La empresa Next Energy Solutions, reconocida internacionalmente por su aporte al desarrollo de energías limpias, publicó hace pocos días una encuesta realizada a más de 200 altos ejecutivos de grandes empresas estadounidenses para conocer la incidencia de la acción climática en las organizaciones.
En la encuesta, el 33% de las compañías aseguró haber perdido negocios por no haber desarrollado estrategias adecuadas o tangibles frente al cambio climático y la sostenibilidad. En muchos de los casos se confirmó que esta situación los llevó a reportar pérdidas en ventas e inversiones, y a ver como sus competidores se quedaban con los negocios.
De acuerdo con el director general de Next, Daniel Emmett, “La mitigación del clima ya no es solo un problema de regulación federal para las empresas petroleras o los fabricantes: la comunidad empresarial más amplia y los consumidores están dejando muy claro que la inacción tiene consecuencias económicas y competitivas tangibles”.
La anterior declaración, que no debería sorprendernos, si debe obligarnos a devolver la mirada a la “Visión 2050” del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD por sus siglas en inglés). Esta hoja de ruta publicada el año pasado cada día toma más vigencia en el mundo y en especial, en el de los negocios.
La “Visión 2050” del WBCSD establece una serie de acciones y líneas de trabajo mediante las cuales las organizaciones de todo el mundo pueden contribuir de manera acertada para que más de 9 mil millones de personas disfruten de un buen nivel de vida, sin rebasar los límites del planeta en el año 2050.
Esta Visión, es un documento de obligada consulta e implementación para cualquier empresario, sin distinguir si es pequeño, mediano o grande. Debemos aceptar que, a pesar de todos los esfuerzos realizados hasta ahora en sostenibilidad, las empresas requieren cambios radicales e inmediatos, es decir transformarse.
La anterior transformación la propone el WBCSD, para mí de forma muy acertada, desde tres cambios en la mentalidad empresarial estratégica: la reinvención del capitalismo para premiar la creación de valor real, en lugar de la extracción de valor; el desarrollo de resiliencia a largo plazo; y la adopción de un enfoque regenerativo en torno a la sostenibilidad comercial.
La reinvención del capitalismo significa reconocer que nuestro actual sistema está produciendo resultados que no son sostenibles. La generación de retornos a largo plazo requiere un modelo de capitalismo distinto que recompense la creación de valor real, en vez de la extracción de este.
El valor real, un concepto desarrollado en la Visión 2050 original, es cuando los costos y beneficios sociales y ambientales se internalizan y reflejan en el precio relativo de bienes y servicios, así como en los estados de resultados, los costos de capital y las valoraciones de mercado de las compañías.
Por su parte, el desarrollo de la resiliencia empresarial se refiere a mejorar la capacidad de las empresas de anticipar y aceptar cambios y alteraciones, y adaptarse a ellos, a fin de salvaguardar su éxito a largo plazo. La verdadera resiliencia prioriza el rol transformador de la innovación en la búsqueda de nuevas maneras de crear valor ante los retos y las disrupciones.
Cuando las empresas reconocen que son parte de un sistema más amplio, su comprensión de la resiliencia varía de fortalecerse y ser capaces de resistir el cambio, hacia una mentalidad de adaptación y evolución que se requiere si pretenden seguir existiendo como empleadores, generadores de valor para accionistas y miembros de comunidades de todo el mundo.
Finalmente, la regeneración significa moverse de una mentalidad de “no causar daño” a una en que las empresas contribuyan a desarrollar en los sistemas sociales y ambientales la capacidad para sanar y florecer.
Actualmente, el pensamiento y la práctica regenerativos son muy visibles en la agricultura y la ganadería. Cada día más productores adoptan prácticas para rehabilitar la naturaleza y fortalecer la salud y vitalidad de los ecosistemas de los cuales depende la producción de cultivos, ganado y bosques. Los enfoques regenerativos hacen hincapié en aumentar la biodiversidad, enriquecer la salud del suelo, mejorar las cuencas y capturar carbono. Asimismo, están desarrollando la capacidad de igualdad y prosperidad para todos los individuos en la cadena de valor, reconociendo que las comunidades humanas también son una parte integral de nuestro mundo viviente y nuestro sistema agrícola y ganadero.
Para concluir, debo decir que la transformación empresarial propuesta por la Visión 2050 es un documento realista, que plantea acciones alcanzables, sugerencias comerciales prácticas y que, sin lugar a duda, quienes la consulten encontrarán una nueva forma de hacer negocios que responde a los desafíos globales que no dan espera.