El domingo se conoció una nueva encuesta presidencial publicada por El Tiempo, en donde Gustavo Petro lidera con un 36,4 %, seguido por Federico Gutiérrez con un 30,6 %. Esta encuesta se suma a las seis publicadas en el último mes que confirman tres cosas esenciales: la primera, que habrá segunda vuelta; la segunda, que los candidatos serán Petro y Fico, y la tercera, que la segunda vuelta será muy reñida.
Se muestra un empate técnico y se augura un «voto finish», en el que cada voto será decisivo para quien quiera llegar a la Casa de Nariño. Ante esto, surge una pregunta: ¿Quién o qué puede inclinar la balanza? Gustavo Petro tiene un público fidelizado que pareciera no hacerle ninguna mella los continuos escándalos.
Asimismo, en el escenario de segunda vuelta es probable que una parte del electorado de Sergio Fajardo y Rodolfo Hernández terminen votando por Petro, pues llevan la bandera del «cambio». Para bien o más para mal es el público que desea un cambio y ellos lo están consolidando. De manera que lo más probable es que estas personas terminen en la campaña de Petro.
Por su parte, Fico también ha reunido muchos apoyos en el último mes. El tan preciado Partido Liberal, por el que el Pacto Histórico estuvo detrás hasta el último momento, va a apoyar a Fico. El Partido Conservador, el Centro Democrático, el Partido de la U y los cristianos también. Estos partidos con fuerte presencia regional suman alrededor de 8 millones de votos, lo que se ha evidenciado en el crecimiento constante de Fico en las últimas encuestas.
Sin embargo, no todas las cartas están jugadas. En efecto, hay líderes electorales y de opinión que no han decantado su apoyo, y este es el caso de David Luna. Aunque el protagonista de los medios de comunicación en los resultados electorales del 13 de marzo fue el Pacto Histórico por sus 20 curules, recordemos que otros resultados positivos pasaron desapercibidos, como el regreso triunfal del exministro a la política electoral.
David Luna obtuvo 113.000 votos, ubicándolo como el senador más votado de Cambio Radical, aun por encima de las casas políticas tradicionales, como la de los Char. La votación de Luna, en buena parte por su caudal de opinión en Bogotá y en la Costa, fue consolidada por los resultados positivos en cada paso de su carrera política. El sector de opinión que lidera Luna en Cambio Radical sin lugar a duda será determinante para quien desee ser presidente de Colombia. Pues bien se sabe por las últimas elecciones presidenciales que la carrera para llegar a la Casa de Nariño es más influida por la opinión y las emociones que por las llamadas «maquinarias».
Recordemos que el referendo del plebiscito perdió por solo 60.000 votos, y en esta ocasión lo más probable es que se pueda repetir el mismo fenómeno en donde cada voto cuenta. Así que no todas las cartas están jugadas y aún quedan apoyos que no han decantado su decisión. Indudablemente el factor Luna será determinante para el ganador de la segunda vuelta que se aproxima.