Luis Betancur Correa

Transformación de la educación digital

La educación y la formación son las grandes palancas que permiten transformar a las sociedades al impulsar el crecimiento y el progreso de las personas, las familias y del país. En el contexto actual, las nuevas tecnologías se imponen cada vez más en todas las acciones que se llevan a cabo en el diario vivir y sobre todo en el ámbito laboral. Esto hace que la educación digital sea imprescindible en todas las profesiones y ocupaciones. Según un estudio realizado por FTI Consulting, el 65% de los trabajadores en Europa están dispuestos a recibir formación en el aprovechamiento de las herramientas digitales.

La educación digital es una necesidad debido a la inherencia que tienen las tecnologías emergentes en todos los ámbitos de la sociedad. Incluso en la enseñanza de carreras tradicionales es imperativo optar el uso de estas herramientas digitales para la gestión de su profesión de manera ágil, eficiente, dinámica y transparente, siendo un primer paso para adquirir las competencias digitales que se necesita para el desarrollo profesional. Esto se debe a que están surgiendo trabajos que exigen perfiles capaces de cubrir la demanda que impone la economía digital y los cambios rápidos que en la sociedad se producen gracias a las tecnologías emergentes.

En los próximos años los puestos de trabajo tradicionales tal como se conocen desaparecerán. Incluso la forma de organización en las empresas será diferente, los trabajadores tendrán que adaptarse a nuevos procesos, formas de actuar y relacionarse con los grupos de interés. La mayoría de sectores están experimentando cambios en sus procesos, en los que el desarrollo de la tecnología es el principal causante. Existen sectores económicos en los que este desarrollo y evolución tecnológico es más latente, revolucionando sectores como los seguros, con el concepto, Insurtech que une la tecnología con los seguros o en el financiero las Fintech para aumentar la bancarización de la población, además los usuarios exigen procesos sencillos al solicitar créditos, realizar inversiones, pagar cuentas y contar con procesos automatizados que les facilite la vida. 

Otro sector que está experimentando un cambio derivado de la tecnología, es el inmobiliario a través de las Proptech al revolucionar el mercado con aplicaciones de realidad virtual, metaverso y agencias digitales, que mediante una app permiten a un cliente comprar, vender, alquilar o remodelar un inmueble virtualmente.

Como ejemplo está el sector agrario que viene registrando cambios importantes, ya que una de las profesiones más tradicionales está viendo cómo las energías renovables son un apoyo eficiente y sostenible para sus cultivos, el uso de drones para analizar el estado de los campos o desde una app controlar los procesos de siembra, riego y recolección, llegando inclusive a tener profesiones agrícolas como técnicos de domótica, analíticos agrícolas y profesores digitales entre otros.

Por lo tanto estos sectores y demás sectores de la económica, cuentan con trabajadores, proveedores y clientes, que en un gran porcentaje no cuentan con habilidades digitales, ya que por su formación en el colegio, instituto o universidad, el desarrollo de estas habilidades digitales no hace parte del pensum, como lo tienen algunas profesiones, por lo que hay una gran brecha digital entre lo que ofrece el mercado digital y los usuarios. 

Es válido promover carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), científicos de datos, expertos en ciberseguridad, computación en la nube, entre otras, por el déficit de talento existente, solo que es igualmente importante promover la educación digital en todas la profesiones sobre el uso eficiente y los beneficios de las herramientas digitales.

El mercado laboral está cambiando y continuará adaptándose con mayor velocidad al conocimiento y uso de tecnologías digitales por esto que abogados, economistas, odontólogos, médicos, administradores, arquitectos, diseñadores de modas, cocineros, vigilantes, psicólogos entre otros, al ser usuarios y beneficiarios de tecnologías como el big data, el Blockchain, inteligencia artificial y el Internet de las Cosas (IoT), así como la historia clínica digital, el expediente judicial digital, recopilando datos sobre clientes, pacientes o proyectos, a través de dispositivos digitales, deben tener la posibilidad y conocimiento para adaptarse al constante cambio y a las oportunidades que se generan por estas tecnologías y los cambios constantes en el mercado. 

El momento actual es incierto, cambiante y voluble, haciendo necesario invertir en talento humano con el objetivo de que apropien nuevas competencias que el mercado laboral va a demandar. Por esto es necesario cambiar la forma de educar, integrando las tecnologías emergentes en los procesos educativos, generando cambios metodológicos como organizativos en el sistema educativo, en beneficio de la sociedad, las empresas y la economía. Si la educación no se integra a la realidad digital, la brecha social, económica y política continuará aumentando.

