Martes 5 de septiembre, 8:25 de la noche. Las calles del municipio de Yuriria (México) estaban desoladas; y no es para menos, es una zona que es reconocida por sus altos índices de criminalidad y en donde opera la ley del "más fuerte".
El fotoperiodista del diario La Bandera Noticias, Juan Carlos Hernández, se disponía a regresar a su casa después de una larga jornada laboral. A pocos metros de llegar a su destino notó algo extraño en los alrededores. Dos tipos vestidos completamente de negro la estaban merodeando.
Un leve cosquilleo se apoderó de su cuerpo, sin embargo, decidió continuar el camino. Cuando se encontraba en la portería y sin mediar palabra alguna, los extraños le propinaron varios disparos que lo dejaron inconsciente en el suelo.
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Hernández era reconocido en su vecindario como un hombre tranquilo y colaborador; los vecinos al escuchar los disparos no duraron en salir a ayudarlo. La policía lo trasladó al hospital más cercano, sin embargo, horas después el periodista perdió la vida a causa de la gravedad de las heridas.
Las autoridades afirmaron no tener claros los móviles del crimen. No obstante, el medio en el que se desempeñaba el reportero denunció que en las últimas semanas habían sido objeto de amenazas por parte del gobierno municipal, por la publicación de un video en el que aparecen dos policías de Salamanca acusando a sus jefes de corrupción, posteriormente los uniformados también fueron asesinados.
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Juan Hernández tenía 29 años, además de colaborar como fotógrafo y auxiliar de redacción, en su tiempo libre se desempeñaba como taxista.El caso ha generado indignación en México y ha abierto el debate sobre la libertad de prensa en dicho país. Con este crimen ya son 11 los periodistas asesinados en lo corrido de 2017, sumándose a Cándido Ríos, Javier Valdez, Miroslava Breach, Cecilio Pineda, Ricardo Monlui, Maximino Rodríguez, Filiberto Álvarez, Jonathan Rodríguez, Salvador Adame y Luciano Rivera. Se espera que las investigaciones sean asumidas por agentes externos al municipio, por la presunta responsabilidad de las autoridades locales en el mismo. Además, el medio donde laboraba el periodista aseguró que las pruebas de las amenazas están en poder de las autoridades.