José del Carmen Moreno Sánchez, dos de sus hijos: César Augusto y María Marlén, y el esposo de ella; Edilfonso Naranjo Forero, fueron las víctimas mortales del trágico accidente ocurrido en la madrugada del pasado lunes.
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Los Moreno Sánchez eran oriundos de Úmbita, Boyacá, un pequeño pueblo ubicado 122 kilómetros de Bogotá. En único que vivía allá era don José del Carmen, quien desde hace varios años tenía una enfermedad coronaria.
Marlén, de 28 años, según lo indicó Carmen Zamora, familiar de las víctimas, había llegado a Bogotá hace más de ocho años en busca de un mejor futuro. Trabajaba desde hace un par de años en Deprisa, la empresa de entrega de mercancía de la aerolínea Avianca. Hace cinco años conoció a Edilfonso con quien se había casado hace tres en la localidad de Bosa, en el sur de Bogotá. Él era dueño de una panadería en Soacha, municipio vecino a Bogotá donde vivía con su amada esposa.
El accidente en el que fallecieron los cuatro integrantes de una misma familia ocurrió en la Autopista Norte con calle 134.
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Cesar Augusto tenía 24 años. Hace seis, tan pronto recibió su diploma de bachiller, se fue del pueblo siguiendo los pasos de sus dos hermanas. Al igual que su cuñado, montó una pequeña panadería, negocio con el que le iba bien. Vivía con su novia en el sur de la capital. Estaban esperando un bebé, a quien le falta pocos meses por nacer.
José del Carmen tenía 45 años. Vivía con su esposa, Ana Diosalia Sánchez, en una pequeña finca en la vereda El Uvero, en Umbita, donde nacieron sus tres hijos, pero ella, desde hace un par de semanas se había quedado en Bogotá con el fin de cuidar a Yuli, su hija mayor quien hacía 12 días había dado a luz a su tercer hijo, a quien su abuelo no pudo conocer.
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José del carmen era campesino. Cultivaba papa, yuca, arveja, tenía dos vacas y un caballo en el que todos los días recorría su vereda.
El pasado lunes, en horas de la tarde, don José del Carmen se comunicó con su hija, le dijo que no se sentía muy bien de salud. Marlén, preocupada por él, le dijo que esa misma noche iría hasta el pueblo con el fin de llevarlo a una cita de urgencias en un hospital de Bogotá.
Ernesto Manzanera Mier, de 24 años y copiloto de la aerolínea Avianca es el presunto responsable del trágico hecho.
Marlén y su esposo armaron viaje para Umbita, que queda a tres horas en carro. Viajaron en una camioneta Mitsubishi Nativa conducida por Edilfonso.
César Augusto, el menor de la familia, decidió acompañarlos a recoger a su padre. Arrancaron de Soacha sobre las 8 de la noche, atravesaron Bogotá y salieron por la Autopista Norte. Los tres familiares llegaron a Umbitá pasada la media noche.
Sobre la una de la madrugada se devolvieron con don José María a bordo. De regreso tomaron la misma ruta y entraron a la capital por la Auto-Norte.
A las 3:30 de la mañana a la altura de la calle 135 un vehículo rojo, Volkswagen Jetta de placas HSS 052, conducido por Ernesto Manzanera Mier, un copiloto de la aerolínea Avianca, los embistió.
Naranjo, al parecer, perdió el control de la camioneta y terminó estrellándose contra las bases del puente peatonal de la calle 134.
Ellos son las cuatro persona que perdieron la vida en la madrugada del martes 2 de diciembre. Todos eran oriundos del departamento de Boyacá.
El conductor del carro, su joven cuñado, y su suegro fallecieron al instante. Marlén, de 28 años, quedó viva. Fue rescatada por los bomberos que tuvieron que romper las latas de la camioneta para sacarla. La mujer fue trasladada hacia la clínica Reina Sofía, ubicada a pocas cuadras del lugar del accidente pero cuando entró a sala de urgencias falleció.
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Después de ocurrido el accidente, Manzanera, el presunto causante del hecho, se bajó de su lujoso automóvil y abandonó la escena en un taxi. El conductor del taxi, en entrevistas radiales, indicó que el joven tenía aliento alcohólico.
Doce horas después de ocurrido el accidente, Manzanera se presentó con dos abogados ante la fiscalía. El Instituto de Medicina Legal le practicó la la prueba de embriaguez pero, según el doctor Carlos Valdés, director de la institución, la prueba dio resultado negativo.
