Antes que nada, quiero rendir un pequeño, pero sentido tributo a mi madre, quien hoy suma un calendario deshojado, de su partida de esta dimensión terrenal. Hoy tengo la fortuna de hacer parte de ese universo de huérfanos afortunados de contar con ángeles protectores personalizados y que nos impulsan a pedalear más fuerte cada día, en el propósito noble de ser cada día mejor persona, como bien me lo inculcó mi extrañada y amada Mamá, donde quiera que esté.
La falta de respeto, la ignorancia y el odio sumados a la patología de la adicción y el consumo de sustancias sicoactivas, pueden ser un coctel que de muchos malos resultados. Si esto se da en un contexto de poder y megalomanía, es aún más complejo y claro, sumamente peligroso. En una de las salidas más en falso del Benedetti, todo un ministro de Estado y siendo tal vez el más relevante del gabinete por ser el del Interior, este sujeto que no goza de buena reputación ni de condiciones ni competencia para ostentar tal dignidad política, (aunque en este gobierno eso no importa), no tuvo ningún inconveniente en llamar operador logístico al Dr. Hernán Penagos el Registrador Nacional, que entre otras cosas, es un hombre de gran talla jurídica desde lo académico y que se caracteriza por su calidad humana, don de gentes y señorío.
Ese salvaje e irreverente esbirro de Petro, legatario de su estilo desobligante y bajo, en un ataque frontal a las instituciones y a la persona del señor registrador, muy a su estilo dijo: “Creería que él se está equivocando gravemente. Él es un operador logístico, por así decirlo”. Esto no solamente deja ver la baja estofa del ministro, sino también su absoluta ignorancia de la relevancia que representa para la Unión, la figura del registrador, que debe gozar del respeto que bien merece. La poca monta del señor ministro, avergüenza una vez más al país, demostrando el nivel de ramplonería propio de los miembros de los equipos de trabajo del dictadorzuelo con ínfulas imperiales, aunque supongo que habrá excepciones; ojalá se multipliquen.
A su turno el Dr. Penagos, que es un hombre mesurado, respetuoso y honorable, dijo acertadamente, que “debe quedar claro que ni el registrador nacional ni la Registraduría Nacional tienen superior funcional en la Constitución Política y que estamos ante un conflicto jurídico de talla mayor, una discusión de dos poderes y la pregunta es si se cumplieron o no los requisitos que reza la Constitución”. Adicionó el señor registrador, refrescando la memoria, de Benedetti, o mejor, que desconoce, que la Registraduría es un órgano autónomo e independiente, cuya labor garantiza la neutralidad, la confianza y la transparencia de los procesos electorales en el país.
En este orden de ideas, bueno es recordar que el registrador nacional es un funcionario escogido por los presidentes de las tres cortes, Constitucional, Suprema de Justicia y Consejo de Estado, mediante concurso de méritos. Pues bien, quien resulte elegido para ocupar este importante cargo en la estructura pública, debe reunir las mismas calidades para ser magistrado de la Corte Suprema de Justicia; su período es de cuatro años y no puede ser reelegido. A más de lo anterior, este no debe haber ejercido funciones en cargos directivos de partidos y movimientos políticos dentro del año inmediatamente anterior a su elección. Como se ve, señor ministro Benedetti, esto es muchísimo más que ser un “operador logístico”. Así las cosas, me pregunto si éste tiene siquiera la tercera parte de las calidades profesionales, ¿éticas y morales de aquél?
El Dr. Hernán Penagos Giraldo, además de tener un curriculum vitae sin tacha, es un destacado jurista con maestría en Justicia Constitucional y Derechos Humanos de la Universidad de Bolonia - Italia y especializaciones en Derecho Administrativo de la Universidad de Caldas; en Servicios Públicos Domiciliarios de la Universidad Externado de Colombia. Es columnista y profesor universitario de Derecho Administrativo y Derecho Electoral, con estudios de docencia universitaria.
