Una maestra protagonizó un impactante hecho que dejó sorprendidos a los habitantes de un condado en Florida, Estados Unidos. La profesora identificada como Margaret Wolthers y dos ayudantes fueron detenidas luego de que se diera a conocer los fuertes castigos que imponía a tres alumnos autistas.
De acuerdo con las autoridades, las procesadas quienes se desempeñaban como maestras de educación primaria, llevaban a cabo toda serie de castigos físicos y psicológicos a los pequeños.
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Por ejemplo, encerraban a oscuras en el baño de la institución a los estudiantes de entre ocho y diez años, y si se atrevían a encender la luz los mantenían durante más tiempo en el lugar. Asimismo, a uno de los menores, lo aturdían con silbidos cerca de sus oídos con el fin de generarles miedo. Wolthers y sus colaboradores sostenían los brazos del alumno para que no pudiera taparse los oídos.
"Los compañeros de clase que fueron testigos de los hechos, dicen que las víctimas gritaban y lloraban cuando los encerraban en el baño, y que uno llegó a permanecer ahí durante más de 90 minutos" informó a medios locales, Larry Ashley, alguacil de Okaloosa.
En un comunicado, el alguacil indicó que si bien la denuncia se realizó en el de diciembre, probablemente los abusos iniciaron tiempo atrás. También agregó en el documento, que podrían ser más las víctimas.
Sin embargo lo que más llamó la atención de los investigadores policiales, es que las mujeres consideraban que sus prácticas eran aceptables y declararon que lo hacían "para corregir su comportamiento".
Los deplorables hechos que ocurrieron en la escuela Silver Sands en la ciudad de Fort Walton Beach fueron reportados por una empleada del centro académico, quien estaba en desacuerdo con el comportamiento de sus compañeras.
Por su parte, el supervisor de la escuela, Marcus Chambers, dijo a medios informativos: "Nosotros, en el Distrito Escolar no toleramos acciones como estas ni inacciones que afecten a la salud, al bienestar o a la seguridad de nuestros estudiantes".
Las tres implicadas enfrentarán una condena por abuso infantil que podría alcanzar los 30 años de cárcel. Cabe mencionar, que las tres mujeres tenía una experiencia de entre 13 y 21 años trabajando en el ámbito educativo.
