Ganar la Palma de Oro del Festival de Cannes es el honor más alto al que puede aspirar un cineasta. Ganar el premio, automáticamente pone el nombre de ese director o directora en lo más alto del cine mundial. Este año el galardón fue para la francesa Justin Triet por su ‘Anatomie d'une chute’. La película tiene como trama central la muerte de un autor, Samuel, en su chalet de los Alpes franceses y el posterior juicio en el que la principal sospechosa es Sandra, su esposa y el principal testigo, su hijo Daniel, quien sufre de problemas en la vista. Partiendo de esta premisa, la película ahondará en la cotidianidad de la pareja, en los traumas del escritor, en el significado de la “verdad”, en los límites entre ficción y realidad y en los vacíos del sistema judicial, entre muchos otros temas. Son todas estas vertientes de la trama principal, que se exponen con tal virtuosismo y disimulo, las que creo que hacen que esta película sea merecedora de entrar en esa selecta lista de ganadoras de la Palma de Oro.
Es imposible pensar en “Anatomía de una caída” sin que se te venga a la cabeza la imagen de su actriz protagonista. Sandra Hüller tal vez se lleva el título de actriz del año, ya que no solo es la protagonista de la ganadora en Cannes, sino también de otra de las películas que más ha dado de qué hablar en este 2023; ‘The zone of interest’ de Jonathan Glazer y merecedora del Gran Premio del Jurado en el mismo festival. No es para nada una sorpresa la nominación de Hüller al Globo de Oro y es de esperar que se le nomine también al Oscar. Aunque el guion de Anatomía de una caída es supremo, lo es, en mi opinión, aún más, la actuación de su protagonista. Al principio de la película el personaje es presentado como una persona impasible, casi flemática, que reacciona con sorprendente calma a la muerte de su esposo y a la acusacion de su asesinato. Sus gestos son mínimos y roza las interpretaciones de los “modelos” de los que hablaba Bresson. Esto genera una cierta inquietud en el espectador que hace que nos sea más fácil identificarla como culpable. A medida que va avanzando la película, Hüller irá matizando esa personalidad rígida, tan alemana, y dejara entrever que detrás de esa fachada hay emociones y sentimientos que, como espectadores, nos harán dudar de la culpabilidad de Sandra, haciendo que la película se vuelva mucho más interesante e involucrando más al espectador. No quiero desvelar mucho de la trama pero la escena en la que vemos por fin, la discusión de la pareja el día anterior a la muerte de Samuel es tal vez la escena con las mejores actuaciones de ese año. Todas las actuaciones de la película son sobresalientes, pero quiero recalcar la grandísima labor de Milo Machado-Garner quien interpreta a Daniel, el hijo. La complejidad de su personaje, el arco emocional que tiene, y lo clave que es para la historia hacen que parezca imposible hacer lo que hace con tan solo catorce años.
Anatomía de una caída es tal cual eso, es una disección minuciosa de la caída de un hombre desde la ventana del segundo piso de su chalet la cual le ocasiona la muerte. Al principio de la historia sabemos muy pocas cosas, hemos visto el cuerpo muerto sangrando sobre la blanca nieve de los Alpes y sabemos que hay tres manchas de sangre en una pared que ponen en duda la hipótesis de un suicidio y sabemos que la principal sospechosa es su mujer. Todo lo demás lo tendremos que ir descubriendo a medida que avanza la película, y que salen nuevas personas a declarar en el juicio. Esto es otra de las cosas que mejor hace la película, ese ir desvelando poco a poco la realidad de esa pareja. Una pareja que es además muy compleja y que a medida que avanza la trama van apareciendo más y más subtemas cada uno más interesante y conflictivo que el anterior.
Al final y por medio de las declaraciones del juicio, Triet logra desvelar la complejidad de esta pareja. Dos autores con problemas económicos que se van a vivir al pueblo donde él creció, justo después del accidente que dejó a su único hijo casi ciego. Es a través de los recuerdos que la película logra complejizarse aún más y no quedarse siendo una película de juicio al uso sino más bien una radiografía de una pareja. Los mecanismos formales y estructurales del guión y de la propia dirección son muy interesantes. Aunque está claro que la protagonista de la historia es Sandra, el punto de vista narrativo no siempre le corresponde, vemos cosas en pantalla que nunca pasaron, otras que sí pasaron pero de forma diferente, vemos algunas cosas que no teníamos porqué haber visto (desde un punto de vista narrativo clásico) y vemos momentos de los que tenemos la plena conciencia de que son una representación de la memoria de uno de los personajes y por ende, no necesariamente la verdad de lo que pasó. Aunque la cronología de los hechos es lineal en cuanto a que la película empieza con la muerte de un hombre, y vemos el juicio de forma cronológica hasta llegar al veredicto final, la directora y su coguionista se toman algunas licencias que les permiten ir para atrás y para adelante lo cual hace la narración más dinámica y entretenida.
En cuanto al aspecto visual de la película no hay muchas sorpresas, aunque sí hay algunos recursos muy potentes que crean grandes imágenes como los planos picados casi cenitales del suelo nevado donde quedó el cuerpo, los zooms más propios del documental y los planos casi subjetivos desde la tribuna que enmarcan a la protagonista y le se suman importancia mientras le restan poder.
La muerte, paradójicamente, siempre será un buen punto de partida para una historia y esto queda claro en “Anatomía de una caída". Es a raíz de la muerte de una persona que se exploran muchísimas cosas de su vida, tanto así que al final de la película casi que conoces más al muerto que a los que quedan vivos. Es precisamente esta construcción de un tercero, al que casi ni vemos pero por el que nos interesamos rápidamente, que la película funciona tan bien y que sus dos horas y media de duración no se hacen pesadas en ningún momento.
Hay muchas cosas más que podría decir sobre la película y muchas interpretaciones de sus subtramas y subtemas que me gustaría hacer, pero es imposible hablar de todo eso sin desvelar demasiado, así que aprovecho para invitar a todo el mundo a que la vea, no solo porque es indiscutiblemente una de las películas más importantes del 2023 sino también una de las mejores. Salir de una sala de cine con muchos pensamientos y muchas cosas que debatir es tal vez el indicador máximo de calidad, y Anatomía de una caída, propone temas de conversación muy interesantes y algunos de ellos muy necesarios.
