Santiago Valencia
Abogado, especialista en Derecho Administrativo con Maestría en Análisis Económico del Derecho, se ha desempeñado como profesor universitario, abogado litigante, consultor jurídico y en asuntos políticos y públicos, fue elegido Representante a la Cámara (2014 – 2018) y Senador (2018 – 2022), en el Congreso fue miembro de las comisiones primeras constitucionales, Presidente Comisión Primera (2019 – 2020), Presidente Comisión de Ética y Estatuto del Congresista (2020 – 2021).
Santiago Valencia

Verónica Alcocer o al – gozar

Verónica Alcocer nació en 1976 en Sincelejo, Sucre. Su hogar, según ella, era de tendencia conservadora, seguidores de Álvaro Gómez Hurtado y devotos practicantes de la religión católica, es la mayor de tres hermanos, estudió, pero no finalizó la carrera de Derecho, tuvo su primer hijo, Nicolás, siendo muy joven.

Hasta ahí su historia puede ser la de cualquier colombiana, sin embargo, hoy es la primera dama de Colombia, producto de su matrimonio con Gustavo Petro, con quien ha tenido dos hijas más, Sofía y Antonella.

Sin duda, Verónica si que ha sido un cambio en Colombia, sus predecesoras, algunas más introvertidas, otras menos, pero todas con un estilo más recatado y clásico, ella, por el contrario, es más alegre, para nada tímida, no le importa vestirse de colores ni bailar agitadamente en público.

Muchos la han criticado por eso, les parece que no esta a la altura de una primera dama “semejantes apariciones” o “tremendas pintas”, pero esa es Verónica Alcocer, por supuesto, es una figura pública y todos tenemos la posibilidad de decidir si nos gusta o no lo que hace o deja de hacer, no obstante, ella también está en su derecho, y me parece válido, que por el hecho de ser primera dama no deje su personalidad reprimida o de lado, solamente para aparentar.

De hecho, creo que criticarla podría ser un error, la campaña Petro y ahora la Presidencia, de forma muy inteligente, utilizan su imagen para mostrarla como “una mujer del pueblo”, una especie de Eva Perón, dicen algunos, tanto que hay precoces aventurados en decir que será la candidata del Petrismo a la Presidencia en las próximas elecciones.

De manera que hábilmente dan la idea, equivocada, pero poderosa, que criticarla es criticar al pueblo, la victimiza, profundiza el discurso demagógico de lucha de clases y fortalece su postura como “una mujer del pueblo” en pocas palabras, criticarla por ser como es, es morder el anzuelo para ayudar a construir una narrativa que le sirve al Gobierno y eventualmente a Verónica como posible candidata.

De otra parte, tenemos a Verónica al – gozar, que ha aplicado en detalle la máxima de Francia, “vivir sabroso”. Se lo tomó tan enserio que, ha viajado por todo el mundo en representación de su esposo, y no porque no sea usual que la primera dama, como ha sucedido en el pasado, represente al Estado colombiano en eventos internacionales, sino porque me atrevería a decir que ha viajado en seis meses mas que cualquiera de sus antecesoras en el mismo periodo de tiempo, dejando mal trecho el discurso de austeridad de la campaña.

Al – gozar también se convirtió en una especie de agencia laboral de amigos, conocidos y hasta vecinos, solo una demostración más que todo el discurso Petrista de meritocracia era solo para arengar en plaza pública, el Gobierno se ha dedicado a nombrar gente incapaz para algunos cargos, como la Ministra de Minas, ha pagado cuotas burocráticas a partidos tradicionales, como el Ministro de Transporte, también le quedo mal a la carrera diplomática, que luego de asegurar en campaña que casi todos los puestos serian para diplomáticos de carrera se dedicó a nombrar amigos en embajadas y consulados, como al señor Guanumen, nuevo Cónsul en Chile, tristemente recordado por correr la “línea ética” para ganar la Presidencia.

Se dedicaron también a decir que ellos eran el oro y el resto la escoria, todos los que no estábamos con Petro merecíamos todo tipo de calificativos; corruptos, paras, enemigos de la paz, politiqueros. Mientras tanto, se dedicaron a recoger a buena parte de la política tradicional, al pacto de la picota y a cuanto bandido se acercaba.

Petro el Rey Midas criollo, todo lo que tocó lo volvió oro. Al – gozar también apoya esa especie de “indulgencia plenaria” del Petrismo, hasta al primo, Mario Hernández Alcocer, acusado de cercanía con paramilitares, lo montó a la caravana presidencial, algunos afirman incluso que podría ser candidato del Petrismo en las próximas elecciones a la Gobernación en Sucre.

La invitación es a que nos dediquemos a lo que sí importa, al fondo del mal gobierno y las contradicciones Petristas, no a la vestimenta o bailes de la primera dama, la oposición debe enfocarse en todo aquello que destruye país, no caer en distractores sin importancia, los cuales al final al que mas le convienen es al pésimo gobierno de izquierda

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Santiago Valencia
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