Cada día se va sumando un hecho más a la ya larga lista de agravios a la Policía Nacional, primero la descabezada de numerosos Generales, todos muy valiosos y, si bien es cierto, siempre que hay cambios de Gobierno o de cúpula se sacrifican algunos buenos nombres en la institución, lo que hubo en esta oportunidad, a través de la baja mas grande de Generales de la historia fue un duro golpe a la institución, a la moral de los Policías y la pérdida de cuantiosos recursos públicos representados en valiosas carreras policiales.
Luego, el desplante nunca antes visto, en esta oportunidad a todas las Fuerzas Militares y de Policía, en la transmisión de mando, evento de un alto contenido formal y simbólico, donde las fuerzas armadas reconocen la autoridad y legitimidad del Jefe de Estado, como un espaldarazo a la democracia, a la decisión tomada por los colombianos en las urnas. Un dudoso “dolor de estómago” humilló a Policías, Soldados y a sus familias, pasó por encima de unas fuerzas armadas constitucionalistas y civilistas, que con su grandeza reconocen incluso a quien las combatió desde la ilegalidad y las utilizó, mancillando su nombre, para hacer politiquería.
No contentos con eso, de humillarlas como lo hizo en su momento el Senador Bolívar, el Representante Inti o el ahora Senador Flórez, los hacen sentarse a negociar, la transformación del ESMAD con la primera línea, grupo al que quieren hacer ver como un grupo de jóvenes afligidos, pero que a muchos no se nos olvida los bloqueos criminales, incluso a ambulancias, donde causaron la muerte de varios, incluidos menores de edad, el conductor de moto degollado por una guaya o el intento de quemar vivos Policías entre otros terribles actos criminales.
Pero lo más doloroso, es la pérdida de la vida de Policías a causa de la oferta de impunidad del nuevo Gobierno, esta semana, se le sumó a la ya larga lista de fallecidos los siete Policías del Huila, seres humanos que perdieron la vida, porque bandidos envalentonados quieren seguir haciendo puntos para lograr la impunidad.
Y es que desde que el Gobierno anunció, sin haber empezado, la mal llamada “paz total” inició el homicidio sistemático de estos servidores públicos, que pagan con su vida la irresponsabilidad del Gobierno, que aún no mide las consecuencias de sus anuncios y, es que si el Gobierno ya ofreció la paz, los bandidos saben que no podrá ahora bajarse de tan jugosa oferta, porque para cumplir, Petro tendrá que hacernos tragar muchos sapos, así como lo hizo Santos, ceder todo, premiando a los violentos.
Todos o la inmensa mayoría queremos y anhelamos la paz, pero lo que hizo Santos y, ahora hará Petro, será someternos a los violentos, generar nuevas violencias alimentadas por el narcotráfico y la re victimización de los Colombianos.
¡No es paz, es impunidad!
