La figura paterna en la crianza de un niño es sumamente importante, el rol del padre, que es complementario al de la madre, es fundamental en la construcción de la identidad de ese niño, que, al recibir afecto, normas, pautas y formación, será en términos generales, una persona confiada y feliz, con buenas herramientas para afrontar los retos que se encuentran a lo largo de la vida.
En mi opinión, y es lo que intento hacer con mis propios hijos, la mejor forma de educar es a través del ejemplo, tanto papá como mamá, nos volvemos un referente para nuestros hijos en la formación de principios y valores desde muy temprana edad.
En Colombia, mencionaba en algún debate el entonces candidato Petro, existen miles de mujeres que deben criar solas a sus hijos, afirmación dolorosa pero real, admirable labor titánica y abnegada la de esas mujeres, que, con profundo amor y compromiso, hacen hasta lo imposible por dar una buena educación y la mejor vida posible a sus hijos a pesar de la falta de un padre.
Las circunstancias son múltiples: en muchos casos, el padre falta por fallecimiento, como consecuencia de la violencia que hemos vivido durante años en nuestro país, en otros, debido a la muerte por causas naturales, algunos, porque al haber cometido delitos están privados de su libertad. Pueden ser muchas más las causas, tal vez una de las más recurrentes es por la irresponsabilidad de sus padres, bien sea por causas culturales como el machismo o simple desinterés.
El debate en Colombia está abierto hace algún tiempo, hay quienes piensan que la inasistencia alimentaria no debe ser un delito, otros que se debe fortalecer la educación y la prevención, todos concordamos, sin duda, en que es un problema grande que debe ser abordado desde la política pública con mayor contundencia, no solo desde lo penal o lo administrativo, sino también desde la formación, la atención y la prevención.
Resulta entonces sorprendente e indignante la actitud del Presidente Petro frente a su hijo Nicolás. En campaña hablaba con autoridad y sensibilidad sobre la paternidad responsable, hoy siendo presidente asume una actitud desprendida y machista frente a su hijo y como fue criado, buscando la manera de zafarse de la responsabilidad por el resultado de la crianza.
Una vez estalló el escándalo, la actitud del Presidente, hasta cierto punto fue correcta, pedir que se investigue y que su hijo asuma las responsabilidades a las que haya lugar es acertado, obviamente hay dolor de padre, pero las eventuales responsabilidades penales son individuales y no pueden ser adjudicadas a su padre.
Afirmo que son correctas hasta cierto punto, porque no es cierto, como dicen los amigos del Gobierno, que en un acto de responsabilidad y de sobreponer los intereses del país a los familiares, el Presidente pidiera, una vez enterado, la investigación a su hijo. La verdad que reveló la exesposa de Nicolás es que el Presidente tenía conocimiento mínimo un mes antes de la divulgación del escándalo, no hizo absolutamente nada frente al tema, solo sacó el comunicado una vez se le informó de la inminencia de la publicación en la revista semana.
Quedan además dudas razonables sobre el conocimiento del Presidente, incluso mucho antes de hablar con su exnuera, porque de la revisión de los Petro videos, que fueron escándalo en la campaña, en uno de ellos se puede escuchar como de la boca del propio Petro se pide que Nicolás recoja unos dineros para la campaña. Además, el ex Presidente Andrés Pastrana afirmó, y yo concuerdo, nadie dona cientos de millones de pesos a una campaña sin que el destinatario, es decir, el candidato, sepa de dicha donación.
La cereza del pastel es la entrevista en la revista Cambio, deja ver a un Presidente más preocupado por su imagen y la de su Gobierno que por su propio hijo, un Presidente machista, que afirma que no participó en la crianza del hijo cuestionado, como si eso hablara bien de él o lo eximiera de responsabilidad, además, entre líneas permite interpretar entonces que si la crianza salió mal es por culpa de la madre de Nicolás.
Esa entrevista habla muy mal de Gustavo Petro como padre, como político y como persona. Que dolor para Nicolás, sea culpable o no, de lo que se le indica, que su propio padre lo sacrifique para tratar de mantener su imagen, para tratar de salvar una responsabilidad política, sobre todo cuando el propio Nicolás afirma ser cercano a su padre y cuando Petro mismo lo ha promovido como político en el Atlántico y le ha dado responsabilidades tan grandes como su propia campaña en el Caribe.
No Presidente, no todo vale, que Nicolás responda por lo que le sea imputable, pero usted también es responsable políticamente, al menos, por lo que ha sucedido. Hoy vemos que Guanumen no corrió un poco la línea ética, al parecer la borraron para poder ganar.
