Hoy pienso en la cantidad de criminales, que estarán anhelando que Petro se convierta en el próximo presidente del Colombia. Y como no hacerlo, si les ha mostrado su respaldo. Si ha prometido redimir de pecados a cuanto delincuente le parece. Lo ha dejado claro con los vándalos de la primera línea, ha hablado abiertamente sobre indulto al ELN y como si fuera poco, ahora, escondido en un supuesto perdón social, manda a su hermano para hablar con corruptos presos, parapóliticos y otros bandidos de similar calaña.
Y aunque lo niegue y se enrede entre una versión y otra, de que su hermano si fue a la cárcel, luego que no hizo la visita en su nombre, que no trabaja en su campaña, o que fue una trampa, lo cierto es que, han estado allí, presentes, dispuestos a lo que sea para quedarse con un par de votos.
Según el señor de las bolsas, ese tal perdón social es la única salida a la violencia. Después de la tormenta desatada por el pacto de la Picota, él mismo volvió a aseverar, refiriéndose al tema, que “el que quiera ver la paz en Colombia, tiene que hablar de reconciliación de la sociedad”, y si, pensemos en un proceso de reconciliación, pero ¿a qué costo?.
Basados en este discurso, tendremos, entonces, según el candidato exguerrillero, que perdonar a quienes han desangrado a nuestra nación, a los asesinos, a los secuestradores, a los violadores. Mejor dicho, a todos los hampones que han hecho y desecho en Colombia.
No en vano, hace un mes, presos de nueve cárceles del país, le escribieron una carta, al mesías de Ciénaga de Oro, pidiéndole amnistías y rebajas de penas. Los criminales la tienen clara: Con el perdón social, se les arregla la vida e integrarían así el club de los redimidos.
Como cereza del pastel, Petro ha propuesto crear una especie de JEP para los narcotraficantes, para reivindicar a los señores que tanto bien le han hecho a la humanidad. ¡Esto si es justicia de la más pura!. Recordemos que la reconciliación así sea con narcos, es la única salida. ¡Tremendo descaro!.
Estamos cansados de los disparates de Petro y hablo en plural, porque estoy convencido, de que así como yo, hay miles de colombianos, a quienes nos aterra pensar en que un señor como este, que se cree con la facultad de indultar criminales de todo tipo, pueda convertirse en presidente de Colombia.
No se trata de miedo, se trata de sensatez, una palabra, que al parecer, los del pacto criminal, desconocen.