La diferencia entre el éxito y el fracaso es la buena educación. La diferencia entre el rico y el pobre es la buena educación.
La Educación Digital es la gran esperanza de la humanidad para derrotar la inequidad. Las grandes revoluciones educativas vienen con el mundo digital. No existe ninguna duda que la educación presencial se ha convertido en una fábrica de desigualdades sociales, por ser excluyente y porque los que más tienen, suben más y más rápido.
Colombia tiene que entrar a la Revolución de la Universidades Digitales. Hay que construir 34 Universidades Digitales Públicas, una por cada Departamento, y declarar la Educación superior y la educación para el trabajo, gratuitas, pagada por el estado a las Instituciones, para todo aquel que no tenga recursos.
Cada Departamento con una Universidad Digital pública en su territorio. Se debe crear una Universidad Nacional Campesina; y una Universidad Nacional Indígena. Que ningún joven en Colombia se quede sin cupo en la universidad o sin espacio para formarse en una actividad laboral. Para que se abran más oportunidades para los jóvenes, se debe hacer una nueva ley para la Educación para el trabajo, darles más vigor a las instituciones especializadas en educación para el trabajo, y sobre todo, para que sean líderes de la capacitación en oficios digitales, que son las nuevas economías para los jóvenes.
Una Universidad Nacional Indígena. Los Indígenas necesitan una Universidad que estudie sus especificidades; que defina sus propios títulos; y que ofrezca áreas de estudio de acuerdo a las necesidades de su cultura milenaria. Un Indígena no tiene interés en ser PH.D pero si en ser sabio. Es posible que no quiera ser Magister pero si Experto. Los Indígenas tienen el 24% del territorio de Colombia y necesitan estudiar los minerales de sus tierras, las aguas, el medio ambiente, y es urgente elaborar un Plan de Ordenamiento Territorial Indígena POTI. Los Indígenas tienen su propia medicina, sus propias lenguas, su propia justicia, y una cultura milenaria que debe ser orgullo para todos los colombianos. En fin, una Universidad Indígena que abra oportunidades de vida y de bienestar a quienes son nuestros orígenes con una cultura ancestral que hay que vitalizar.
Una Universidad Nacional Campesina. Los campesinos son imprescindibles para Colombia. Hacer un abogado, o médico, o un ingeniero es muy fácil, ahí están las universidades, Hacer un campesino que tarea más difícil. No hay fábricas de campesinos, no hay universidades para graduar campesinos. Al campesino sólo lo hace la tierra, el sol, el agua, el trabajo honesto, de sol a sol. En ocasiones se necesita un abogado, o un médico, o un ingeniero; pero siempre, cada día, se necesita el fruto, los alimentos y el trabajo del campesino. Una Universidad para los campesinos empezará a pagar la deuda pendiente que el país tiene con los campesinos.
Con la educación digital, es el momento de recuperar la educación como la gran arma contra la inequidad. La educación digital forma mentes globales; ciudadanos del mundo; enseña en tiempo real; revoluciona la calidad del autodidacta; enseña la voluntad de aprender; crea estudiantes último modelo pues cada día son capaces de actualizarse. Es flexible que es lo que reclama la juventud y los ciudadanos. Los Digitales ven su futuro en todo el planeta y no en la provincia. La educación digital no tiene fronteras ni mentales ni espaciales. Y hay que derrumbar otro mito inútil: La nueva educación digital es más personalizada que la educación presencial
La Universidad Nacional recibe cerca de 70.000 solicitudes semestre y rechaza cerca de 63.000. La U de Antioquia recibe cera de 50.000 aspirantes y rechaza cerca de 45.000 cada semestre. Qué dolor, cada seis meses más de 200.000 jóvenes que quieren estudiar, son humillados y tirados al asfalto como si nada. Las universidades le tiran la puerta en la cara a los jóvenes, y los ilegales se las tienen abiertas para ingresarlos al mercado de economía negra e ilegal
Es más barato darle la oportunidad de estudiar gratis a un joven en la educación superior que perseguirlo toda la vida como un ilegal. Pareciera que en Colombia es más fácil hacer la carrera delincuencial que una carrera universitaria. Colombia es el único país del mundo donde se califica como populismo dar educación superior gratuita a un joven sin recursos.
Quien no tiene buena educación no tiene buena patria. Ni la democracia es vigorosa, ni existirá estabilidad política ni crecimiento económico con un ejército de jóvenes frustrados y con un pie en la ilegalidad. El futuro de un país tiene el color de la Juventud. Si la juventud es ociosa, ignorante, sin saber laborar, el color del futuro del país es oscuro y vetusto.
Tu colegio tu universidad no es el edificio que está cerca a tu casa; tu educación puede provenir de cualquier lugar del mundo. El mercado laboral no es solo tu ciudad ni tu estado ni tu país; es el mundo entero.
En el futuro hay retos; en el pasado culpables. Nunca se debe perder la alegría de inventar el futuro.