Excelentísimo Señor Presidente, vamos al grano:
1. Antes del trasteo, revise que no hayan dejado micrófonos o cámaras ocultas en la Casa de Nariño; que lo mismo haga su gabinete, en especial el señor ministro de la Defensa, que tanta piquiña genera en la oposición. De estar viva, mi abuelita le habría recomendado adicionalmente el baño de las siete yerbas para cada rincón de Palacio.
2. El lío de los Petrovideos debe servir de escarmiento. En caso extremo, tal vez le toque prohibir los celulares en los consejos de ministros: ¡Que los dejen a la entrada como hacen con los visitantes! Un error de sus funcionarios será cuenta de cobro directa a usted. La prudencia ha de ser el nuevo mandamiento o, como decíamos en el colegio: “En boca cerrada no entran moscas”.
3. Vaya tres pasos adelante. Se habla de una posible hambruna global, así que haga del campo y la reforma agraria su prioridad; pruebe fórmulas para acabar con esos intermediarios que se quedan con la plata de nuestros campesinos. Haga justicia con quienes fueron despojados y desplazados de sus territorios para que 4,8 millones de hectáreas les sean devueltas a las víctimas del conflicto armado a través de la Unidad de Restitución de Tierras (URT)
4. Cuídese de los detractores. La oposición, así sea lánguida, mostrará sus colmillos con ferocidad, pues el Centro Democrático, fracturado como está por el canibalismo político interno, necesitará de mandamases distintos a Uribe para recuperar el poder. Cada cual en ese partido hará lo que sea para metérsenos por los ojos, incluso armar toldo aparte. Escuche al señor Corleone en El Padrino II: “Mantén cerca a tus amigos, pero aún más cerca a tus enemigos".
5. En política la amistad significa interés cuánto valés. “Nunca confíe demasiado en sus amigos. Suelen ser los primeros en traicionarlo, ya que caen presa fácilmente de la envidia”, aconsejan los autores de Las 48 leyes del poder.
6. Rodéese siempre de capaces y competentes, esas características no siempre están en la gente cercana; ponerles en puestos de confianza termina siendo un lastre. Ya lo dijo el historiador romano Publio Cornelio Tácito (55 - 120 d.C.):
“Los hombres están más dispuestos a devolver una injuria que un beneficio, porque la gratitud es una carga, mientras que la venganza es un placer”.
7. Sea respetuoso y amable con la prensa en los términos que demanda el artículo 20 de la Constitución del 91. Saber comunicar será un desafío mayúsculo y los primeros cien días son claves. Cien millones de ojos estarán puestos sobre usted y la primera dama. Los periodistas le buscaremos el lado flaco, es parte de nuestro trabajo.
8. Dele prelación a su esquema de seguridad personal. El asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, ocurrido un año atrás a manos de mercenarios colombianos y el del primer ministro japonés Shinzo Abe este año, son campanadas de alerta. Un amigo le manda decir que si no ha pensado en el FBI, la CIA o la KGB para que le cuiden la espalda. (¡Aquí, entre nos, el pobre está adicto a Netflix!).
9. Cuando viaje como jefe de Estado deje a la familia; nadie lleva a los suyos al trabajo y menos con platas del erario. Los 44 paseítos oficiales de Duque nos costaron más de 3.700 millones de pesos, sin contar los gastos de su comitiva. Revise bien debajo del tapete a ver qué más chiquero encuentra. Tampoco use el poder para beneficiar a sus hijos, todos sabemos a qué me refiero; me guardo los detalles no sea que me citen a declarar por injuria, como a Marbelle y a Polo Polo por lenguaraces.
10. No vaya a sacar programa diario en la tele porque desgastará la imagen y se hará coger pereza. Vea a Duque: con el asunto de la pandemia lo vimos hasta en la sopa, y se prestó a burlas con esa fiebre farandulera. “Por sus obras los conoceréis”, dice el evangelio según San Mateo.
11. Si las cosas salen regular tres cuartos (que ni el Universo lo quiera) nadie venga a culpamos a los que votamos por usted, porque tampoco culpamos a los demás por las cantinfladas del gobierno saliente. La realidad es esta: a partir del 7 de agosto no podrá achacarles a otros las culpas propias. Lo correcto será dar la cara, aceptar las equivocaciones y enmendar sin demora ni arrogancia. Se llama humildad.
12. Construya nuevos liderazgos en estos cuatro años para que su legado perdure si es digno de emular. Hágase un espacio en la historia pero ábrales el camino a otros.
13. Presidente: Con 64% de aceptación, hoy goza de las mieles de la popularidad. Por fis… ¡no lo eche a perder!
