Durante 2020 hicimos frente a la pandemia ocasionada por la COVID19, situación con graves consecuencias para la economía colombiana que en los últimos meses ha tenido caídas históricas como en el segundo trimestre del año con un decrecimiento del 15% y en el tercero —que es el último período de medición— con una reducción del 9 %.
Nueve de las doce actividades que conforman el indicador de crecimiento económico se han contraído, las únicas actividades que continúan con crecimiento positivo son agricultura, servicios financieros y sector inmobiliario y en contraste las actividades más golpeadas han sido transporte, alojamiento y servicios de comida, construcción y comercio, con decrecimientos que han llegado incluso al -30%.
En el momento más crítico de la pandemia, llegamos a tener en Colombia cerca de 5.2 millones de personas sin empleo, de los 30 billones de pesos que se recibían en promedio mensualmente por concepto de nóminas, alcanzamos una reducción cercana a los 16 billones de pesos. Técnicamente podríamos concluir que estuvimos en recesión.
Surgen entonces una pregunta clave: ¿Qué nos deparará el 2021 en cuanto a crecimiento económico? Diciembre ha sido tradicionalmente un mes donde algunas empresas llegan a tener crecimientos de hasta el 30%, pero ¿podría esperarse tal reactivación hacia el próximo año según el panorama del último mes del anterior?
Debemos tener en cuenta que -debido a los aislamientos preventivos- la economía ha estado frenada durante varios meses en el año; es como si se tuviera un interruptor y se ha decidido apagarlo y ahora nos damos cuenta de que no es tan fácil volver a encenderlo, sobre todo en un país con los más altos índices de informalidad de la región —con niveles superiores al 50%— cifras que representan personas que terminan siendo los más vulnerables frente a lo que estamos viviendo.
El gobierno, en cabeza del presidente Iván Duque, entregó subsidios a los hogares y a las empresas con el propósito de inyectar liquidez a la economía, pero los subsidios del gobierno nunca van a reemplazar el aparato productivo del país, como nos lo quieren hacer creer algunos políticos de corte populista.
Hemos sido testigos de una pandemia que no tenía precedentes desde hace casi cien años en la humanidad. Precisamente si revisamos los vestigios económicos de la gripe española, las consecuencias negativas de aquella época se extendieron alrededor de siete meses y de acuerdo con datos históricos que se tienen, en Estados Unidos por ejemplo, la reactivación económica tuvo mejores resultados en aquellos estados que fueron más juiciosos en el aislamiento y tuvieron por tanto menos muertes en su inventario.
El crecimiento económico del próximo año estará marcado por una base baja, dado que este año hemos tocado fondo, por lo cual a partir del segundo trimestre crecer va a ser fácil y los sectores que deberían jalonar la economía son infraestructura, minería y comercio.
La infraestructura es un sector que va a reactivar la economía de manera importante, ya que genera bastantes empleos no calificados y tiene un encadenamiento a lo largo de la economía que propicia el consumo y la inversión. En segundo lugar, el sector minero energético será importante para la reactivación, pues de acuerdo al ministro Diego Mesa en la actualidad Colombia tiene en marcha 33 proyectos en este sector, con una inversión cercana a los 36 billones y una proyección de crear cerca de 54.000 empleos. Finalmente, para reactivar el comercio será importante que el gobierno continúe con la política de los días sin IVA y que se continúen consolidando las noticias positivas sobre el abastecimiento y la aplicación de la vacuna en el país