La UNESCO señala que “las nuevas tecnologías están generando una verdadera revolución que afecta tanto las actividades relacionadas con la producción y el trabajo como las actividades ligadas a la educación y la formación”. Una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es que antes de 2030, los jóvenes y muchos adultos estén alfabetizados, lo que debe entenderse como un medio de identificación, comprensión, creación y comunicación en un mundo cada vez más digitalizado, buscando soluciones inclusivas, así como desarrollando competencias digitales entre toda la población, comprendiendo que la educación digital es fundamental para alcanzar estos ODS.

Por su parte Klaus Schwab, fundador del World Economic Forum, señalaba que la actual revolución tecnológica modificaría la forma de vivir, de relacionarse y de trabajar, por lo que esta transformación requiere educar a toda la población, sin exclusión, en el uso de las herramientas digitales para enfrentar nuevas situaciones de manera individual y colectiva.

De ahí que organismos como OCDE, UNESCO y ONU reiteran la necesidad de promover la integración de las tecnologías digitales en todos los niveles del sistema educativo con el objetivo de que la ciudadanía se beneficie de las grandes oportunidades ofrecidas por estas herramientas para la vida, el trabajo, el ocio, la salud, la educación, las profesiones liberales y los nuevos trabajos, entre otros.

Por esto hay que invertir en talento humano competitivo con el fin de que adquieran nuevas competencias que serán demandadas por el nuevo mercado laboral.  Además de esto, es fundamental continuar enseñando, a todas las personas, las ciencias sociales, humanidades, sociología,  ética e idiomas, con el fin de formar personas versátiles, con capacidad de adaptación, creativas, innovadoras, maduras digitalmente, visionarios y líderes. Por esto las competencias y cualidades que deben tener los trabajadores estarán enfocadas en habilidades transversales, independientemente del cargo, especialidad o formación de la persona.

Por esto se debe aspirar a que el país e instituciones educativas promuevan, que niños y adolescentes finalicen sus estudios de primaria plenamente alfabetizados en lectura, escritura, desarrollo contenidos, herramientas digitales, programación, habilidades blandas y poderosas (soft & power skills), empatía, comunicación asertiva, negociación y cultura general ya que en un mundo tan cambiante, algunas bases educativas que sirvieron durante décadas, no supieron integrarse a las nuevas tecnologías, aunque una parte importante de bases teóricas de la educación aún continúan vigentes como las enseñanzas, teorías y principios fundamentales clásicos de la pedagogía como las de Rousseau, Dewey, Montessori, Piaget y Alfonso Casas Morales, al ser la base para una sociedad honorable, íntegra, solidaria, trabajadora, responsable, cívica, inquieta y creativa entre otros valores.

Ante tanta incertidumbre y cambios radicales, es cierto que serán las acciones personales, como profesionales las que decidirán la trayectoria del futuro. Por eso, no se debe olvidar que los responsables de la educación, gobierno y empresas, son quienes tienen la obligación de formar  a los estudiantes promoviendo aprendizajes valiosos para la vida y para profesiones que aún no existen así como anticiparse para resolver problemas aún inciertos, permitiendo la readaptación a una innovadora cultura organizacional digital y a un escenario mundial repleto de incertidumbre. 

En consecuencia, parece necesario realizar un esfuerzo por parte del gobierno, padres de familia, empresarios, instituciones y profesores para integrar lo digital en la educación o la educación en lo digital, las tecnologías deben penetrar las instituciones educativas, por lo que es imperativo aceptar e integrar la disrupción digital para que la educación camine en la misma dirección y a la misma velocidad que el mundo socio-laboral.

Es importante apropiar tecnología e infraestructura acorde a la real necesidad de la institución, para evitar poblar  colegios y universidades que no se utilizan o utilizarán en un porcentaje mínimo, con el fin de promocionarse como una entidad educativa digital. Por esto resulta fundamental que la transformación digital sea una iniciativa estratégica, inclusiva y clave en el sector educativo que abarque todos los niveles educativos y las diversas profesiones, con el fin de adaptarse ágilmente a la sociedad y al trabajo digital, promoviendo un aprendizaje continuo y evolutivo, con el objetivo de lograr que la economía, la sociedad, las empresa y el país, mantengan un crecimiento exponencial y competitivo a nivel mundial.

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Luis Betancur Correa
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