El asesinato de Heydi Viviana Gómez, de 21 años, ocurrido el 12 de marzo de 2007, causó conmoción e indignación en Bucaramanga. No sólo porque el homicidio fue cometido con sevicia y el cuerpo descuartizado, sino porque siete años después, el principal sospechoso habría logrado burlarse de las autoridades, pese a que tenía dos órdenes de captura en su contra: una en Colombia y la circular roja de Interpol.
La suerte se le acabó a Jorge Alfonso Durán Amaya, de 58 años, en un hospital al que acudió después de sufrir un accidente y donde fue descubierto después de que le realizaran un cotejo de huellas dactilares. Así la policía dio captura a uno de los 25 delincuentes más buscados de Santander y por el cual ofrecían cinco millones de pesos de recompensa.
Heidy Gómez, de 21 años.
Para la época de los hechos Heydi, quien se había graduado en técnico de sistemas y administración de empresa, trabajaba como secretaria de la concejala Luz Helena Mujica y planeaba estudiar la carrera profesional de diseño gráfico. Además vivía junto a sus padres en el barrio Estoraques, al sur de la capital de Santander. (Lea también: Su hijo de dos años la salvó de morir asesinada)
Su vida transcurría con normalidad hasta octubre de 2006, cuando su madre, María de los Ángeles Cárdenas, de 61 años, le arrendó una habitación a Jorge Alfonso Durán Amaya, a quien conocía hace más de 20 años y era expareja sentimental de su hermana. “Mi hermana lo echó de la casa y empezó a vivir en varios lados. Nosotros quisimos ayudarlo”, dijo la madre de la víctima en diálogo con KienyKe.com.
Ese fatídico lunes jamás se le olvidará a María de los Ángeles. Se levantó a las seis de la mañana para ir a trabajar y mientras dormía le dio un beso, el último, en la mejilla a Heidy, quien el día anterior había sido jurado en las elecciones para alcaldes y gobernadores. “Todos salimos de la casa, incluido Jorge, para trabajar. Heidy entraba a trabajar por la tarde porque tenía mediodía de compensatorio por las elecciones”, dijo la madre.
Al regresar por la noche, María notó la ausencia de su hija, quien siempre llegaba primero a casa. Preguntó a su inquilino, maestro de construcción, y le respondió que no había regresado del trabajo. “Él me decía que no me preocupara porque mi hija debía estar rumbeando con los amigos”.
Después de 24 horas de desaparición, la familia de Heydi salió a pegar carteles con la foto para quien pudiera dar información sobre su paradero. Los compañeros de trabajo ni los amigos daban razón de ella. Ese día la joven no se presentó a trabajar.
¿Qué ocurrió?
Jorge Durán no quiso acompañar a la familia de Heidy durante la búsqueda y argumentó que tenía trabajo pendiente. Al día siguiente, el inquilino desapareció sin dejar rastro. Desde ese momento se convirtió en el principal sospechoso de la desaparición.
La madre de Heidy, angustiada, acudió a una reconocida pitonisa para que adivinara la ubicación y estado de salud de su hija. “Me dijo que Heidy estaba en Cúcuta y que se la había llevado un hombre mayor”.
Sin pensarlo dos veces, María y su esposo, Mario Hernando Gómez Rangel, viajaron hasta la capital de Norte de Santander. Sin embargo, dos días después, el sábado 17 de marzo, ella recibió una llamada de la policía que la derrumbó: su hija había sido asesinada, descuartizada y el cuerpo hallado en dos bolsas de basura a solo cinco cuadras de la residencia de la familia Gómez. “La encontraron en una trocha a pocas cuadras de la casa”, sostuvo. El cuerpo fue identificado gracias al análisis de placas dentales, lunares y algunas cicatrices que fueron reportados por los familiares.
Las autoridades señalaron como responsable a Jorge Durán, luego de que testigos afirmaran haberlo visto comprando bolsas de basuras y pidiendo un martillo grande prestado. Como si fuera poco, una vecina aseguró haberlo visto saliendo de la casa con dos bolsas negras. Según Duran, se trataba de escombros que estaban en la terraza de la casa.
¿Por qué la mató?
La familia Gómez Cárdenas no podía entender por qué Durán había acabado con la vida de Heidy, pues siempre se mostraba como una persona prudente y servicial. No obstante, amigas de la joven asesinada declararon a la fiscalía que Heidy, dos meses antes del crimen, les había contado que era acosada por Jorge Durán. “Mi hija les contó que este tipo la tenía amenazada y la pretendía. Pero les pidió a sus amigas que no me contaran nada para no preocuparme y agravar mi salud”, cuenta María, quien logró sobrevivir a un episodio de cáncer.
Desde ese día María, su esposo, Mario, y su hija menor, Johanna, de 25, anhelaron que el crimen de Heidy no quedara impune. Incluso por medio de familiares se enteraron que de Durán estaba refugiado en Ureñas, en el estado de Táchira, Venezuela, en límites con Colombia. Allí fueron a buscarlo, aunque el presunto homicida reconoció a la familia y logró huir. “Me puse gafas y gorra pero aún así me reconoció y se esfumó”, contó María.
La captura
El pasado 31 de marzo un hombre que había caído de un segundo piso y presentaba múltiples fracturas, fue ingresado en el Hospital Erasmo Meoz de Cúcuta. No tenía identificación y decía que no recordaba su nombre. Luego de que las autoridades cotejaron sus huellas, pudieron confirmar de quién se trataba: Jorge Alfonso Durán Amaya, acusado del asesinato de Heidy Gómez, cometido siete años atrás.
La familia de Heidy se enteró de la captura el pasado lunes en la noche cuando la policía llamó a un familiar y el les remitió la noticia que habían esperado por varios años.
Johana, la hermana menor de Heidy, viajó hasta Cúcuta para confrontarlo. Se hizo pasar por familiar y logró entrar a la habitación donde estaba internado. “Hola Alonso, se acuerda de mí, o de Heidy Viviana, o del 12 de marzo del 2007, pero sólo respondió que no me conocía y se puso nervioso. Empezó a decir que se sentía mal para que las enfermeras me sacaran de la habitación”, cuenta la hermana, quien además le tomó varias fotos al presunto homicida.
María de los Ángeles sostuvo que siente alivio por la detención del presunto homicida de su hija. “Espero que no dejen libre a una persona que ha hecho tanto daño y espero que reciba la condena más alta”. Pese a que Durán fue declarado como reo ausente aún no recibe sentencia y el proceso es adelantado por un juzgado de Bucaramanga.
Johana, hermana de la víctima, dice que ahora les es difícil confiar en las personas de su alrededor, sobre todo en los hombres. “No volvimos arrendar la habitación para hombres”, dijo.
En Twitter: @Dacortega
Lea también: Su hijo de dos años la salvó de morir asesinada
Fue asesinada por un hombre que dormía en su propia casa
Dom, 06/04/2014 - 02:05
El asesinato de Heydi Viviana Gómez, de 21 años, ocurrido el 12 de marzo de 2007, causó conmoción e indignación en Bucaramanga. No sólo porque el homicidio fue cometido con sevicia y el cuerpo