Fue Magistrado y presidente del Consejo Nacional Electoral de Colombia. Ha participado en diferentes países como jefe de misión y observador electoral de la Unión de Organismos Electorales UNIORE. Conferencista invitado por el Centro de Asesoría y Promoción Electoral CAPEL; el Instituto Interamericano de Derechos Humanos y diferentes autoridades electorales de Latinoamérica.
Fue presidente de la Cámara de Representantes de Colombia, así como de la Comisión de Ordenamiento Territorial y de la Comisión de Paz de esta cámara legislativa.
El operador cuenta con amplia experiencia en asuntos de política pública. Autor de diferentes proyectos que hoy son ley de la república, en especial relacionados con la rama judicial, el procedimiento penal y el sector agrario. Esto para resumir.
A su turno, salió el Dr. Gregorio Eljach Pacheco, en un pronunciamiento legítimo en uso de sus facultades constitucionales y bajo el principio democrático de los Pesos y Contrapesos, que en el Derecho anglosajón se conoce como los “Checks and Balances”, (que parece que se está empezando a usar por el bien del país), y sostuvo que el Dr. Penagos merece todo el respeto y la consideración como alto dignatario del Estado y líder representante de la función pública electoral, que es de suma delicadeza y manejo jurídico minucioso, para lo cual se requiere de la calidades humanas y pergaminos profesionales, con los que cuenta el señor registrador nacional actual. Así, una vez más me pregunto si el bodeguero es de la misma talla del operador logístico. Expresó con claridad el Dr. Eljach: “en Colombia hemos perdido cualquier noción elemental del buen trato con el contradictor”, pero lo más acertado de todo es que el jefe del Ministerio Público consideró la posibilidad de abrir una investigación disciplinaria más que merecida, contra el ministro bodeguero, lo cual se celebra, pues en defensa de las instituciones y de la figura honorable del registrador, el procurador general, consideró que el hecho de que Hernán Penagos, sostuviera que no se convocara la consulta popular hasta que las altas cortes se pronuncien sobre su legalidad, está perfectamente ajustado a Derecho, lo cual es cierto. Por lo anterior, Benedetti calificó al registrador como un “operador logístico”, expresión que, según admitió, tuvo una intención peyorativa y lo dijo con cinismo y temerariamente, muy al estilo de los peones de Petro.
Celebro una de las altas cortes, como le corresponde a un sistema democrático de instituciones independientes, soberanas y legitimas, en aplicación al principio de los Pesos y Contrapesos, haya tomado la decisión de suspender provisionalmente el famoso decretazo. Este debate jurídico fue demasiado amplio para algo tan claro e inequívoco, sin embrago para efectos académicos lo considero valioso. La alta corporación de lo Contencioso Administrativo, consideró que el decreto de Petro contradice la norma superior que establece que las convocatorias a consultas populares previamente deben tener el visto bueno del Senado y como lo vimos en los medios, esto no sucedió, pero el dictadorzuelo a su estilo pretendió pasar por encima de la norma de normas. Sin contar con la astucia del Consejo de Estado, que en hora buena adoptó la medida cautelar y procedió en consecuencia. Ya que le aprobaron la reforma laboral, veremos si honra la poca palabra y credibilidad que le queda, derogando el acto administrativo espurio, tal como lo anunció y lo refrendó Benedetti. Esto sumado al nominado “debate jurídico del año” entre el maestro y jurista Mauricio Gaona y el ministro Eduardo Montealegre, son aportes significativos desde lo académico. Las resultas de ese encuentro fueron apabullantes en favor del jurista, quien, con suma claridad y solida argumentación jurídica, demolió y vapuleó al siniestro ex fiscal, quien titubeantemente balbuceó sus razones refalsadas y carentes de sentido legal; pero, sobre todo, desprovisto de sentido común.
Como lo he manifestado, parece que estamos despertando; de a poco, pero despertando y eso es muy bueno. No debemos perder el impulso, es un momento muy importante y determinante para unir a la academia, a los juristas y a las instituciones en defensa y honor de lo público y de esta nación que reclama a gritos la implementación de los principios del Estado de Derecho, que hemos perdido; del hoy fallido Estado, pero que podemos rehabilitar si nos unimos.
Abrazo cálido, seguimos trabajando. #FuerzaMiguel
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