Según cifras del informe 'La discriminación: una guerra que no termina' publicado por Colombia Diversa en el 2017 fueron asesinadas 109 personas de la comunidad LGBTI. La mayoría de estos crímenes se realizaron por actos de prejuicio en contra de los integrantes de esta comunidad.
Aunque se haya alcanzado un acuerdo final con las Farc y se vean avances en el diálogo de negociación con el ELN, el informe reveló que otros grupos armados ilegales son los que se estarían realizando las amenazas e intimidaciones en contra de las personas de esta comunidad.
La presencia de grupos armados en diferentes regiones del país reproducen estereotipos negativos frente a la comunidad, por lo que muchas veces los atacan con tal de facilitar el control social al realizar este tipo de crímenes, según se comenta en el informe.
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Se advierte que este tipo de acciones tanto de ataque como de intimidación no pueden ser casos aislados y generados por un grupo. Los perjuicios contra la comunidad siguen siendo factor común en la sociedad colombiana.
También se evidencia que muchas de estas personas siguen siendo expulsadas de sus familias, colegios y comunidades únicamente por sus gustos, manera de vestirse o respecto a su orientación sexual, lo que dejaría con pocas oportunidades de subsistencia por fuera de economías informales o con alta tasa de criminalidad, como el trabajo sexual.
Tal situación aumentaría su vulnerabilidad, puesto que el riesgo de su vida e integridad aumenta. Las medidas, normas y sentencias que buscan proteger a las personas de esta comunidad tanto en ámbitos educativos como laborales no han sido suficientes para que se garantice el ingreso o permanencia tanto en instituciones educativas, como en sitios de trabajo.
Finalmente, en donde más se registraron víctimas fue en Antioquia con 28, Valle del Cauca 28 y Bogotá con 12. El promedio de edad de las víctimas fue de 37 años y la mayoría se tenía bajos niveles educativos.