Resulta alarmante que al 15 de febrero del 2025 en la ciudad se hayan registrado cerca de 2.292 siniestros graves con 2.238 lesionados y 54 fallecidos, muchos de estos casos relacionados a situaciones de intolerancia.
Es por esto que hay ¡buenas noticias para Bogotá! Fue aprobado en Primer Debate el Proyecto de Acuerdo que establece lineamientos para la Seguridad Vial en el Distrito, a través de estrategias pedagógicas y de comunicación enfocadas en el manejo de emociones de todos los actores viales.
Es fundamental que todos como actores viales manejemos nuestras emociones, y no, por casos de intolerancia incurramos en penosas situaciones que pueden traer serias repercusiones. ¡La Salud Mental en las vías tiene que ser una prioridad!
Bogotá registró un aumento porcentual con respecto a los años anteriores en materia de mortalidad por accidentes de tránsito, ya que para el 2024 se registraron cerca de 652 muertes, de estas 524 correspondió a hombres y 128 a mujeres.
En Bogotá solo en el mes de diciembre se reportaron 61 muertes en accidentes viales, representando un aumento del 46 % frente a diciembre del año anterior. De acuerdo con la Secretaría de Movilidad de Bogotá, el mayor flujo vehicular de la temporada, fue uno de los factores que contribuyeron al incremento, en efecto este mes es en el que más siniestralidad vial se presenta en el Distrito, sin estar lejos meses como septiembre, octubre, y febrero.
Frente a las principales causas, a nivel nacional, identificadas por la Agencia Nacional fueron:
- El exceso de velocidad fue el factor más recurrente, responsable del 42 % de los casos
- La desobediencia a señales de tránsito (33 %),
- otras causas no especificadas (7%) y
- la conducción bajo los efectos del alcohol (5 %).
Las imprudencias de los conductores continúan liderando las causas detrás de este flagelo, las cuales sin lugar a dudas tienen un impacto directo en CÓMO los actores viales toman decisiones, reaccionan ante situaciones imprevistas y gestionan el estrés en la carretera.
Ira y agresividad: Conducir bajo el impacto de la ira puede llevar a una conducción agresiva, como el exceso de velocidad, el cambio abrupto de carril o la falta de respeto por las señales de tránsito. Este tipo de comportamientos aumenta el riesgo de accidentes graves, ya que la impulsividad y la falta de atención a la seguridad prevalecen sobre la precaución.
Estrés y ansiedad: El estrés elevado o la ansiedad afectan la capacidad de concentración. Los conductores estresados o ansiosos tienden a tomar decisiones apresuradas, como adelantar en lugares no permitidos o no respetar el tiempo adecuado de reacción ante obstáculos en la vía. Además, los nervios pueden dificultar una respuesta adecuada en situaciones críticas.
Falta de paciencia: La impaciencia, a menudo generada por el tráfico o la presión de llegar a tiempo, puede llevar a maniobras peligrosas como invadir el carril contrario, no respetar los semáforos en rojo o el paso de peatones. La falta de paciencia reduce el tiempo de reacción ante cambios en el entorno vial.
Fatiga emocional: La fatiga también tiene un impacto significativo en la conducción. La fatiga emocional, producto de problemas personales o laborales, puede disminuir la atención y los reflejos, y conducir a errores humanos. Esto se suma al cansancio físico, que también afecta la concentración y el tiempo de reacción.