No solo estarán los lugares públicos, los centros comerciales y los hogares decorados con el espíritu navideño en noviembre.
En este mes, las compras decembrinas se adelantarán con el pago anticipado de la prima a más de 1.2 millones de funcionarios públicos en Colombia y otros 1.4 millones de empleados del sector privado, gracias a más de 50 empresas que de manera voluntaria se unieron a esta medida que acogió el Gobierno Nacional.
Mirando una ventaja que resulta de la inyección de cerca de $4 billones a la economía, será alentador para estas familias contar con recursos adicionales, previo a una de las fechas en que acostumbra el empleador a entregar el pago de la prestación social mencionada, como lo indica el Código Sustantivo del Trabajo. Se oxigena el bolsillo de un gran número de colombianos, que destinarán este dinero de acuerdo a sus necesidades o intereses: ahorro, pago de deudas, vacaciones, compra de regalos o de mercado, entre otros.
El COVID-19 hizo que por primera vez la ‘prima de Navidad’ se entregue entre el 15 y el 30 de noviembre. Una propuesta que nació en Barranquilla con el liderazgo de gremios empresariales y el impulso de la bancada de congresistas del Atlántico que la hicimos extensiva hasta el Gobierno central para el resto del país. Nos motivó apoyar que de esta manera se le otorgue mayor capacidad de compra a los hogares, cuidando lo más preciado en tiempos de pandemia: la salud. Cumpliendo con las normas sanitarias, se evitarán las tradicionales aglomeraciones navideñas y se minimizaría el riesgo de contagio del virus.
Así, ciudadanos, gobiernos y sector productivo reactivan la economía del país de manera ordenada. La realidad es que la dinamización del comercio este año, por supuesto, no ha sido el esperado. Los comerciantes abrieron hace pocos meses, ya hay oferta, pero la demanda sigue siendo baja frente a otros periodos porque hay disminución del poder adquisitivo en los hogares y, por ende, menos dinero destinan para el consumo.
Aseguran los expertos en economía y finanzas que existe una relación directa entre economía y confianza. Si no hay expectativas positivas en cuanto a ingresos y flujo de dinero, se paralizan el consumo y la inversión, al igual que el flujo circular de la economía. Una de las metas de esta medida, además de madrugarle a la navidad y darles impulso a las ventas, es la generación de empleo y el apoyo a las micro, medianas y grandes empresas que durante los primeros meses del confinamiento obligatorio mantuvieron cerradas sus puertas a los compradores.
Precisamente, a quienes tienen planeado aprovechar los descuentos que por esta época se generan, el mensaje es a comprar productos locales, en apoyo a las empresas de nuestro país y a los emprendedores colombianos desde artesanías, accesorios, ropa, calzado, electrodomésticos, artículos deportivos o escolares y demás, que se producen y se comercializan en las regiones.
Aprovecho para resaltar que esta medida irá de la mano con el tercer día sin IVA, programado para este sábado 21 de noviembre, y el ‘Black Friday’ del próximo 27, que normalmente se amplía por varios días. Este año, el llamado “viernes negro” hace parte del grupo de estrategias que estarán incentivando el consumo. Para la primera fecha, el Gobierno pronostica que se logren ventas iguales o superiores a $5,17 billones para un crecimiento de 10% frente a los ingresos generados en el segundo día sin IVA, en julio pasado.
Por último, invito a los colombianos a que manejen este ingreso con prudencia para que no gasten más allá de sus posibilidades y compromisos. Lo aconsejable es definir cuánto se pueden gastar y de qué manera lo van a pagar.
Juntos, desde todos los sectores, vamos a trabajar para mantener la producción de los negocios y recuperar la generación de empleo que nos devuelvan la esperanza y la posibilidad de tener un futuro mejor.
