La economía circular es un modelo que asemeja el comportamiento cíclico de la naturaleza, por lo que su objetivo es aprovechar los recursos mediante estrategias ecoamigables, donde prevalecen prácticas como alquilar, reparar, reciclar, renovar y reutilizar, acompañado de medidas para reducir la producción de bienes hasta niveles mínimos, que cuando falte un elemento para un producto, se tomen aquellos materiales que no formen parte del medio ambiente para su reutilización y así promover la fabricación de productos con la mayor cantidad de materiales biodegradables con menor costo energético y una vez cumplan su propósito, vuelvan a la naturaleza con el menor impacto ambiental, reduciendo desechos, creando empleos verdes para un desarrollo sostenible, por eso su implementación pretende reducir prácticas, como la obsolescencia programada, la extracción y explotación de recursos con efectos devastadores sobre los ecosistemas.
La economía circular, tiene unos principios que la gobiernan, como, el desperdicio cero al usar y reusar artículos que prolongan su vida útil, el uso de sus propiedades para insumos similares o su transformación en otros bienes, evitando generar residuos y promoviendo la producción de bienes duraderos, con un diseño ecológico, que mantenga los bienes por largo tiempo y fomente la innovación para diseñar productos sostenibles, utilizando tecnologías emergentes.
Además de lo anterior, esta la reutilización de insumos para evitar tirarlos dando preferencia a lo de “segunda mano” o reciclado, promoviendo la venta de productos ecoamigables y el uso de energías renovables, beneficiando a la ciudadanía al crear categorias de servicios sostenibles, para una mejor calidad de vida, trayendo efectos positivos al crear empleos que impulsarán la economía para afrontar la actual crisis, al proporcionar beneficios económicos, sociales y ambientales.
Muchos sectores utilizan materias orgánicas para fabricar bienes mediante su producción, transformación, distribución y eliminación, por lo que el volúmen de residuos proveniente de estas, en las ciudades, podría ser aprovechado de forma más eficiente mediante la economía circular, al optimizar la utilización de aguas residuales y los desechos al transformarlos para generar valor y restaurar el equilibrio ambiental.
La aplicación de la economía circular aumentaría el PIB, la rentabilidad y protegería a las empresas por fluctuaciones de precios de los recursos. En Europa, se estima que la economía circular aumentará el PIB en un 0.5% adicional al 2030 y crearía 700.000 puestos de trabajo. Conforme a esto, la economía circular será un modelo económico para enfrentar la crisis, ya que en dicho modelo, los recursos naturales extraídos son usados repetidamente, reduciendo la extracción de materias primas, así como desechos generados, que al pasar a ser parte de los ciclos naturales, se reintegran para renovar la cadena productiva y su fabricación podría incluir piezas fáciles de desmontar para reciclar o reutilizar utilizando una menor cantidad de energía.
La economía circular, es el modelo económico por el cual el valor de productos, materiales y recursos se mantienen durante más tiempo, reduciendo la generación de residuos, por lo que fomentar e incentivar la adopción de estrategias de economía circular por todos los sectores productivos, lo hace definitivo para que empresas y entidades públicas adopten medidas tendientes hacia esta estrategia, en beneficio de los ciudadanos y de un crecimiento sostenible.
En los últimos años se han desarrollado algunas acciones en alcaldias, gobernaciones, por el gobierno nacional, empresas y la academia, por eso es imperativo contar con una ferrea voluntad política, especialmente ahora que es politica pública, el desarrollo de ciudades y territorios inteligentes, como parte escencial para favorecer la transición hacia una economía circular. En este sentido, la importancia del ámbito local, por su proximidad con los ciudadanos, empresas y trabajadores, permitirá a los consumidores, tomar decisiones sostenibles en sus compras, que a pesar de ser conscientes de sus problemas sociales y ambientales, hasta ahora el precio de un producto o servicio, tiene más peso en su decisión de compra, sobre las cualidades del mismo.
La industria textil se ha venido adaptando al cambio de mentalidad del consumidor con iniciativas que generan conciencia de las marcas del país. Cada año en el mundo se producen 100.000 millones de prendas, producción que genera el 3% del dióxido de carbono del mundo, es decir unas 850 millones de toneladas. 60% de las prendas se fabrican con poliéster, que genera tres veces más dióxido de carbono que el algodón, además no se degrada fácilmente, por eso solo el 1% del material utilizado para producir ropa es reciclado, aunque se estan desarrollando técnicas cada vez más sofisticadas para obtener prendas con material reciclado sin perder la calidad en el proceso.
La donación de ropa, en algunos países europeos, se hace utilizando contenedores verdes ubicados en las calles, gracias a acuerdos con alcaldias y empresas, donde se deposita ropa, zapatos y ropa de hogar que ya no utilizan y en buen estado, para que tengan una segunda vida, generando un ahorro en los gastos de recogida y tratamiento de residuos urbanos.
Esto mismo sucede con la recuperación de aparatos eléctricos y electrónicos, que al ser reciclados, reparados, reacondicionados y comercializados, garantizan su reuso en buenas condiciones de salud humana y la reutilización de los dispositivos evita su desecho, creando trabajo inclusivo, estable, formal y de calidad.
La economía circular además de generar beneficios monetarios, tambien reduce impactos ambientales, por lo que su aplicación requerirá más que buena voluntad, tambien requiere de conocimiento de los beneficios para la sociedad y la economía, por esto la información a traves de plataformas y redes sociales, la educación en colegios y universidades, son esenciales para guiar a los ciudadanos hacia patrones de comportamiento circular, proporcionando información objetiva, hacia productos ecológicos, reparables y sostenibles y es aquí donde el gobierno debe aprovechar los procesos, como el sistema de compra pública, Colombia Compra Eficiente, para apoyar a proveedores de todos los sectores y tamaños, que se adapten para producir riqueza sustentable, negocios cero emisiones, nuevos empleos, que produzcan con menos recursos escasos, menos basuras, menos desperdicio y mayor conciencia de los recursos naturales.
La forma de vivir, estudiar y trabajar, esta adaptandose a la nueva realidad a traves de las tecnologías emergentes, teniendo en consideración que desapareceran algunos empleos y al mismo tiempo se crearán nuevos, haciendo que las personas nos adaptemos a los cambios. Antes, la economía circular se veía como una alternativa hacia un modelo sostenible; hoy, por la pandemia, se esta convirtiendo en una necesidad y una realidad, que debe ser aplicable en Colombia, apoyando la transformación de algunas empresas y fomentando emprendimientos colectivos.