Virgina Apgar tal vez no es un nombre que genere mucha recordación, sin embargo, gracias a sus avances en la medicina muchas personas tienen que agradecerle hasta por estar vivas.
Virginia es la madre de la neonatlogía, pero para llegar hasta allá antes pasaron varias cosas en su vida. Nació en junio de 1909 en New Jersey. Su padre era un gran amante de la ciencia y ella llegó al hogar como la primera hija de la familia, pues antes de ella solo habían llegado dos hombres.
Tal vez por herencia paterna, la investigación la atrajo desde pequeña; este interés se consolidó cuando entró a la Universidad de Columbia a estudiar medicina, en una época en la que era poco común que las mujeres accedieran a estos campos. Se graduó justo después de la crisis económica del 29 y posteriormente se dedicó a la anestesiología porque vio que allí había más espacio laboral. Efectivamente, allí encontró dónde avanzar en sus investigaciones y más tarde se convirtió en la primera profesora de Anestesia en la Universidad de Columbia.
[single-related post_id="918138"]
No obstante estos grandes logros, su mayor mérito se dio en el campo de la neonatología, rama de la pediatría que cuida a los bebés desde el parto hasta que se consideran lactantes, a los 28 días. Allí creó una fórmula que servía para saber las condiciones de los recién nacidos: el test de Apgar.
Justo uno y cinco minutos después del parto se le hace una revisión básica a los recién nacidos con la que se determina su estado. Incluye cinco parámetros clínicos simples: tono muscular, esfuerzo respiratorio, frecuencia cardíaca, reflejos y color de la piel. Basado en observaciones y pequeñas pruebas para saber su condición en cada aspecto se le da una puntuación que determina el estado del bebé, la tolerancia al nacimiento y la adaptabilidad al entorno. Este test fue publicado en 1953 y todavía está salvando a cientos de recién nacidos. A hoy, según el Banco Mundial, la tasa de mortalidad neonatal según es de 18 por cada 1.000.
Durante toda su carrera Virginia publicó decenas trabajos investigativos y el libro '¿Está bien mi bebé?'. Por su trabajo recibió varios títulos y conmemoraciones antes de su fallecimiento el 7 de agosto del 1974, en Nueva York.
