
El suceso que terminó con la muerte de dos mujeres colombianas dentro de un Ferrari en México, que llevaría al conductor del automóvil a responder por homicidio culposo, se suma a la estadística de que en la última década han sido más de 70 las mujeres colombianas que han muerto en extrañas circunstancias o han sido asesinadas en ese país.
Los hechos ponen de presente una situación: Las autoridades y la prensa local, más que enfocarse en los involucrados en sus muertes, cuestionan la labor que realizaban las mujeres en el país norteamericano y termian tipificándolas por su belleza. En cada muerte u homicidio de una colombiana, señalan a la víctima de prostituta o de que prestaba servicios de compañía al momento de su muerte.
Cuando las autoridades no dicen que la mujer asesinada era prostituta, suelen decir que estaban mal relacionadas o eran colaboradoras de bandas criminales dedicadas al narcotráfico.A Dayana Sánchez García, de 22 años, y Zaira Tatiana García Guzmán, de 29, las mujeres que fallecieron en el accidente automovilístico y que fueron abandonadas por el conductor, las señalaron de inmediato de ser "scorts" o acompañantes.