Al rededor de 300 sacerdotes en Pensilvania, Estados Unidos, están involucrados en uno de los mayores escándalos de abusos de niños en la iglesia católica.
Así lo dio a conocer la Corte Suprema de Pensilvania, quien indicó que los sacerdotes están vinculados en el abuso de por lo menos 1.000 niños en esa ciudad.
Los testimonios de algunas de las víctimas detallan que los abusos se venían presentando desde hacía un par de años, inclusive, la gran mayoría se habrían cometido antes del año 2000 y según ellos y sus familiares, la iglesia fue cómplice en estos actos.
"Creemos que el número real de niños abusados, incluidos aquellos cuyos dossiers se perdieron, o que nunca denunciaron por miedo, está en los miles", señala el informe de 1.400 páginas sobre el abuso sexual de menores en todas las diócesis del estado de Pensilvania, a excepción de dos. "Para muchas víctimas este informe hace justicia", dijo a la prensa de ese país el fiscal general de Pensilvania, Josh Shapiro, al resumir sus hallazgos.
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Pero hizo una dura advertencia al señalar que el número de víctimas puede aumentar y que en muchos casos, las personas afectadas no han hecho o no hicieron ninguna clase de denuncia por temor.
Entre los señalados de ocultamiento por el informe presentado este jueves, se encuentra el arzobispo de Washington, Donald Wuerl, quien aseguró en un comunicado que "actuó con diligencia", que mostró "preocupación por los sobrevivientes" y buscó "evitar futuros actos de abuso".
Es de anotar que en diferentes escenarios, el máximo jerarca de la iglesia católica, el papa Francisco se ha mostrado su profundo dolor por los casos de pederastia que han cometido algunos sacerdotes de la iglesia católica. Es por eso que el Sumo Pontífice ha pedido perdón en nombre de la iglesia, y aseguró que no se destinarán recursos para defender a los señalados por este delito.
