Están sentados en una mesa de su restaurante preferido un grupo de amigos de distintas nacionalidades. Hay un mexicano, un chileno, un estadounidense y un colombiano. Cuando llega la hora de pagar, acuerdan dividir la cuenta en partes iguales y cada uno pagar con su tarjeta de crédito. Al colombiano le saldrá la cuenta mucho más cara que al resto de sus amigos, ¿saben por qué?
En Colombia, los bancos y entidades que emiten tarjetas de crédito les cobran a sus usuarios las tasas de interés pegadas al límite de la usura, es decir, al tope máximo certificado por la Superintendencia Financiera. De esta manera, las tasas de interés para los connacionales llegan al 26, 27 y 28% efectivo anual, en contraste con las tasas que les cobran a ciudadanos de otros países como México, Chile y Estados Unidos donde son inferiores al 20% efectivo anual.
Desde hace varios años venimos denunciando los atropellos que cometen las entidades financieras con los usuarios en nuestro país. No en vano hemos sacado adelante siete leyes contra los abusos de la banca y seguimos atacando todos los frentes para lograr tasas, tarifas y cobros justos. En esta oportunidad, impulsamos en el Congreso una nueva iniciativa que busca reducir -precisamente- los intereses en las tarjetas de crédito en Colombia, donde más se cometen abusos en el mercado.
Como lo señalamos antes, la mayoría de entidades financieras ubican su tasa de interés en las tarjetas de crédito al límite de la usura. Así las cosas, a todos nos cobran exactamente igual, pero con el agravante que dan por hecho que todos somos malos clientes, morosos, con muy mal perfil de riesgo y, por tanto, nos ubican en el peor escenario posible. Nuestro nuevo proyecto de ley corrige esta deficiencia y exabrupto por parte de los bancos.
¿Cuál es la propuesta?
Siguiendo las directrices del mercado y de libre competencia, nuestra iniciativa propone que los bancos, a la hora de establecer la tasa de interés de la tarjeta de crédito para un usuario, haga un análisis minucioso de su perfil de riesgo. Algo que no sucede hoy en día, ya que a todos nos meten en el mismo saco.
Entonces, los bancos tendrán que evaluar si el usuario se ha mantenido al día, cuál es el monto del crédito, el plazo del mismo y el comportamiento anterior. Con este perfil se definirá la tasa de interés que se le va a cobrar, la cual ya no puede aumentar porque hoy nos cobran la tasa máxima, al tope de la usura, como ya se explicó.
Además, la realidad actual es que el 95% de los usuarios mantienen un buen comportamiento crediticio. Por tanto, al 95% de los usuarios con tarjeta de crédito deberá bajarles sustancialmente la tasa de interés. Esta es una extraordinaria noticia.
¿Se va a regular el mercado?
No. Es muy peligroso que en una ley se establezcan tarifas porque esta se mantiene en el tiempo, mientras las condiciones del mercado son cambiantes. Al contrario, esta iniciativa busca que se aplique realmente la libre competencia a la hora de determinar la tasa de interés para cada usuario. No como ocurre actualmente que se aplica el mismo racero para todas las personas, sin tener en cuenta ninguna condición del mercado.
¿Qué otro beneficio trae el proyecto de ley?
Hoy en día, cuando una persona se atrasa en su crédito, algunos bancos le pueden cobrar la totalidad de los intereses. Por ejemplo, si usted se dejó colgar, se pasó la fecha límite de pago, y ya van cinco días de mora, algunas entidades financieras lo castigan cobrándole todos los intereses del año o los años por los que tenga el crédito. Esto es otro atropello que corregimos.
Con la aprobación de la ley, sólo le podrán cobrar los cinco días de mora o los que lleve, pero nunca la totalidad de los intereses del crédito.
Nota especial sobre la ley de borrón y cuenta nueva: Muchas personas me escriben a diario preguntándome qué ha pasado. Les recordamos que ya fue aprobada en el Congreso y por ser una ley estatutaria debe ser revisada por la Corte Constitucional que es donde se encuentra en estos momentos. Le hemos pedido respetuosamente al presidente de dicha Corte, magistrado Alberto Rojas, que le den celeridad ya que son millones de colombianos que esperan la promulgación de esta norma para recuperar su vida crediticia. Estamos en las manos de los magistrados y dependemos de sus tiempos, pero no podemos entrometernos, ya que debemos respetar la separación de poderes. Una vez la Corte le de el visto bueno a la ley, pasará a sanción presidencial