearse nombres seguidos por el apellido Ramone.
Su primera presentación en público fue como la de cualquier banda emergente, un concierto desierto y de poca importancia en el CBGB, el emblemático club del Punk Rock en el Lower East Side de Nueva York.
En esos primeros años Joey Ramone alternaba entre la batería y el canto con el vocalista Dee Dee Ramone. Pero al poco tiempo el propietario y futuro mánager, Erdélyi, se dio cuenta de que el papel de Joey tendría mayor trascendencia de vocalista.
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Siempre escribieron, tocaron y grabaron para tener el gran debut de la banda, pero este nunca se dio, sin embargo sus seguidores seguían incrementando y su música definiéndose poco a poco. Hoy, sus discos se convirtieron en un clásico del Punk Rock y su predecesor.
Joey Ramone fue entrenado por un cantante de ópera que le enseñó a cantar en sus primeros, entre sus preparaciones anteriores a una presentación estaban las inhalaciones con vaporizador, pero en 1977 el aparato explotó en su cara y Joey salió a cantar con las heridas cubiertas de crema en su rostro.
Así estuvo la banda hasta 1995 cuando a Joey le fue diagnosticado un cáncer linfático, inició el tratamiento pero su estado de salud no le permitía seguir con las presentaciones en el mismo nivel. Solía no ir a las grabaciones porque consideraba que no podría dar el máximo.
Alcanzó a terminar su gira Adiós Amigos que iniciaba con la estrofa de Tom Waits, I don’t wanna grow up. El 15 de abril falleció a causa del cáncer en Nueva York, acompañado de su familia mientras dormía.
