Duque: ya van tres años de equidad

Después de tres años, es un deber ético entregar a la ciudadanía, más que las opiniones de una simpatizante política, información verificada que trasciende un punto de vista acerca del mandato del Presidente Iván Duque. Al fin y al cabo, como ciudadanos siempre hemos de preguntarnos qué es cierto y qué es falso, más cuando hablamos de la gestión de un gobierno y de un balance que incidirá en los electores al escoger al próximo huésped de la Casa de Nariño y ejercerá el poder: la verdad debe ser no solo un punto de llegada sino también un camino, y la verdad es que uno de los signos del actual gobierno es la equidad.
 
Aunque desde los primeros meses de su administración, como lo habían advertido los perdedores de las elecciones de 2018, Colombia y el Gobierno del Presidente Duque empezaron a lidiar con frecuentes y periódicas manifestaciones, muchas violentas, que han reclamado, entre otras cosas, por su supuesta desatención a la educación, el hecho real dista de este parecer equivocado: la educación es una prioridad del ejecutivo nacional. Para comenzar, la educación ha recibido los mayores presupuestos de su historia: mientras en 2018 se asignaron 38 billones de pesos, en 2021 fueron 47.3 billones. Pero ahí no se agotan sus esfuerzos.
 
La determinación para crear más oportunidades para todos, cerrar brechas y concentrar la acción del Estado en quienes más lo necesitan, ha permitido avanzar en la Matrícula Cero. Ya son casi 695 mil jóvenes de estratos 1, 2 y 3 quienes acceden a educación superior gratuita en las instituciones públicas, y otros 200 mil muchachos, gracias al programa Generación E (Equipo, Equidad y Excelencia), también tienen educación superior. Ha habido un incremento del 50% de los recursos para el Programa de Alimentación Escolar, que hoy llega a más de 5 millones y medio de estudiantes, casi 2 millones en el campo. Más 270 mil bachilleres se han graduado con títulos técnicos. Y ahora tenemos más niños en jornada escolar única: casi un millón 300 mil, lo que significa que hemos pasado de 12% a 17.04% de cubrimiento.
 
Reducir la inequidad va más allá de la política educativa; los colombianos exigen, y con razón, un servicio de salud digno y eficiente. Después de los descalabros de Saludcoop y Caprecom, el Presidente Duque lideró el Acuerdo de Punto Final con el Sistema General de Seguridad Social en Salud. Este compromiso, que pone a los ciudadanos en el centro, se traduce en la decisión de pagar a las EPS e IPS 5.1 billones de pesos adeudados, en el régimen contributivo, y 1.5 billones en el régimen subsidiado, y ha permitido sanear obligaciones de 19 entidades territoriales (departamentos y municipios) equivalentes a más de 943 mil millones de pesos.
 
A esto se suma la vigilancia permanente de la Superintendencia de Salud sobre las EPS que ha llevado al cierre de algunas de ellas que estaban en crisis financiera e incumpliendo en la atención a los usuarios, y a la imposición de multas a directivos por incumplir sus obligaciones. Y, desde luego, hay que añadir la destacada campaña de inmunización contra la COVID-19, que pone a Colombia por encima del promedio mundial de personas completamente vacunadas: mientras la media global es 15,38%, en nuestro país el 25,26% de la población ya está totalmente vacunada, cifra que nos ubica mejor que Argentina (18,59%), Brasil (21,26%), México (21,05%) y otras naciones de la región con características similares a las nuestras. Esto nunca será reconocido por los radicales que no soportan que los demócratas hagamos lo que ellos solo prometen y que temen perder las elecciones porque saben que su capacidad de demagogia viene acompañada de su incapacidad de ejecución.  
 
Al hombre y a la mujer, fuera de educación y salud, hay que darles un techo. El Gobierno Duque ha asignado 150 mil subsidios para la compra de vivienda, con lo que se ha logrado que entre julio de 2020 y junio de 2021 se hayan comercializado casi 239 mil viviendas, el mejor registro histórico anual. Y, ¿cómo no recordar que más de medio millón de hogares se han beneficiado del programa Casa Digna Vida Digna? ¡Así es!: 60 mil hogares recibieron títulos, 110 mil obtuvieron apoyos para mejorar sus viviendas y más de 390 mil consiguieron apoyos para mejorar el entorno. A estas familias se suman los casi 2 millones de colombianos que, por primera vez, tienen agua, deuda histórica que, aunque no se ha saldado del todo, sí se ha reducido significativamente.
 
Y no olvidemos el paquete social adoptado durante la pandemia a fin de mitigar su impacto económico. A través de Ingreso Solidario el Gobierno ha girado 7.2 billones de pesos para aliviar la compleja situación de casi 3 millones 100 mil familias vulnerables y mediante el Programa de Apoyo al Empleo Formal se han protegido 4.1 millones de empleos (6.8 billones invertidos). La lista de los programas de transferencias monetarias es más extensa, pero basta decir que más de nueve millones de familias se benefician de ellos gracias a la decisión de un gobierno que hace lo que promete, que honra su palabra y que por encima de las diferencias políticas entiende que hay un propósito superior: Colombia.

Encima. Con la solicitud de preclusión presentada por la Fiscalía General de la Nación en el injusto proceso contra el Presidente Álvaro Uribe, contra quien no hay una sola prueba que lo incrimine porque no puede haber prueba de lo que no existe, se va derrumbando una infamia y gana la democracia: ¡adelante, Presidente!

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