Jhon Jairo Armesto

Periodista independiente, relacionista pública y cronista de memoria histórica de Chapinero, localidades del norte de Bogotá y en general del patrimonio hispánico e indígena presentes en Colombia y América Latina. Estudiante Administración Pública Territorial de la ESAP.

Jhon Jairo Armesto

La Monferrina: 15 años de originalidad en lo esencial

Por estos días, en el tradicional y gastronómico barrio de La Macarena en el centro de la ciudad se ha hecho popular entre el público y en la movida empresarial de bebidas y alimentos un sitio que puede ser uno de los más
originales y de calidad al servir las pastas y carnes de una manera equilibrada en porciones con excelente calidad de ingredientes, con toque clásico, maridajes correctos en los vinos, precios justos y un ambiente sobrio, cuidadoso de los detalles e incluyente para que todas las personas puedan disfrutar del buen gusto de una forma cercana. Se intentará llegar a través de esta reseña de manera tangencial encontrar el secreto de un sitio íntimo.

La tarde del viernes en que me desplazo para La Monferrina, estaba lloviendo, como muchas tardes en Bogotá, como cuando en el ya lejano primer semestre de 2023 realicé mi primera columna gastronómica para esta prestigiosa casa periodística que es KienyKe. Pero al entrar a esa casa ubicada en el ya tradicional sector cultural y gastronómico del barrio La Macarena, más allá del calor de la cocina que está ubicada a la entrada y del empedrado clásico de su interior, su calidez y ambiente de excelente servicio y cuidado en los detalles es simplemente formidable.

Me recibe Fernando Rodríguez, quien es cofundador con Sebastián Bedoya, que se encuentra por fuera del país. Al verme mojado y cansado por la caminata, me sirve un café especial en pocillo clásico de Café de Colombia -que ahora es un símbolo del país que hasta en la Casa de Nariño o el Palacio de San Carlos de la Cancillería lo utilizan para servir el tinto a los periodistas, pero que hasta hace menos de quince años era considerado una ordinariez por el arribismo generalizado que hasta 2004 se evidenció en la cultura gastronómica local-, delicioso y necesario para esa lluvia inesperada e intensa del viernes, que retrasó un poco mi llegada…pero ante detalles y lugares como ese vale la pena cualquier espera.

De entrada: si usted quiere ir a un sitio con categoría a tener paz y tranquilidad, con total seguridad y sin códigos complicados de vestuario, La Monferrina es el sitio para que tenga una sonrisa y algo positivo en su mente, sea cual sea la novedad que le haya quitado por un momento la tranquilidad.

Mientras observaba los detalles, que son la principal fortaleza del sitio (locería original, música estilizada en volúmen moderado, agilidad en el servicio, diálogo de los propietarios con el público induciendo una experiencia agradable y mejoras para los platos), me comentaba Fernando esa historia en dos etapas del renacimiento del lugar. La Monferrina, hace quince años empezó como un sitio que contaba con apenas quince a veinte sillas, y que hoy en día tiene un aforo máximo de cincuenta y cuatro personas -cuya página web está concentrada principalmente en las reservas tiene alto tráfico y hay que solicitar con tiempo dichos espacios-. Como todos los restaurantes de la nueva generación tradicional, que ya completa veinte años generando propuestas nuevas (tanto trayendo nuevas propuestas internacionales como reivindicando y explorando nuestros sabores locales) se ha convertido en escuela para muchos chefs y profesionales de la gastronomía, además de ser un lugar con excelentes platos que rescatan la cocina clásica italiana respetando los sabores y estilo europeo -lo que es posible combinando la experticia del chef y su equipo con ingredientes de calidad-, acompañado de precios justos, excelente maridaje de vinos (donde se tiene cuidado de tener al menos una referencia de cada país vinícola, donde el visitante podrá escoger y disfrutar variedades de Estados Unidos, Argentina, Chile, España, Portugal, Francia, Italia, Australia y los muy aceptados en el público colombiano en años recientes vinos de Austria, totalmente recomendados donde la oferta de precios va desde los $120.000 hasta los $180.000, es decir entre unos US$28.57 a US$ 42.87), donde se observa con agrado pero sin mayores sobresaltos la reciente moda de impulso de los vinos de Uruguay. Esos precios justos, rotación permanente de referencias permite hacer sostenible un buen nombre que hermana  un concepto ganador con una dinámica administrativa humana y justa en el reconocimiento del trabajo de las personas, y el valor del cliente y su experiencia, lo que en la actualidad con la inflación y dificultades con el costo de ciertos insumos desde su producción de base agrícola, sumando el aumento de costos por la inflación, la segunda prueba de fuego del sector restaurantero desde 2023.

Como todos los restaurantes, tuvo una primera prueba de fuego en la pandemia en el ya aparentemente lejano 2020. La Monferrina para salvar inventario y continuar operaciones decidió vender elementos para fabricar lasagna: salsas especiales, pastas cuadradas entre otras a todo Bogotá, adaptándose al mercado del domicilio obligatorio a través de una comunicación permanente a través de Whatsapp, generando un éxito en toda Bogotá y generando en el momento de la reactivación una recordación tal que ha aumentado el prestigio por el sabor y el deseo de la visita física del restaurante, y sigue siendo así hasta el presente.

Sin duda alguna los platos recomendados de la casa son la pasta a la carbonara y la punta de chatas como plato fuerte de proteína de origen bovino. Son platos aparentemente simples, pero que en sus sabores son especiales en el sello que pone La Monferrina, debido a la calidad de los ingredientes escogidos, la técnica de sus chefs y personal de cocina. La Pasta a la Carbonara aunque realmente son cuatro ingredientes: queso pecorino, guanciale (carrillo de cerdo condimentado con pimienta negra y sal), huevos y pasta; pero el nivel de concentración para que el punto quede sin que los huevos se cocinen es de vital importancia. Por el lado de la carne, los sabores de sus acompañamientos de sabores como para pimienta negra, y las papas al romero  que tiene acompañamiento de  alcaparras y anchoas; es decir sabores agridulces e intensos para los cuáles se debe estar preparado, o sino, siempre el equipo de servicio estará atento a sus gustos y requerimientos de salud. 

Por último, no hay que dejar de probar el snack de la casa: la pizza frita, que es masa de pizza frita, que posteriormente se pone en el horno con queso parmesano y salsa pomodoro para que al fundir quede con la crocancia inconfundible con un pasabocas gourmet, sano y original. Solo disponible en La Monferrina.

La dirección es la Carrera 4 No. 26b-22 y las reservas se pueden realizar a través de la página web: https://lamonferrina.precompro.com/select/?source=instagram  Contactos: Instagram: @lamonferrina,  teléfonos: 601 935 1424 y 313 281 4653 |  o al correo electrónico restaurante.monferrina@gmail.com  

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Jhon Jairo Armesto
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