Según el doctor Valdés, debido al tiempo transcurrido, el hígado metabolizó el alcohol y por tal razón no se le hallaron rastros en la sangre. El director del instituto informó que se buscará en la sangre de Manzanera rastros de otras sustancias que hayan alterado su sistema nervioso central, tales como cocaína u otras drogas.
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Por su parte, Camilo Burbano, delegado de la Fiscalía General de la Nación indicó que se está definiendo si Manzanera es investigado por homicidio culposo o un homicidio doloso.
El accidente en el que fallecieron los cuatro integrantes de una misma familia ocurrió en la Autopista Norte con calle 134.
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Cesar Augusto tenía 24 años. Hace seis, tan pronto recibió su diploma de bachiller, se fue del pueblo siguiendo los pasos de sus dos hermanas. Al igual que su cuñado, montó una pequeña panadería, negocio con el que le iba bien. Vivía con su novia en el sur de la capital. Estaban esperando un bebé, a quien le falta pocos meses por nacer.
José del Carmen tenía 45 años. Vivía con su esposa, Ana Diosalia Sánchez, en una pequeña finca en la vereda El Uvero, en Umbita, donde nacieron sus tres hijos, pero ella, desde hace un par de semanas se había quedado en Bogotá con el fin de cuidar a Yuli, su hija mayor quien hacía 12 días había dado a luz a su tercer hijo, a quien su abuelo no pudo conocer.
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José del carmen era campesino. Cultivaba papa, yuca, arveja, tenía dos vacas y un caballo en el que todos los días recorría su vereda.
El pasado lunes, en horas de la tarde, don José del Carmen se comunicó con su hija, le dijo que no se sentía muy bien de salud. Marlén, preocupada por él, le dijo que esa misma noche iría hasta el pueblo con el fin de llevarlo a una cita de urgencias en un hospital de Bogotá.
Ernesto Manzanera Mier, de 24 años y copiloto de la aerolínea Avianca es el presunto responsable del trágico hecho.
Marlén y su esposo armaron viaje para Umbita, que queda a tres horas en carro. Viajaron en una camioneta Mitsubishi Nativa conducida por Edilfonso.
César Augusto, el menor de la familia, decidió acompañarlos a recoger a su padre. Arrancaron de Soacha sobre las 8 de la noche, atravesaron Bogotá y salieron por la Autopista Norte. Los tres familiares llegaron a Umbitá pasada la media noche.
Sobre la una de la madrugada se devolvieron con don José María a bordo. De regreso tomaron la misma ruta y entraron a la capital por la Auto-Norte.
A las 3:30 de la mañana a la altura de la calle 135 un vehículo rojo, Volkswagen Jetta de placas HSS 052, conducido por Ernesto Manzanera Mier, un copiloto de la aerolínea Avianca, los embistió.
Naranjo, al parecer, perdió el control de la camioneta y terminó estrellándose contra las bases del puente peatonal de la calle 134.
Ellos son las cuatro persona que perdieron la vida en la madrugada del martes 2 de diciembre. Todos eran oriundos del departamento de Boyacá.
El conductor del carro, su joven cuñado, y su suegro fallecieron al instante. Marlén, de 28 años, quedó viva. Fue rescatada por los bomberos que tuvieron que romper las latas de la camioneta para sacarla. La mujer fue trasladada hacia la clínica Reina Sofía, ubicada a pocas cuadras del lugar del accidente pero cuando entró a sala de urgencias falleció.
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Doce horas después de ocurrido el accidente, Manzanera se presentó con dos abogados ante la fiscalía. El Instituto de Medicina Legal le practicó la la prueba de embriaguez pero, según el doctor Carlos Valdés, director de la institución, la prueba dio resultado negativo.
Según el doctor Valdés, debido al tiempo transcurrido, el hígado metabolizó el alcohol y por tal razón no se le hallaron rastros en la sangre. El director del instituto informó que se buscará en la sangre de Manzanera rastros de otras sustancias que hayan alterado su sistema nervioso central, tales como cocaína u otras drogas.
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Por su parte, Camilo Burbano, delegado de la Fiscalía General de la Nación indicó que se está definiendo si Manzanera es investigado por homicidio culposo o un homicidio doloso.
