José Elías Melo, expresidente de Corficolombiana (empresa del Grupo Aval) fue condenado por la justicia. Las insistencias de su defensa fueron insuficientes para convencer al juez de su inocencia, debido a que el primer lunes de abril lo halló culpable de los delitos de cohecho e interés indebido en la celebración de contratos. Solo hasta el próximo 29 de este mismo mes se conocerá cuál será la pena en su contra. KienyKe.com le cuenta cuáles son los detalles que lo involucran en el famoso escándalo de corrupción de Odebrecht.
De ser uno de los ejecutivos más exitosos en el país, Melo Acosta pasó a estar fuertemente cuestionado tras ser capturado en agosto del 2017 y recluido en un centro carcelario. En enero del 2018, corrió con la suerte de que un juez considerara que "no representaba un peligro para la sociedad" y lo dejó en libertad.
Un año después inició formalmente su juicio. En las diligencias desarrolladas en el Complejo Judicial de Paloquemao, en Bogotá, se vio enfrentado a responder por su conocimiento del pago corrupto de 6,5 millones de dólares entregado al exviceministro de Transporte y exdirector de lo que fue el INCO (hoy la ANI), Gabriel Ignacio García Morales.
La idea de ese pago era que Odebrecht y sus socios (Episol, filial de Corficolombiana, y el grupo solarte) lograran presentar "la propuesta perfecta" y así se quedaran con la adjudicación del millonario proyecto de la Ruta del Sol II, vía que conectaría al centro del país con la costa.
Las fichas claves de la Fiscalía
La Fiscalía no se quedó quieta para demostrar que José Elías Melo Acosta era culpable. En el juicio presentó varios testigos que coincidían en que él, como presidente de Corficolombiana, sí tenía conocimiento del pacto ilegal. El primero en declarar fue Luiz Antonio Bueno Junior, expresidente de Odebrecht en Colombia. Aseguró que luego de hacer el trato con García Morales, se reunió con Melo Acosta para comentarle lo acordado. Confesó que antes del proyecto, la constructora brasileña buscó a una entidad que pudiera apalancarle y por eso llegó al Grupo Aval, "porque necesitaba una entidad con buen músculo financiero y ellos tenía esas posibilidades". [single-related post_id="1070767"] Otros dos testigos claves contra Melo fueron los exejecutivos de Odebrecht: Luiz Antonio Mameri y Luiz Eduardo Da Rocha Soares. El primero, dijo que su papel fue dar la autorización para el pago. “Bueno Junior me dijo que había llegado a un acuerdo entre él y García Morales por el monto de 6,5 millones de dólares para la adjudicación de la Ruta del Sol tramo II. Fue ahí cuando supe del acuerdo y le di mi autorización para que fuera realizado”, narró.En la audiencia, le preguntaron a Mameri: “¿Sabía que la autorización que usted estaba dando era para un acto corrupto”, a lo que él respondió “Sí”.De otro lado, Luiz Eduardo Da Rocha Soares, indicó que él realizó los pagos. "Bueno Junior me solicitó el apoyo de hacer el giro y me llamó para que yo fuera a Colombia a ayudar en el trámite. Este pago fue autorizado por Luiz Antonio Mameri". Mencionó que el giro fue depositado en varias transacciones “por seguridad” y que se hicieron a la cuenta de Enrique y Eduardo Ghisays, personas que tenían el contacto directo con García Morales para pagarle la coima.
Otras declaraciones importantes
Mauricio Millán, quien fue director de Episol, dijo que era la persona que firmaba los giros junto con otros dos funcionarios de Odebrecht; y que estos a su vez eran autorizados por José Elías Melo Acosta. Confesó que en el 2010 hubo un pago que “le llamó la atención”: un giro de más de 18 mil millones de pesos entregados a una empresa que él no identificaba (DCS Managment) y al comentarle a Melo la situación, él dio la autorización para realizar el pago. El ente investigador también presentó como testigo al mismo García Morales, quien aseguró que Melo sí sabía del contrato ilegal. Al igual utilizó una declaración que dio el fallecido controller de la Ruta del Sol II, Jorge Enrique Pizano, quien también lo alertó varias veces de irregularidades.La defensa de Melo Acosta
Por su parte, la defensa presentó un testigo de alto perfil: Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, quien en un hecho inusual, acudió ante los estrados judiciales. Allí, aseguró que solo conoció de los actos irregulares de Odebrecht hasta finales del 2016, cuando estalló el escándalo de los sobornos en América Latina gracias a la justicia estadounidense.Comentó que esto lo obligó a convocar reuniones directivos de Odebrecht y que ellos aseguraron que esas irregularidades no tenían que ver con la Ruta del Sol.[single-related post_id="1039285"] Sarmiento Gutiérrez indicó que de inmediato en el Grupo Aval se condujo a una auditoria entre todos los funcionarios para saber si alguno tenía conocimiento de las coimas o se habían lucrado de ellas. Asimismo, señaló que, al igual que Melo, no tenía conocimiento del pago a García Morales y que tampoco sabía si Melo se había beneficiado de ese trato ilícito.
Fiscalía y Procuraduría: juntas en pedir condena
En la audiencia de alegatos de conclusión, el delegado de la Fiscalía presentó, una por una, las pruebas expuestas contra José Elías Melo Acosta. Dijo: "El soborno se realizó con conocimiento de Consol, Odebrecht y Corficolombiana. Por esa razón sostenemos que Odebrecht no actuó solo". A su turno, el delegado del Ministerio Público dijo que, a su consideración, el testimonio de Bueno Junior fue coherente, y que, a pesar que tuviera un interés por un principio de oportunidad, "no se pueden descartar las afirmaciones que él realiza ante este caso".¿Cuál sería la razón para que él mintiera particularmente en el caso de José Elías Melo?", cuestionó.Aseguró que todo lo que se decía y se hacía con García Morales "lo tenía que saber Melo", debido a que Corficolombiana era socio mayoritario de la licitación con más del 30% de participación. "Había mucho dinero en juego y Melo, como presidente de Corficolombiana, tenía la responsabilidad de que el proyecto saliera”.
Melo Acosta: declarado responsable
Para el juez, las declaraciones de los testigos fueron válidas. Tras la decisión, permitió que José Elías Melo Acosta quedara en libertad mientras se define la pena e indicó que no podrá salir del país.Al conocer el fallo, la Fiscalía solicitó que la pena contra Melo Acosta sea de once años de prisión y que pague de multa 181 salarios mínimos. Además, pidió que no se le conceda la medida de prisión domiciliaria como sustitutiva de la prisión intramural.Su defensa manifestó que la condena "es un golpe económico y sentimental para él y su familia" y que hay que tener en cuenta que no tiene antecedentes penales. Agregó que si ha de ser enviado a la cárcel, sea a La Picota de Bogotá donde ya fue recluido, "con la finalidad de que el traslado sea un poco menos traumático". [single-related post_id="1069899"] Melo Acosta, por su parte, insistió en ser inocente de conocer y participar en el lío de corrupción. Aseguró que junto a su defensa, apelará el fallo "porque no está conforme con la decisión del juez" y que siempre que sea llamado, "acudirá a la justicia".