En el turbulento escenario en que se ha convertido el tema de Hidroituango, de Empresas Públicas de Medellín (Epm), hay tantas movidas que importa preguntar, como en el conocido juego callejero, “¿dónde está la bolita?”. Es decir, es tal el calado de los cuestionamientos, las dudas, las indeterminaciones alrededor de tantos hechos, que muchos nos preguntamos dónde está la bolita, dónde está la verdad en todo lo que ha pasado, pasa y puede pasar.
Si viene a cuento aquel juego, también sucede con “el principio de incertidumbre”, enunciado por el físico alemán Werner Heisenberg en 1927, el cual, en términos más o menos ligeros, implica un cambio significativo en la manera en que conocemos la naturaleza, pues pasamos de un conocimiento en teoría exacto, “a uno basado sólo en probabilidades y en la imposibilidad teórica de evitar algún grado de error”, como parece ser que sucede con las borrascas actuales alrededor del tema Epm, que saltó a la palestra pública al colapsar el túnel de desviación, en Hidroituango, el 28 de abril de 2018. Veamos, entonces, algunas de las bolitas o verdades pendientes de localizar en el “juego” dramático en que se ha convertido todo esto.
Bolita color quintillo. El estudio de la firma noruego-chilena Skava dice que “la hipótesis más probable” del colapso citado se debió a la “erosión progresiva de una zona de cizalla a nivel del piso, para la cual el diseñador asesor no dispuso el tratamiento adecuado”. A ello, la empresa Integral, responsable de esa parte de la obra, asegura que el informe de Skava carecía de rigor y que desconoció los roles de las diferentes compañías que rodean el proyecto. ¿Dónde está la bolita?
Bolita color quintana. La firma Advanta elaboró un duro informe pericial desfavorable para Epm y los contratistas, fechado el 2 de agosto de 2019, pero supuestamente conocido por los actuales directivos de Epm apenas el 17 de agosto de este 2020 porque, según el gerente Álvaro Rendón y el alcalde Daniel Quintero, lo ocultó alguien “interesado en no demandar a los contratistas”. Tanto el gerente anterior, Jorge Londoño, como el alcalde de entonces, Federico Gutiérrez, presidente de la Junta de Epm, afirmaron que no lo conocieron porque Advanta no estaba obligada a presentarlo a la entidad, y que era “falso que se hubiera escondido porque uno no puede ocultar lo que no conoce”. ¿Dónde está la bolita?
Lo de las bolitas de extraños colores y nombres parece un juego, ¡pero puede ser una catástrofe!
Bolita color quintín. Impulsado por los problemas de Hidroituango y los señalamientos formulados por la firma Advanta, el alcalde Quintero demanda a los constructores de la obra por casi 10 billones de pesos, valor de los sobrecostos y proyecciones de recursos adicionales en el proyecto. Lo hace sin tener en cuenta, en materia tan trascendental, a la Junta Directiva de Epm, cuyos miembros renuncian al sentirse menospreciados y sentir que había sido violentado el gobierno corporativo. Sin embargo, Quintero, al aceptar la dimisión, responde que su decisión, la suya, no “se brincaba” el gobierno corporativo, sino que estaba dentro de las determinaciones que podía tomar. ¿Dónde está la bolita?
Bolita color quintacolumnista. Quintero, “un muchacho prodigio” (Semana, sept. 15, 2019), empezó su estrategia de candidato a la alcaldía criticando acerbamente el proyecto de Hidroituango, respecto del cual le exigía al alcalde F. Gutiérrez que contara la verdad, y le decía: “Usted no es amigo de Epm. Es amigo de los contratistas de Epm”, y sostenía que la organización “estaba comprando caro para vender barato, que no tenía proyectos sin sobrecostos en billones, y nadie respondía”, a lo que sus críticos anotan que a Quintero solo le interesa hacer ruido para lograr la presidencia de la república, apoyado por el expresidente César Gaviria, el exvicepresidente Germán Vargas y el “mesías” Gustavo Petro. En contraposición, el burgomaestre contesta que eso es falso y que su único interés es sacar adelante a Hidroituango y hacer de Epm la mejor empresa del país. ¿Dónde está la bolita?
Bolita color quintería. El día en que ganó la alcaldía, Quintero dijo sobre Hidroituango que se requería “unidad para sacarla adelante” y que “el enemigo peligroso es el discurso del odio y el rencor”. No obstante, la Junta Directiva anterior emitió un comunicado en el que afirma que “las decisiones y el comportamiento del alcalde y el gerente de Epm están creando un ambiente de zozobra e incertidumbre, quién sabe con qué propósitos e intenciones veladas, que está generando daños inimaginables, ojalá no irreparables”. ¿Dónde está la bolita?
Esto de las bolitas, de extraños colores y nombres, parece un juego, pero no es un juego, ¡parece una catástrofe! De ahí que, recién electo, el alcalde declarara: “Hay que salvar el proyecto con la verdad”. Y con entereza e inteligencia, prudencia y decisión. Y con buena fe… Y conociendo todo, señores: fortalezas y debilidades, oportunidades y amenazas. Y que hable la justicia cuando y como tenga que hablar, y haga lo que tenga que hacer. Punto.
INFLEXIÓN. ¿Qué prevalecerá: el principio de incertidumbre de Heisenberg o el de Quintenberg…?
Por: Ignacio Arizmendi
12/9/20